28 agosto, 2011

Reforma constitucional

Parece que el buen sentido ha entrado en la cabeza de quienes nos gobiernan y de quienes aspiran a hacerlo. Entre ambos han llegado a la conclusión de que en España hay que limitar el gasto del estado por ley; y esa ley que obligue tiene que ser la ley de leyes: La Constitución. Esta es la única manera de que tanto la administración central como las autonómicas cumplan con el criterio.

Con una norma así nadie se puede llamar a engaño. Las cosas estarán claras: no se podrá sobrepasar un límite en el déficit. Cosa que parece tonta, pues a nadie con un poco de sentido común se le ocurre gastar más de lo que ingresa, o si lo hace, nunca debe gastar más de lo que puede pagar mediante créditos. Los problemas empiezan cuando hay que recurrir a la financiación ajena para pagar esos créditos.

Lo que no puedo entender es por qué esto no se hizo antes; o es que nadie se había dado cuenta de la querencia de los gobernantes a gastar más dinero del debido, eso sí, con el noble objetivo de conseguir más votos para las siguientes elecciones, sin importarles demasiado aquello del déficit, cosa de contables únicamente, piensan.

Algo tuvo que pasar en agosto para que Zapatero y Rajoy se pusieran de acuerdo tan rápido. Las cosas debieron estar muy muy delicadas para que una decisión de esta calado se tomase tan rápido. "Dios mío", se habrán dicho, "nos estamos cargando el País... Tenemos que hacer algo".

Bueno pues a ver que pasa. A ver si todavía hay tiempo para que esto no se desmorone como un castillo de naipes. Confiemos en que sí y en que este periodo de sufrimiento sirva para centrar la cabeza de tanto incompetente metido a político. A ver si, puestos a ello también cambiamos la ley electoral para que al ciudadano no le cuelen en las listas a ineptos, alelados y necios... Pero esto me temo que no va a suceder, al menos de esta.

15 agosto, 2011

Las comunidades deben 50.000 millones

¡Qué salvajada! Cómo es posible que una situación de cuentas semejante no haya hecho saltar todas las alarmas autonómicas y estatales. Porque lo que se debe se va viendo: en un estado como el nuestro las cuentas tienen que estar bien cuadradas. Cómo y por qué se llegó a esto. ¿Por qué no se hizo nada?

Solo encuentro una respuesta: estamos gobernados por imbéciles. Lamento ser tan contundente pero es que solo a una cuadrilla de imbéciles se les puede pasar durante años por alto que los ingresos son menores que los gastos, y si no se les pasó, más imbéciles todavía, porque el que sabe que algo como esto está pasando y no hace nada para corregirlo está adoptando la estrategia del avestruz: meter la cabeza en la tierra para no ver. Por lo tanto imbéciles hasta la saciedad.

España siempre tuvo en política  el serio problema de los políticos. Ellos nos metieron en todos los líos en los últimos 150 años, el último una guerra civil. Tienen todos el grave defecto de creer que su verdad es la única y que el adversario debe ser severamente criticado y despreciado por el mero hecho de serlo, aunque tenga razón.

El problema es que creo que esta dolencia cultural es de toda la sociedad. Aquí le pones a uno un traje de luces y cree que es Manolete, le das una gorra de plato y manda firmes a todo el mundo y le das un cargo político y ya ni te digo.

No me lo puedo creer... Pobre España. Adónde nos van a llevar esta panda de golfos inmaduros. Qué va a hacer el pueblo. ¿Merece la pena siquiera levantarse de la cama para votar? Qué pena.

07 agosto, 2011

Nada cambia si no se hace algo

Ya llevamos unos cuantos años es crisis económica y no parece que las cosas vayan a mejorar. La política está en manos del poder económico. Los estados legislan a conveniencia de este y los políticos, muchos sin saberlo, sirven a sus intereses.

Todo lo que se ha hecho es nada. En Europa, con el Euro desmoronándose, se anuncian medidas que nunca llegan y que, claro está, no sirven para tranquilizar a unos mercados que están más que tranquilos... Están encantados porque van a obtener más intereses del dinero que prestan a los estados.

Esta demanda de interés se ceba en las economías menos fuertes (España e Italia) pero Alemania y Francia no están libres. Al final tendrán que poner el dinero, o el Euro desaparecerá. 

España siguió las instrucciones de Europa: austeridad, contención del gasto y reforma laboral. Las dos primeras medidas se llevaron a cabo porque no había más remedio: no hay dinero en caja, sin embargo la reforma laboral, la única parte que estaba realmente en manos de los gobernantes, en realidad no se hizo. Eso sí, los sindicatos (responsables, como siempre) convocaron una huelga general que nadie entendió. Y estamos en la misma crisis que estábamos. ¿Tan difícil es hacer una norma de contratación clara y sencilla con un único tipo de contrato y una indemnización por despido que satisfaga a todas las partes? Eso si haría reaccionar en positivo a los mercados.

En resumen. Europa siempre dice que va a hacer, pero nunca hace. Europa soluciona los problemas convocando reuniones de las que sale casi siempre el compromiso firme de volver a reunirse. Y claro esto no vale. Por ejemplo, Grecia necesita otro rescate y dicen que va a haberlo, pero todavía nadie lo ha visto. Claro, los mercados siguen nerviosos.

En USA las cosas no van tampoco bien. El pobre Obama se da cuenta de que hace falta dinero o el país se bloquea. Y, claro, como el dinero lo tienen los ricos, que por otra parte forman parte de lo que se llaman "mercados", pues intenta mediante leyes hacerles pagar más impuestos. Pobre iluso, ni cuenta se da que los legisladores, y hasta él mismo, trabajan para ellos. Si no que eche un vistazo a ver quién pagó las facturas de su campaña electoral. De todos modos es de agradecer a Obama el intento valiente de hacer valer el poder de la política. Al menos alguien lo intentó.

La solución a esta crisis la tiene Europa. Solo hace falta que completemos el círculo y de una Unión monetaria pasemos a una Unión económica con una política común. Pero para eso hay que cambiar la mentalidad y mirarse menos al ombligo en Berlín, Paris, Roma o Madrid. Europa tiene un sistema basado en el trabajo para conseguir el bienestar. ¿Por qué no una norma laboral única en la que se marque claramente cómo se contrata y cómo se despide? Poner a funcionar la alta política es lo que hace falta.

Si se hacen cosas como esta la crisis se alejará. Estoy seguro, y eso que no tengo ni idea de economía. Porque a veces las cosas hay que hacerlas sin complicarse mucho. Tan solo aplicando el sentido común, que no es poco.