30 octubre, 2011

"Si el Congreso no actúa, lo haré yo"... Ojo, políticos...

 Dijo Obama a sus conciudadanos hablando de fomento de empleo e impuestos a los más ricos.

 Todavía no oí en España nada parecido dicho con esa contundencia. ¿Por qué los mandatarios en España no dicen cosas tan simples y fáciles de entender? ¿Es que el Gobierno o el Presidente no tienen poder para actuar en este sentido? ¿Hace falta pasar por el Congreso para subir de manera inmediata los impuestos a los que más tienen o ganan, o para imponer de nuevo el impuesto sobre el patrimonio?

Uno tiene la impresión de que existe un gran pacto para hablar y hablar, para distraer a la opinión pública, pero sin hacer nada. Un acuerdo secreto para dejar las cosas como están, para mantener favorecidas a las clases sociales más altas en perjuicio de la siempre bien pagadora clase media... La clase baja no importa, es despreciada completamente; con ella se hace caridad, que queda muy bien.

Llamo clase media a la gran masa ciudadanos que paga impuestos. Los dirigentes deben recordar que son muchos y que si algún día reaccionan y, en lugar de ir a las urnas a votar según su corazón político, van a utilizar su poder de desalojo, o sencillamente no van, la pueden liar gorda.

Ojo, políticos... Estamos afilando los colmillos.

29 octubre, 2011

Cinco millones de parados

En su mayor parte provienen del desastre generado por sucesivos Gobiernos al no saber regular el sector de la construcción. El resto de la crisis financiera mundial.

De nada sirve ahora preguntarse por qué, el caso es que fue así. Los políticos en aquel momento se dejaron llevar en lugar de actuar. A pesar de saber perfectamente adonde nos conducía su connivencia, no hicieron nada, al contrario, disfrutaron del momento.

España tiene pues tres problemas: un exceso de paro respecto a sus vecinos, una lamentable falta de crédito y la imposibilidad de utilizar la construcción como fuente de reactivación.

Desde el momento en que el gobierno de Zapatero reconoce la crisis propone como única solución el cambio de modelo productivo. Fueron solo palabras. No se si alguien ha visto algo orientado a conseguir este objetivo. Yo al menos no he visto nada.

Insisto e insisto en que necesitamos otro tipo de políticos para salir de este agujero, pero es tanto el poder del sistema de partidos aferrado a una ley electoral absurda que, de no haber una rebelión en los mismos centros de poder que lleve a variar el modelo, estamos condenados a salir de este agujero mucho más tarde que los demás; si es que alguna vez salimos.

22 octubre, 2011

De lo moral y lo pornográfico

El que más y el que menos está al tanto de que en algunas cadenas de televisión programan regularmente cine pornográfico. Las imágenes de sexo explícito se consideran una bajeza moral y se estima que hieren la sensibilidad de algunas personas. Además está perfectamente claro que no deben ser vistas por los niños. Por ello su exposición se hace muy tarde, o en la madrugada. Así pues, todos contentos. Hay un equilibrio: el que quiera verlas debe acostarse tarde y el que no quiera no tiene que sufrirlas a horas, digamos, más normales.

Los programas de televisión en los que aparecen personas (personajes) encerrados en una isla o en un chalet, o sin más en un estudio de televisión, en los que los protagonistas exponen explícitamente su amoralidad: se insultan, se desprecian, se amenazan, se pegan, practican sexo, exhiben su incultura, airean su mala educación, la vida de sus hijos (niños) o los cuernos que tienen, o que ponen y además se gritan continuamente hasta quedarse roncos. Estos programas se sitúan en la parrilla a horas de máxima audiencia, a las que también ven la televisión los niños y gente a la que no le gustan. 

Los telediarios y los periódicos (de internet no digo nada) exponen al público imágenes cuya moralidad es más que dudosa. Cualquier persona sensible, o cualquier niño, puede ver a cualquier Gadafi tiroteado o a cualquier Sadam ahorcado. No pasa nada. Eso es información, dicen...

Me pregunto quién determina qué es moral y qué no lo es. Me pregunto si realmente merece un premio o una patada en el trasero un fotógrafo que capte esa imagen o un medio que la difunda. De lo que sí estoy seguro es de que, no son en absoluto morales ni edificantes las imágenes, que estos días se difunden,  de un Gadafi muerto y ensangrentado. Creo que esta sociedad ya hace años que se convenció de que la muerte es casi el único momento de una persona que no hay que exponer públicamente. Sea quien sea y haya hecho lo que haya hecho.

Lo mismo que se pone freno a lo porno debería limitarse lo amoral y lo inmoral, o al menos debería tenerse más cuidado, so pena de que cualquier día nos veamos obligados a ver la televisión o a leer los periódicos únicamente a horas pornográficas.
¿Es una opción la abstención el 20 N?

Desde que se inició en España el cambio democrático, allá por los años 70 del siglo pasado, no ha habido ninguna variación sustancial en las dos leyes más importantes que sustentan el estado: La Constitución y el Sistema Electoral.

Parece que la carta magna va a ser modificada por una cuestión económica. Hay que marcar límite al gasto y al endeudamiento, o si no, los mercados nos hacen trizas. Para ello se pusieron de acuerdo rápidamente los dos grandes partidos, PSOE y PP. Es increíble, con lo que les cuesta hacerlo para cosas mucho menos complejas. Puede que hiciera falta, pero un cambio en la Constitución requiere un mínimo de debate parlamentario y puede que incluso fuera aconsejable la convocatoria del electorado a un referéndum.

Una actuación de esta naturaleza deja ver la falta de nivel de una clase política que no solamente es incapaz de prever una crisis económica y explicárselo al pueblo sino que, ya inmersos en ella, no tiene la capacidad de anticipar actuaciones de calado para hacerle frente, o correcciones para esquivar los problemas derivados de tal situación.

La pregunta es: ¿Cuál es la causa del nivel tan bajo de nuestros mandatarios? Y la respuesta parece obvia: el sistema electoral en español basado en listas cerradas confeccionadas al capricho de los aparatos de los partidos, selecciona de manera natural un tipo de político sin capacidad de acción. Son los partidos quienes hacen la política y esto, además de lento para las reacciones, es perjudicial a la hora de tomar decisiones impopulares que, aunque necesarias en muchos momentos, siempre generan descontento en el electorado y hacen perder votos en cualquier elección. De este modo siempre se tiende a omitir la verdad si esta puede poner en riesgo la pérdida de cuotas de poder.

Una posibilidad sería dar más participación a los ciudadanos a la hora de elegir a los representantes. No sé si listas abiertas o un sistema más simple, como el británico, basado en la elección directa, pero algo que tenga un efecto sobre la calidad de los políticos. Da lástima muchas veces oír expresarse a algunos de ellos situados en puestos bajos de la lista, pero tan representante como los que van en puestos punteros, y que tampoco se expresan mucho mejor.

La cuestión es, de qué manera el ciudadano puede influir para que se vaya realizando un cambio de este estilo. Y puede que sí, puede que la abstención sea una buena opción. Puede que al darse cuenta de la débil participación electoral, alguien piense que esta sea debida a que el sistema actual no es el más adecuado y los electores están demandando otra cosa. Eso si queda alguien con cierta inteligencia política entre los que salgan elegidos el 20 N. 

Qué sepan que mi voto no va a estar dentro de urna alguna y que la razón es que no me gusta el modelo de elección.

08 octubre, 2011

Pobres españoles

Nos acercamos a las elecciones y nadie mueve ficha. El Partido Socialista no sabe que decir porque, ante cualquier propuesta, siempre se va a encontrar con la pregunta de por qué no fue hecho mientras se gobernaba. El Partido Popular, en plena convención en este momento, tampoco dice nada que nos pueda sacar de dudas sobre la cuestión de adónde nos van a llevar, o por qué camino. Solo alguna cortina de humo como la restauración de la cadena perpetua (Trillo) o sobre terrorismo (Aznar) para despistar al electorado y hacerlo pensar en asuntos intrascendentes.

De otro lado, el Gobierno va por libre y toma decisiones realmente trascendentes: pone la base de Rota a disposición de los Estados Unidos para el despliegue de un escudo defensivo antimisiles. Decisión que yo no sé si es buena o mala, pero que me parece demasiado seria como para tomarla sin un debate previo en el parlamento o en cualquier otro foro. Vamos, que nos lo podían haber explicado antes para que por lo menos estuviésemos enterados. Claro que a Zapatero poco le importa, él ya lo deja, y no le preocupa comportarse como un sátrapa del tres al cuarto.

El resto de los partidos con aspiraciones a estar en el parlamento no saben, no contestan. Claro. No tienen ni idea de que decir o de que proponer para intentar liberarnos de este pequeño infierno económico y social en el que estamos, como con ellos no va, pues para qué van a decir. Bueno, esto no es del todo verdad, Izquierda Unida lanza alguna soflama neomarxista y los vascos y catalanes parecido, pero neonacionalista.

En fin... Un erial. Qué le vamos a hacer. Es lo que hay. Ser español siempre fue difícil. Salvo unas pocas excepciones durante la Ilustración, en que se hicieron propuestas que no se quiso que fraguaran, siempre estuvimos sometidos al gobierno de verdaderos gamberros. La única diferencia que tenemos a día de hoy es que los elegimos "libremente". Qué pena.

05 octubre, 2011

Una  cuestión moral y de respeto

Cuando en una sociedad una parte de sus integrantes está en dificultades por falta de actividad,  justo es que el resto les ayude a sostenerse durante un tiempo para que puedan buscar otra ocupación. Este principio básico está en nuestras leyes y, de momento, es inquebrantable.

Sin embargo, no es el principio de protección social el único a tener en cuenta en momentos de dificultades económicas. Cuando las cosas se ponen feas es cuando más hay que cuidar los principios morales. Por esto, una corporación, pública o privada, no debe hacer ostentación de gasto, sino que debe restringirlo siempre que sea posible.

Cuando las autoridades monetarias y políticas piden moderación salarial, productividad y austeridad, no puede permitirse que altos directivos vinculados a entidades financieras sean premiados con bonus millonarios, aún cuando su gestión fue mala. Y muchísimo menos cuando de ello se derivó la intervención del Estado para sanear las cuentas de esta o aquella entidad con dinero sacado directamente del bolsillo del conjunto de los contribuyentes, empresarios y trabajadores.

Todos los contratos existentes en este sentido deberían ser legalmente declarados nulos: no se sostiene el pago de incentivos por una mala gestión y muchísimo menos que esos incentivos sean pagados al final por los ciudadanos con sus impuestos. Es sencillamente una inmoralidad y además, para el conjunto de desempleados, que tienen que resistir con un subsidio, es una falta de respeto y un insulto de orden mayor.

A nadie debe extrañar que al hilo de una noticia de este tipo en la prensa se produzcan altercados o agresiones a personas o entidades relacionadas con estos fenómenos tan grotescos. Y no seré yo quien los condene.

Si se nos explican las cosas con objetividad la mayor parte de los ciudadanos somos capaces de entenderlas y, en una situación como la actual, estaríamos dispuestos a realizar sacrificios económicos (más impuestos) y  en prestaciones: sanidad, educación,…

Pero está claro que no estamos dispuestos a tolerar en ningún caso faltas de respeto y de moralidad como la que se llevan meses dando especialmente en las Cajas de Ahorro y algunos bancos apuntalados con dinero público. Rotundamente no.

02 octubre, 2011

Por qué ahora y no antes

Ahora que se masca el ambiente electoral, ahora que el dinero escasea, ahora que se juega el reparto de poder todos hacen propuestas y promesas:

Aumentar impuestos a las grandes fortunas... ¿Por qué ahora y no antes?

Esfuerzos para disminuir la tasa de paro... ¿Es que antes no lo había?

Cuidados intensivos para los autónomos... ¿Por qué ahora y no antes?

Tasas a las transacciones financieras... ¿Es que no se habían dado cuenta los estados por dónde andaba la pasta?

Cuando se oye tal cantidad de simplezas uno piensa que quienes ocupan el poder y los que lo pretenden tienen el convencimiento de que los ciudadanos somos imbéciles. Lo que nos gustaría oír son ideas, soluciones, planes... NO OCURRENCIAS para ganar el voto fácil.

Ya ha llegado el momento de que se exija cierta competencia para ejercer la gestión de la sociedad.

Por lo que a mi respecta, y creo que a muchos más, con lo que oigo, el 20 N no me va a mover de mi casa nadie. Yo no quiero ser corresponsable de la situación social que pueda llegar a producirse...

A no ser que empecemos a hablar de cosas serias y a analizar los problemas con rigor.