26 marzo, 2015

Filtraciones en accidentes (vuelo GWI9525)

Puede que no haya nada a lo que la sociedad sea tan sensible como a los accidentes de aviación. Cada vez que una aeronave cargada de gente se estrella contra el suelo, o contra el agua, a todos se nos pasa por la cabeza aquella vez que volamos, hace poco o mucho, y el vahído que nos dio cuando entramos en aquella turbulencia. Nos metemos en la piel de quienes, en el interior del cilindro, atrapados, y sin nada que poder hacer, entran en el torbellino de movimientos erráticos, rugido silbante de motores, portaequipajes de los que saltan maletas y toda suerte de objetos, gritos histéricos... Cómo será el momento del impacto que sin duda terminará por llegar.

Cualquiera que haya volado empatiza con las víctimas, de ahí la trascendencia social de estas catástrofes y las maneras extremas con las que los mecanismos políticos, organizativos y mediáticos los tratan: comités de crisis, equipos de alerta y rescate, despliegues informativos. Todo pasa como una locomotora por encima del suceso; y por encima de los familiares. Y aquí es donde habría que pararse...

Siempre me pregunté si el modo en que se les trata es el más acertado. Se les localiza a través de la compañía aérea; se les concentra en un punto, un aeropuerto por lo general (??). En seguida aparecen los equipos de psicólogos y se ponen todos los medios para acercarlos al lugar del suceso. Se fletan aviones (!!!) para ellos, se contratan autobuses, hoteles. Se les lleva de acá para allá como si fueran un grupo de turistas sonados. Entretanto la prensa, la radio, las televisiones y cualquiera a su alrededor baraja hipótesis más o menos plausibles de las causas del suceso.

Los familiares no solo empatizan, sienten, y esto no parece tenerse presente. Quien perdió un hijo se preguntará siempre si se habrá dado cuenta, si habrá sufrido... Por qué habrá tenido que caer este avión y no otro. Quien perdió a su mujer o a su marido grita, llora, se niega a aceptarlo... Todos buscan culpables. La venganza es la primera reacción del ser humano cuando se le arrebata de manera salvaje una parte de sí mismo. Los momentos iniciales son críticos y, de verdad, a pesar de todos los psicólogos del mundo, tengo la impresión de que estas personas tan vulnerables están completamente desprotegidas. Creo sinceramente que si me viera en una situación semejante preferiría otra cosa menos estandarizada. Todo parece muy organizado pero, en realidad todo gira como un ciclón a su alrededor, en especial las informaciones de los medios, las más de las veces a la búsqueda de titulares impactantes.

Las filtraciones a la prensa ayudan poco o nada. Qué pensará quien haya perdido a alguien en este avión cuando se desayuna con la información de The New York Times en la que se cuenta que uno de los pilotos estaba fuera de la cabina y no pudo entrar cuando intentó regresar con al aparato ya con problemas. Pues se le ocurrirá que cualquier cosa imaginable. Las personas en estado de shock emocional no son muy proclives a aplicar la navaja de Ockham (lo más probable suele ser lo más simple) a la hora de evaluar hipótesis. Lo más sencillo sería pensar que un piloto hubiera salido y que al otro haya tenido un desvanecimiento. Este tipo de cosas no se contempla en los procedimientos de seguridad y un piloto puede tener necesidad de ir a orinar, por ejemplo. Pero, esto tan simple, seguro que no va a ser lo que piense una madre que haya perdido a su hijo en edad escolar. Ella busca otra cosa, quiere resarcimiento.

The New York Times es una fuente de la máxima fiabilidad, sin duda. Pero, pensando en estos casos particulares. ¿Deben publicarse este tipo de informaciones en prensa antes de ser oficiales? ¿Es lícito que la prensa se alimente de filtraciones en un asunto tan sensible? ¿Es profesional por parte de un investigador dar información a la prensa, y exigir anonimato y tal vez una compensación? ¿Cual es si no el interés de este individuo? ¿Va a investigarse de verdad y se van dar las explicaciones veraces a los familiares? No lo sé. Solo dejo las preguntas en el aire. Pero se debería ser muy cuidadoso. El impacto en los que perdieron a alguien es impredecible. Incluso algo tan importante como la libertad de expresión o el derecho a la información, en algunos casos, debe ser administrado con suma precaución.

Nota adicional a las 14:00 h.

La última hora indica que el accidente fue provocado por el copiloto, es decir, la opción menos simple de todas. Ahora si que pueden empezar las especulaciones. Pero, insisto en que el procedimiento  no es el más adecuado para quienes perdieron a gente en este desgraciado hecho. Ellos son antes que nadie. Ahora habrá que decirles que un diario que se hizo eco de una filtración horas antes de que se supiera oficialmente estaba en lo cierto: el piloto no estaba en cabina y un copiloto alienado estrelló el avión contra las montañas. Menudo papelón.

20 marzo, 2015

2.183.043 razones para avergonzarse

El INE publicó estos días el padrón de españoles residentes en el extranjero. La cifra impresiona. Es prácticamente como si se hubieran ido del país todos los habitantes de Asturias, La Rioja y Cantabria. Si formaran una comunidad autónoma, los españoles residentes en el exterior tendrían la misma potencia poblacional que el País Vasco (2.289.000 habitantes). Y prácticamente nadie desde la parte política de la sociedad hizo comentario alguno cuando se publicó el informe, lo cual ratifica que los partidos políticos son meras empresas dedicadas a lo suyo: ganar votos para tener el poder y cómodos puestos de trabajo para los adeptos.

Si mañana, que no va a pasar, retornaran a España todas estas personas, entra la risa floja solo de pensar dónde se pondría la tasa de paro. Porque a la hora de evaluar la población desocupada solo se tiene en cuenta la desocupada residente. Pero si a esta desocupación, digamos 5.000.000, le sumamos a los que tuvieron que buscarse su quehacer fuera porque aquí no había, la cifra sería de unos 7.000.000 de personas, más o menos el 30% de la población activa. Claro que los puristas dirán que estas cosas no pueden mirarse así... Pero, qué pasa si lo hacemos. Pues que es un susto gordo.

Está claro que una parte de esta gente que está en el exterior, está porque quiere, pero son pocos realmente: los diplomáticos, los directivos de algunas empresas y los que se marcharon por amor, que su pareja no es de aquí y se fueron con ella, vamos. Fuera de estos, los que están fuera están porque aquí los sucesivos gobiernos no han hecho más que el canelo y han tenido que optar por marcharse para poder vivir, trabajar, formar familias... Y consumir, pagar impuestos y poner su talento a disposición de las naciones que les acogen. ¿Perfecto, no?

Si los inútiles gobiernos españoles que nos llevan castigando desde finales de los noventa hubieran hacho lo correcto: trabajar seriamente para modificar el modelo productivo español, las cosas serían hoy de otra manera. Y oportunidades y dinero no faltaron. Pero el infausto Aznar y el igualmente infausto Zapatero dilapidaron las enormes cantidades de dinero de fondos de la Unión Europea en sobrecargarnos de autopistas y trenes de alta velocidad, amén de aeropuertos sin sentido y rotondas gigantescas donde no hay coches y otras estupideces. No les importó abandonar a su suerte a la industria. No importaba... La construcción, el turismo y el consumo interno eran lo nuestro. Tendríamos un montón de arquitectos sin trabajo cuando ya no hubiera más casas por construir y miles de ingenieros y técnicos que serían fantásticos camareros.

Los muy estúpidos hicieron lo necesario para convertir a nuestro amado país en el engendro que es ahora y desde principios de este siglo cientos de miles de jóvenes y no tan jóvenes van a buscarse la vida y a hacer crecer a otros países que les acogen. Hay más de dos millones de razones para que quienes se dedican a la política sientan vergüenza, pero es igual. Ellos a lo suyo, a sus carguitos que pagamos a partir de nuestros puntuales pagos al fisco. Mientras tanto los dos millones de luchadores se cargan de razones para poder decir alto y claro que el suyo es un país de pandereta que les abandonó. Eso sí los pisos son baratos y las cañas te las sirven camareros muy preparados.

Y la salida de personas continúa. Este año se fueron 124.995. Ni más ni menos. Es como si desapareciera cada año de España una ciudad como Cádiz. ¿No es estupendo?

12 marzo, 2015

El electorado se pone serio

Por fin parece que va a ocurrir. El electorado español empieza a madurar. La capacidad para utilizar el voto como medio para desalojar o quitar poder a quien lo ostenta y lo ejerce de mala manera, al fin va a ser utilizado. El PP y el PSOE deberán hacer sitio en los escaños a un gran número de compañeros de Podemos y de Ciudadanos, que, con toda seguridad, entrarán en las cámaras legislativas con los votos de muchas personas que antes les votaban a ellos, o se abstenían, y que están hartos de que ninguno de estos dos grandes e inútiles mastodontes hubiera hecho nada de provecho en favor de la sociedad.

El problema de aglutinar el voto del desencanto en lugar del voto de la ilusión es que es el desencantado no es un cautivo. El PP y el PSOE, en menor medida, tenían como suyo el viejo voto proveniente de las dos Españas. Pero ahora ya no hay de eso. Ahora aquí el voto se vende. Empieza un tiempo nuevo en el que el voto será un bien que el ciudadano tiene para usar en favor de quien le haga propuestas más ventajosas para él.

Está claro que Podemos aglutina a los electores más radicalizados, capaces de movilizarse y que tomaron cierto odio a los dos grandes partidos por no haberse ocupado de una sociedad inmersa en una crisis creada precisamente por los políticos en su quehacer diario preñado de malas decisiones y de incompetencia absoluta. La gente que vaya a votar a Podemos es gente cabreada, a la que le gustaría que echaran a patadas de donde están a toda la pléyade del PP y del PSOE, ocupada nada más que de medrar y de hacer medrar a sus amigos y conchabada con los grandes capitales.

Ciudadanos, por el contrario, se alimenta de un electorado más instalado en lo racional, con menos capacidad de movilización, más discreto y gris y que no manifiesta su cabreo en la calle, pero tan enfadado como los llamados por el establishment radicales, perroflautas y otras lindezas. Ciudadanos va ganando adeptos como una apisonadora, o sea, con poco ruido y a paso lento, pero constante. Y, de seguir en esta progresión en las encuestas, puede dar una sorpresa mayúscula si no mete la pata y a sus líderes se les va la fuerza por la boca, o si entran al trapo de la pelea a navajazos que va a tener lugar de aquí a las elecciones generales. Para Ciudadanos las autonómicas en Andalucía van a ser todo un test, porque esta comunidad no es granero de voto racional precisamente.

El problema que van a tener Podemos y Ciudadanos es que sus votantes dejaron de creer en la lealtad y en la fidelidad para con los partidos políticos. Están escaldados porque PP y PSOE respondieron solo con corrupción y con más corrupción a la confianza que se les otorgó en su momento. Es decir. El nuevo elector, naciente de la catástrofe generada por PSOE y PP, ya no cree en el amor, solo en los resultados. De tal manera que, si estos no se producen, el voto que hoy está en estos nuevos partidos, mañana puede estar en otros que vengan, o regresar a los viejos que, sin duda, una vez aprendida la lección, se habrán regenerado.

06 marzo, 2015

¡Viva! Empieza la Fiesta

Empezamos la primera campaña electoral de este año (vamos a quedar hartitos) y todo apunta que los PP, PSOE e IU van a tener un problema gordo para influir en el electorado. Pedir el voto después de su gestión de las cosas del gobierno y corruptos hasta las entretelas, tendrán que aplicarse para convencer a los suyos, a los que les quedan. Hasta ahora manejan lo tradicional: promesas, descalificaciones a los oponentes de siempre, desprecio por los nuevos. Ah sí, colateralmente, Pedro Sanchez deja caer alguna protesta de calado y el portavoz del PP... bueno, lo de este mete miedo.

Mi mujer, que es muy observadora me dice que escribo, como cabreado. Y casi siempre tiene razón. Suelo escribir cabreado, indignado y malhumorado la mayor parte de las veces. Pero esta no (te lo juro, cielo), esta escribo expectante porque siento una curiosidad enorme por las elecciones andaluzas. De su resultado van a depender montones de estrategias políticas futuras y ello me hace sentir una fuerte excitación. Va a ser enormemente entretenido y divertido.

El PP, ayer, en el primer acto de campaña, prometía, entre otras cosas, acabar con la corrupción en Andalucía. Tan solo unas horas antes se anunciaba la apertura de juicio para todo hijo de vecino en la Gurtel esa. ¿Habrá algún andaluz que se crea que el PP va a terminar con la corrupción? Si lo hay, no debe ser de muchas luces. Pero ya se sabe que en esto de la democracia el voto de un tonto vale lo mismo que el de un listo. Entretanto, el PSOE, ¡ay, Susana! decía a grito pelado que quería contarle a su hijo que había dejado una Andalucía mejor que la que tenían sus padres. Y el rebaño la aplaudía enfebrecido. Pero si solo gobernaron ellos en los últimos casi cuarenta años. De qué, o qué cosa, está hablando Susana... Si solo dejaron el PER, corrupción a mansalva y cuatro barrigas agradecidas. Pues aplaudían como posesos.

Desde IU, para animarse decían que su voto está oculto y que solo saldrá en el día de autos, y en Podemos, su candidata está disgustada porque con lo que les dan las encuestas no pueden gobernar ni llevar a cabo su programa. Ciudadanos, más comedido, intenta pescar entre la parte racional del caladero y de su mensaje se desliza que va a ser todo al final una cuestión de pactos y entretejidos. Y tiene razón. Por mucho que se empeñen unos y otros. Afortunadamente para Andalucía, el PSOE no va a gobernar con mayoría absoluta. Tampoco va a gobernar con IU, si a IU le queda un poco de dignidad, además no iba a ser suficiente el número de escaños. A lo mejor tiene que pactar con el PP... Sería la bomba, porque claro, de pactar con Podemos, nada. Todo depende de si Ciudadanos saca más escaños, porque si no, querida Susana, vas a tener que retratarte.

Aparte de lo divertido de la situación en Andalucía, decía que, colateralmente se dejan caer cosas. Sánchez, desde Madrid, puede que ayude con su propuesta de abrir listas en el futuro, aunque ello no nos haga avanzar nada en calidad democrática, es una ayuda a Díaz, al menos no es un estorbo. Porque para estorbo el genio este del PP, Hernando, que llama naranjitos a los de Ciudadanos y habla de Pablo Iglesias como «este de la coleta»... Hay que ser pánfilo (la cantidad de memos que hay en el PP, es increíble). Todo un portavoz en el Congreso, haciendo campaña a Podemos y a Ciudadanos. El candidato del PP andaluz debe estar encantado.

Sí, sí. Esto va a ser muy divertido. Esta vez, mientras escribía esto, ni me enfadé ni me indigné ni nada parecido (qué lo sepas, mi vida).