28 julio, 2016

PSOE + Podemos + Ciudadanos

A veces uno insiste con cierta terquedad en que esta suma es la solución a la ecuación, bastante compleja, que representa la formación de gobierno, más después del error de haber ido a segundas elecciones tras el fracaso de la investidura de Sánchez. La negativa de Podemos a integrar un ejecutivo en el que estuviera Ciudadanos (la dirección de Podemos ni siquiera consideró abstenerse para facilitarla) y la negativa de Ciudadanos a hacerse socio de Podemos, fueran las que fueran las circunstancias, dinamitaron un pacto a tres que hubiera sido la solución más lógica y sencilla. Solo había que ceder algo y tener cierta altura de miras, algo de lo que carecen hoy en día los pusilánimes líderes de estos partidos.

 Podemos insistía en una suma de izquierdas imposible, no solo para el PSOE, sino para cualquier intelecto mínimamente normal: se requería la presencia de ERC. Resultaría chirriante que un gobierno de España se sustentara sobre una mayoría que dependiera de los escaños de unos independentistas, que en aquel momento, y ahora, tienen como objetivo la independencia de su territorio. Por lo tanto, lo pensara Podemos como lo pensara, la suma era imposible. Partidos nacionales con independentistas. No se pueden sumar peras con manzanas.

Las elecciones del 26 J nos trajeron más lío aún. El electorado de la derecha, ante la amenaza de una radicalización de la izquierda por la absorción de IU por Podemos, salió en tromba sin importarle la penosa situación de un PP preñado de corrupción y de corruptos. Al PP le aparecieron votos que se le habían ido a la abstención y a Ciudadanos. Pero resultó que el electorado castigó a UP, en parte por no facilitar la salida de Rajoy de Moncloa, en parte porque muchos de los votantes de IU tienen otras sensibilidades diferentes al partido de Iglesias.

La situación es de emergencia nacional absoluta. Con el PP no quiere ir nadie ni a coger duros, a lo sumo, podrá conseguir, alguna abstención, pero no la imprescindible del PSOE (al menos eso aseguran en Ferraz). Por lo tanto las terceras elecciones están más que cantadas, a no ser que se haga algo. Algo como un gobierno de compromiso, sí, digo compromiso, con el país, entre PSOE, Podemos y Ciudadanos. Estos tres partidos tienen 13,5 millones de votos y reflejan perfectamente el color variado de la sociedad española. Y no hay otra solución. No la busquen.

Nota:

Hoy aparecerá un manifiesto firmado por más de 450 personas: políticos, intelectuales, artistas, activistas... Uno es un simple analista aficionado con un blog. Pero si de algo vale, aquí está también mi apoyo. A ver si de una maldita vez reaccionan estos necios.


22 julio, 2016

Europa nos saca los colores

Europa cada poco nos acusa de falta de rigor. En Europa está extendida la opinión de que España es un país poco serio. ¿Le extraña a alguien? ¿Verdad que no? España es el país de la corrupción, el país en el que el partido más votado está lleno de causas pendientes con la justicia. El segundo partido más votado también está parecido. El presidente del gobierno manda mensajes SMS a su tesorero, un delincuente que robó a su partido mientras daba sobres a todo hijo de vecino. Tras unas elecciones en diciembre hubo que ir a otras porque aquí es imposible ponerse de acuerdo sobre las prioridades, aquí cada uno mira lo suyo y a la población que le den por el mismísimo culo. Para muestra lo que se ve estos días previos a la investidura y lo que se verá las próximas semanas. El que no vomite es que tiene un estómago de hierro.

Pero si fuera por eso por lo que tenemos fama de informales, de superficiales, de poco serios, como decía, podría soportarlo. Pero es que donde Europa nos saca la foto fija es en un aspecto mucho más grave: en España se investiga sin independencia, las comisiones de investigación no son independientes, los investigados suelen ser investigadores, jueces y parte, o se politiza el asunto mediante comisiones de investigación en parlamentos nacionales y regionales. Estos comisiones no sirven para nada más que para tener en la prensa unos días el asunto; de ellas cada partido extrae sus conclusiones y descalifica las extraídas por los otros. Da igual de que se trate. Da igual que haya muertos por el medio. Me vienen a la cabeza la comisión de investigación del 11 M, la pantomima del metro de Valencia, y otras muchas.

Estos días cobró importancia la del tren Alvia accidentado en Angrois hace tres años. Dice Europa que lo investigado lo está solo de forma superficial, que las responsabilidades no se establecen y que lo de echar la culpa al maquinista, que se despistó o lo que fuera, que de eso nada monada. Dice Europa que aquí hay responsables de vías, responsables de señalización, de sistemas de seguridad. Se trata de responsabilidad, esa palabra que a la mayor parte de los españoles les da pavor, sobre todo si se dedican a la política. Nótese que los políticos se llaman unos a otros irresponsables constantemente. Cómo pueden ser tan imbéciles.

En España los políticos están acostumbrados a que si la cagan no les pasa nada. Y esto reza también para los cargos políticos al frente de empresas públicas o de secciones importantes de las mismas. En el accidente de Angrois murieron más de ochenta personas por un despiste de un señor en una vía mal señalizada y sin los sistemas de seguridad adecuados ni requeridos para que circularan trenes de alta velocidad. Esto lo sabía Fomento, la ministra y los altos cargos, lo sabía Renfe, Adif, lo sabía todo hijo de vecino. Está bien que el maquinista negligente pague sus culpas, pero quienes fueran responsables de que el tramo no tuviera las necesarias condiciones de seguridad, también deben pagar. La irresponsabilidad, la negligencia, la indolencia cuando se está en un cargo mata, como puede verse, igual que si hubiera estallado una bomba en el tren, una bomba cargada de insensatez.

Pues esto tan tonto, tan evidente, nos lo tuvo que decir Europa. Qué haríamos sin Europa. Casi sería mejor ir en manifestación a Bruselas a pedir que nos gobiernen desde allí. Total, para lo que tenemos en casa. La investigación criticada por Bruselas, por cierto, hace ya meses, fue hecha por Fomento, y como premio, a Ana Pastor la hacen presidenta del Congreso. Sí, definitivamente este es un país poco serio, y sus políticos en grado sumo.

19 julio, 2016

Y Ciudadanos perdió la dignidad

Tienen estos políticos que nos tocaron en suerte (mala) la fea costumbre de ser explosivos en campaña electoral y, cuando se acaba, hacer lo contrario de lo que dijeron. Las intenciones, los programas, las promesas, valen de poco para la totalidad del espectro político español. Sin embargo hay cosas que no deben hacerse en ningún caso; y una de ellas, de importancia no menor, es perder la dignidad.

Ciudadanos perdió su dignidad como partido. Rivera, con toda probabilidad, terminó con un proyecto por una mala decisión: pactar con Rajoy la presidencia del Congreso. Y no es ya que la presidencia de la Cámara Baja tenga una importancia capital, que no la tiene, sino que Rivera dijo alto y claro en la anterior ocasión similar, en enero pasado, que él, que su partido, pensaba que para que hubiera el debido equilibrio en el Estado, el presidente de la cámara debía ser de otra formación que no fuera la del gobierno.

No es ya un asunto de negociaciones, de sillones o de afinidades, es un asunto de principios. Y cuando un partido no es leal a sus principios, pierde la dignidad. Esto, sin duda ninguna, le pasará a Ciudadanos factura en forma de pérdida de votos, lo mismo que, en su momento, se la pasó al PP, al PSOE o a Podemos por parecida razón: no ser fieles a las cosas que proclamaban como sus principios.

Encuentro perfectamente legítimo que Ciudadanos, que se define como «de centro», negocie la investidura con el PP, como lo hizo antes con el PSOE, es lo bueno de ser centro. Incluso encuentro legítimo que se avenga a formar parte de un gobierno. Pero el locuaz Rivera debe saber que si lo hace, Rajoy no puede estar al frente. El mismo se lo marcó como una línea infranqueable en voz tan alta que fue oído hasta por los que no hacemos mucho caso a las campañas electorales.

Ciudadanos era un partido que por su trayectoria en Cataluña, su oposición a los nacionalismos y su carácter centrado tenía las simpatías tanto de votantes del PP que abominan de la extrema derecha imperante en el partido, como de votantes del PSOE, esos progresistas moderados que, sin otra opción, preferían la izquierda a la derecha rancia. Sin embargo, al pasarse por el arco del triunfo los principios por él mismo marcados, Ciudadanos se convierte en un partido vulgar y Rivera pasa a ser aire, nada, un mindundi más a añadir a la lista dentro de la infausta política española.

Así pues, como queda perfectamente demostrado que los llamados nuevos partidos son igual que los viejos pero fundados más recientemente, voy a hacer una premonición sin temor a equivocarme: la abstención aumentará aún más porque votar es ya una actividad de alto riesgo: el elector puede llegar a ser responsable de poner el país en manos de auténticos mentecatos.

15 julio, 2016

Niza: Francia golpeada de nuevo

Parece un contrasentido que Francia, quizá el mejor país del mundo en el respeto por la libertad y los derechos humanos, sea golpeada con tanta fuerza por el terrorismo islamista. Y son los propios franceses musulmanes quienes lo hacen. En sus barrios, casi siempre marginales, se esconden con impunidad terroristas que preparan atentados contra una sociedad que consideran ajena a ellos, y que sin culpa alguna, sufre las consecuencias en forma de muertes gratuitas e indiscriminadas.

El estado francés cometió un error de bulto en el tratamiento del problema de los musulmanes inmigrantes que durante décadas fueron llegando al territorio continental. No supo integrarlos realmente. Permitió la creación de auténticos guetos en los que se vivía, y se vive, apartado de las costumbres y valores de la sociedad francesa. No obstante, les proporcionó también medios de educación y subsidios variados para la supervivencia. Pero nunca pasó la cosa de aquí. Y el simple hecho vivir de la «caridad» del estado y tener acceso a la educación ni integra ni crea sentimiento patriótico.

Tampoco ayuda a amar al país que te acoge realizar los trabajos menos cualificados y tener los peores salarios. No hay realmente muchos musulmanes en Francia, en ningún país de Europa, que pueda decirse que están encantados con su vida. En todo caso están mejor de lo que estaban en sus países de origen, es verdad, pero este sentimiento de diluye en cuanto aparecen las primeras generaciones nacidas ya francesas. Estos franceses musulmanes ya no conocieron condiciones peores. Las que tienen son las peores de las que pueden percibir a su alrededor. Lógicamente, esta gente no siente mayor amor por Francia ni se siente orgullosa de su nacionalidad. Son marginales sometidos a circunstancias de vida duras, de las que difícilmente saldrán nunca.

Aún así, no hay excusa. Los asesinos deben ser perseguidos y castigados con extrema dureza. Tal vez el primer objetivo a lograr sea la derrota militar del Estado Islámico. Cuanto más tarde esta, más largo será el periodo de alto riesgo de atentados. La clave está en devolver el control del Oriente Medio a estados árabes no extremistas. Mientras el EI siga en pie, habrá atentados, pues su semilla germina rápido en el terreno abonado de la pobreza y la falta de expectativas de los guetos franceses y europeos.

En paralelo, las comunidades islámicas francesas deben tomar el control de los barrios y colaborar activamente con la policía. De no hacerlo, Francia sufrirá más atentados y la consecuencia será que se reaccionará en contra de los musulmanes y la xenofobia aflorará con fuerza en una sociedad a la que ya le cuesta trabajo mantener la calma. La ley del silencio en los barrios árabes puede pasarles a ellos mismos factura, y como siempre, cuando pasan estas cosas pagarán justos por pecadores. Pero la vida es así. El musulmán que conducía esta pasada noche el camión en Niza se llevó por delante a más de ochenta justos, muchos de ellos niños.

Los islamistas deben andarse con cuidado con Francia. Nunca debe olvidarse el estribillo de la Marsellesa, que ayer, 14 de julio fue entonada en toda Francia:

Aux armes, citoyens !                        ¡A las armas, ciudadanos!
Formez vos bataillons !                     ¡Formad vuestros batallones!
Marchons, marchons !                       ¡Marchemos, marchemos!
Qu'un sang impur                             ¡Que una sangre impura
Abreuve nos sillons !                          abreve nuestros surcos!

Sí. Deberían tener cuidado.

11 julio, 2016

Legislen de verdad contra la violencia machista

Judith y Holofernes (Caravaggio)
Cuando se oye una noticia de que alguna mujer fue violada, agredida en plena calle, acuchillada, tiroteada, pateada o lo que se quiera. La sensación que se tiene es la de que las penas contra la violencia machista no son suficientemente fuertes, más, cuando esta es ejercida de manera brutal y es notoria la acción del «macho».

De lo que se trata es de que el que lo hace sepa a qué se arriesga. El machista asesino, el violador, no es más que un chulo sin posibilidad de rehabilitación; por lo tanto, la cárcel debe ser un lugar únicamente de castigo. Quién mata a su pareja femenina porque cree que es suya no tiene reeducación posible. El machista asesino no es solo un delincuente, es un miserable. Y lo mismo debe rezar para los delitos de agresión sexual como los producidos estos días en los Sanfermines. Una violación en grupo probada y registrada en los móviles no puede verse saldada con una pena menor. A los violadores deben temblarles las rodillas al escuchar el veredicto.

Aquí no estamos hablando de casos de la violencia de pareja, del tipo que sea, que puede darse entre ambos miembros. Todos hemos visto y seguramente conocemos parejas que se maltratan, que se perdieron el respeto y que, a menudo, no se soportan y se dañan. Parejas que no se separan porque no disponen de medios económicos ni, muchas veces, de resortes culturales. Los resultados de este tipo de violencia son también letales a veces, y casi siempre para la mujer, pero debe distinguirse entre violencia de pareja y violencia machista. La violencia machista es la que ejerce un indeseable, o varios contra una mujer por el mero hecho de serlo. El machismo se distingue bien, es como el racismo. Una pelea entre un blanco y un negro en una discoteca no tiene que ser una agresión racista, pero una paliza a un negro con bates de beisbol sí. No sé si me explico. Son cosas diferentes y requieren leyes diferentes.

Cabeza de Holofernes en detalle
Es contra la violencia machista contra la que hay que actuar con contundencia. Hay quien dice que si la educación, que sí la cultura... Sí, eso también. Pero primero, antes de nada, los machos que por ahí andan sueltos estaría bien que supieran que las leyes que se les aplicarán serán rígidas, pétreas. Para los machistas no debe haber ni piedad ni perdón. Un machista no es un inadaptado, es un ser despreciable y la sociedad no tiene por qué ser compasiva con él. No se distingue en nada de un terrorista de la peor calaña, porque en su cabeza la mujer no es una persona sino un objeto, un instrumento. Lo mismo que las víctimas para los terroristas.

Estos días hubo un brote tremendamente virulento de machismo de la peor especie. Invito a quien lea esta entrada que piense que pena querría para los violadores de Pamplona si la chica violada fuera su hija, o si lo fuera la última mujer asesinada. ¿Ya está pensado? Pues eso.


08 julio, 2016

El extraño caso de los encierros de San Fermín

Cada año por estas fechas me pregunto lo mismo. ¿Suscitan tanto interés los encierros de San Fermín como para darles tanta cobertura mediática? Y, claro, no me puedo contestar porque tengo un cierto problema con los toros y todo lo que los rodea. Creo que el toreo consiste en martirizar en público a un animal, a un mamífero, y provocarle horribles sufrimientos, los mismos que tendría un hombre en el mismo caso.

Si se hace un esfuerzo de imaginación, se puede uno imaginar otro tiempo, podría ser futuro, en el que en determinada ciudad sueltan de la cárcel a unos cuantos presidiarios fieros, que corren por entre las calles valladas y que tratan de alcanzar, y a veces alcanzan y hieren, a gente que les increpa y les insulta. El recorrido es corto, poco más de un par de minutos, a veces cuatro a cinco, rara vez más. Al final, los proscritos entran en una plaza abarrotada en la que el gentío grita histérico. Una vez allí son llevados a unos calabozos a la espera de que, unas horas después se proceda a su escarnio público. Un escarnio perfectamente normalizado en cuanto a útiles y métodos, que dura una media hora y termina siempre con la muerte del preso de un espadazo en la espalda.

A los toros en los Sanfermines se les hace exactamente eso. Pero como estamos en España, los esfuerzos de imaginación para saber si lo que se hace está bien o mal son escasos, es como si no tuviéramos la capacidad de discernir. No voy a abogar aquí por la abolición de la fiesta de los toros porque sería perder el tiempo. Pero voy a permitirme dudar de la pertinencia de retransmitir en directo cada encierro como si fuera un espectáculo imprescindible.

 Dicen que a Hemingway le entusiasmaban los Sanfermines y los toros. Bien... Ernest, era un fenomenal escritor, uno de los mejores, pero pasaba mucho tiempo ebrio. Puede que su capacidad literaria fuera extraordinaria, pero tenía severamente descorregida la de discernimiento. Lo mismo que la SER, Radio Nacional, y todas las televisiones que nos los meten a calzador en nuestras vidas durante las fiestas de Pamplona.

07 julio, 2016

Sin mayores consecuencias para los culpables

Ayer, un caballero inglés, Sir John Chilcot entregó su informe sobre el feo asunto de la invasión de Irak, The Report of the Iraq Inquiry. Los ingleses quisieron saber los porqués de una decisión de su primer ministro, Tony Blair, y otros dos, que, no solo cambió los equilibrios en Oriente Medio, sino que metió al mundo en un estado de alerta permanente por ataques terroristas. Para ello, en 2009, había encargado, a través de Gordon Brown, a una comisión independiente, presidida por el citado caballero, la realización de un informe exhaustivo sobre este particular. Y tan exhaustivo fue que solo el documento de síntesis tiene 145 páginas y el informe completo son 12 volúmenes. Si alguien tiene paciencia y domina la lengua inglesa puede leerlo aquí. Son siete años de trabajo.

Entiendo que un informe semejante es para los más altos estamentos de la Administración de Su Majestad, porque, en realidad de poco sirve ya todo lo que se diga sobre la invasión de Irak en marzo de 2003. Sin embargo, es bastante tranquilizador que algunos países encarguen este tipo de investigaciones, aunque sea a posteriori, para conocer la verdad sobre algo que, hasta la fecha había sido totalmente oscuro. No obstante, el conocimiento de la verdad, aunque bueno de por sí, no va a hacer que se haga justicia y se tomen medidas contra los responsables de semejante decisión, lo cual sería más que deseable.

Bush, Blair y Aznar decidieron invadir Irak sin ninguna certeza de que las acusaciones contra el régimen de Sadam fueran fundadas: «Está claro ahora que la política sobre Irak se hizo sobre la base de un inteligencia defectuosa», dice Sir John sin cortarse un pelo. O sea, que no era realmente inteligencia, porque si lo fuera no sería defectuosa. Lo que pasaba (esto no lo dice) es que por razones desconocidas Bush quería invadir Irak y se buscó a dos adláteres tan simples, o más que él, para que lo secundaran. Bush sabía perfectamente que la ONU no iba a hacer una resolución favorable a la acción bélica, por eso necesitaba compañeros. Es desconocido qué ofreció el intrépido George a Tony y a Chemari, a cambio de su apoyo. Creo firmemente que esto nunca se sabrá.

A veces en política se dan las circunstancias para que se produzca la tormenta perfecta: tres insensatos, dos al frente de países militarmente poderosos y un tercero, el más cargante, que solo quería un autógrafo y una foto con los otros. Cuando tres necios hablan entre ellos y una estupidez se convierte en la base argumental de otra más grande puede pasar cualquier cosa. Tres mandatarios, con la autoridad otorgada por sus pueblos, marionetas al servicio de intereses que nada tenían que ver con la seguridad mundial, deciden invadir un territorio y romper los equilibrios en la zona y del mundo.

Leer el informe Chilcot está bien si uno está aburrido. Pero la única conclusión es que Irak nunca debió ser atacado: no había justificación, todo era una gran mentira. Y con esto es suficiente. Pero me pregunto si alguno de estos tres mentecatos tiene las neuronas suficientes para darse cuenta del alcance de su decisión sin fundamento. Estos tres individuos son los causantes de que no podamos viajar tranquilos por el mundo, de que los fanáticos islamistas se vuelen a si mismos y esparzan sus sesos y tripas por nuestros trenes y aeropuertos, o nos ametrallen indiscriminadamente en discotecas o bares. Son, los tres, pero especialmente el menos dotado, el español, tan inconscientes que cuando saben de algún atentado, como el último de París, concilian el sueño perfectamente.

En España lo vivimos de cerca. Tras los atentados del 11 M la principal preocupación de Aznar no fueron las víctimas, los muertos no importaban, solo urdir una gran mentira para que su partido no perdiese las elecciones. Hasta la ONU emitió un comunicado de condena a ETA, para vergüenza de nuestra nación. Este hecho muestra la sensibilidad de Aznar. A este tipo de gente, los muertos le importan un rábano. Los ciudadanos somos meros objetos para justificar sus fines por las urnas y pagarlos con nuestros impuestos.

Si no hay una ley que haga que gente como Bush, Blair y Aznar sea encarcelada por lo que hizo, entonces estamos en un mundo carente de la más elemental justicia.