No sé si la mayoría de la gente, pero si mucha,tenía a Alberto Ruiz Gallardón como una persona inteligente y capaz. No sé por qué, la verdad, porque si uno se para a pensar, en realidad no hizo nada notorio, ni en la alcaldía de Madrid ni en la presidencia de la comunidad, que no fuera gastar grandes cantidades de dinero del contribuyente en grandes obras, muchas de ellas innecesarias o demasiado caras para lo que se requería.
Gallardón nació en una familia donde todo se le hizo fácil para llegar a la cima política. Formado en los Jesuitas, se hizo abogado, y, en nada opositó y ganó un puesto de fiscal. De aquí en adelante, las cosas le vinieron dadas en el Partido por su apellido y apoyos. La oposición, voy a suponer que la sacó por méritos propios y no ajenos. Esta es su única carta de presentación: «mire, soy fiscal. Por lo demás luego he vivido de la política». Lo cual me hace preguntarme de dónde se sacó que este señor era un individuo capaz. Gallardón no es más que un tipo normal pero con enchufes muy gordos que le permitieron vivir como un marqués toda su vida a costa de los contribuyentes.
Después del ridículo más espantoso, en el que su incompetencia se manifestó desde el primer hasta el último día, con la reforma judicial para evitar el acceso de los pobres a la justicia y la ley del aborto infumable para la gente normal, decide dimitir de todos sus cargos. Y aquí es entonces donde sale a la luz el gravísimo problema de gasto que tenemos en este país: Gallardón, a pesar de su incompetencia, ingresa en una cosa rara que se llama Consejo Consultivo de Madrid. Tócate los cojones (con perdón). Para qué coño sirve esta cosa, a la que también pertenece Joaquín Leguina, y que paga salarios de 8.500 € al mes. ¿Puede valer lo que puedan aportar este par de parásitos esa cantidad?
Pero el motivo de mis cuitas no es este esperpento de consejo con Gallardón y Leguina en nómina. Lo que realmente me pregunto es cuántos organismos de este tipo hay en el estado entre Gobierno central, gobiernos autonómicos, locales, diputaciones... ¿Cuanto dinero se tira para mantener a gente retirada de la política sin hacer nada, pero con salarios de vértigo, despachos, coches y adláteres? Por qué necesitan tanto. ¿No les bastaría con la pensión, más un plus por los servicios prestados, o con el salario de su antiguo puesto de trabajo, más ese plus?
Los partidos políticos se lo montaron para que los contribuyentes les mantuvieran a cuerpo de rey. Los ciudadanos no conocemos ni la centésima parte del gasto invisible e inútil que existe y que es en gran parte causa de que este país deba el equivalente a su PIB anual. Los contribuyentes nos preguntamos por qué no se recortó de manera drástica algo que ya de por sí nunca debería haberse creado y que tiene un enorme coste para la sociedad sin aportarle nada a cambio. Los contribuyentes exigimos que salgan a la luz todos estos organismos, quiénes están en ellos, cuánto cobran, qué hacen y cual es su función. ¿Saben nuestros próceres cuanta hambre se podría quitar con todo este dinero?
Sí. Dije hambre.
Blog de Jesús Arribas. Ciudadano que observa la realidad desde Avilés, una ciudad periférica de tamaño medio en el norte de España. En este momento, en estado de rebeldía personal.
28 septiembre, 2014
25 septiembre, 2014
¡Pero bueno! Mariano...
Menudo pájaro estás hecho. Vaya habilidad para deshacerte del Gallardón. Chapeau: una jugada maestra. El único en todo el PP con capacidad para, en un momento dado, hacerte sombra y plantarte cara en una teórica sucesión, vas y le induces al suicidio político. Alberto el pío dimite de todo, todito, todo... Bien, supongo que tiene posibles para poder vivir con dignidad y que no se irá a la cola del paro. Pero desaparece, según dice, de la escena política. De verdad, Mariano. Eres un fenómeno.
Ahora solo te queda la Espe. Pero ya lo arreglarás para que en ese juicio por lo de darse a la fuga cuando le echaban una multa de aparcamiento le salga algún marroncete del tipo insultos y vejaciones a los agentes, o algo así, que la haga moralmente reprobable para el electorado. Y después, con Chemari ya eliminado por el método de no hacerle ni puto caso y Anita Botella a sus labores, todo el PP para ti y para tu vicepresidenta preferida. Por cierto, estate atento, que Soraya seguro que te pide el pescuezo de Cospedal. Pero eso lo tienes fácil; bastaría con sacar algo de su cónyuge, que este tiene para dar y tomar. Pobre Dolo, la que le espera.
Lo dicho, Mariano, un fenómeno. Te tienes empollado a Maquiavelo. Sí señor, un digno alumno de don Nicolás. En fin. No te digo nada. Solo qué seas prudente que, acuérdate de lo que dice vuestro señor Jesucristo de que quién a hierro mata... ejem...
Pero volvamos a Gallardón. A ver, tío... Como pudiste convencer a Alberto de que preparara una ley del aborto tan retrógada que hasta a ti te olía mal. Gafotas fue quién, en otros tiempos, exhibió la cara de la derecha civilizada del PP. Estoy algo despistado. A ver, aclárame. ¿Es que el Gallardón era un carca y estaba engañando a todos solo para conseguir votos? No parecía cuando se le oía hablar en los medios de Prisa, fíjate tú, de Prisa, que era casi como hablar con el mismísimo demonio. Joder, Mariano, si era un carca nos engañó a todos de plano en aquella época. ¿A ti también?
La otra posibilidad es que ARG fuese en realidad un moderno casi izquierdoso al que le pediste una prueba de fidelidad haciendo una ley cavernaria que demostrase su compromiso con la verdadera derecha española que tú comandas. Porque tú no habrás cambiado, ¿no? Tú sigues siendo de la derecha, derecha... ¡O no! No me jodas, Mariano, que se me cae un mito... O sea que Albertito cayó como un cándido en tú ratonera y en cuatro días pasó a ser considerado por el vulgo como un facha meapilas, con lo que quedaba marcado para siempre. Si a esto unes que le retiras la ley y dimite, lo dejas eliminado para siempre. Muy bueno, tío. De verdad. Me descubro ante tu inteligencia silenciosa que, te lo juro, se me antojaba también inexistente.
Además, a pesar de que tú eres muy de derechas, no te llevas bien con los curas, con los de antes de Trento me refiero. Y ahora que Francisco le dio pasaporte a Rouco, sabes que quitándote el marrón del aborto solo pierdes cuatro votos de los fundamentalistas, que la nueva curia no va a meterse contigo por esto ni a sacar a la gente a la calle. O sea, que, al final vas a ganar votos. Qué cabrón. Qué bien te lo montaste. Y todo por el método de no decir nunca nada y dejar morir los problemas de inanición. ¿que qué es inanición? Lo mismo que vas a conseguir con el pueblo soberano, que se te muere de hambre... Pero eso no le importa a un tío bragado y de la derecha, derecha, como tú. Muy bien, Mariano.
Ahora solo te queda la Espe. Pero ya lo arreglarás para que en ese juicio por lo de darse a la fuga cuando le echaban una multa de aparcamiento le salga algún marroncete del tipo insultos y vejaciones a los agentes, o algo así, que la haga moralmente reprobable para el electorado. Y después, con Chemari ya eliminado por el método de no hacerle ni puto caso y Anita Botella a sus labores, todo el PP para ti y para tu vicepresidenta preferida. Por cierto, estate atento, que Soraya seguro que te pide el pescuezo de Cospedal. Pero eso lo tienes fácil; bastaría con sacar algo de su cónyuge, que este tiene para dar y tomar. Pobre Dolo, la que le espera.
Lo dicho, Mariano, un fenómeno. Te tienes empollado a Maquiavelo. Sí señor, un digno alumno de don Nicolás. En fin. No te digo nada. Solo qué seas prudente que, acuérdate de lo que dice vuestro señor Jesucristo de que quién a hierro mata... ejem...
Pero volvamos a Gallardón. A ver, tío... Como pudiste convencer a Alberto de que preparara una ley del aborto tan retrógada que hasta a ti te olía mal. Gafotas fue quién, en otros tiempos, exhibió la cara de la derecha civilizada del PP. Estoy algo despistado. A ver, aclárame. ¿Es que el Gallardón era un carca y estaba engañando a todos solo para conseguir votos? No parecía cuando se le oía hablar en los medios de Prisa, fíjate tú, de Prisa, que era casi como hablar con el mismísimo demonio. Joder, Mariano, si era un carca nos engañó a todos de plano en aquella época. ¿A ti también?
La otra posibilidad es que ARG fuese en realidad un moderno casi izquierdoso al que le pediste una prueba de fidelidad haciendo una ley cavernaria que demostrase su compromiso con la verdadera derecha española que tú comandas. Porque tú no habrás cambiado, ¿no? Tú sigues siendo de la derecha, derecha... ¡O no! No me jodas, Mariano, que se me cae un mito... O sea que Albertito cayó como un cándido en tú ratonera y en cuatro días pasó a ser considerado por el vulgo como un facha meapilas, con lo que quedaba marcado para siempre. Si a esto unes que le retiras la ley y dimite, lo dejas eliminado para siempre. Muy bueno, tío. De verdad. Me descubro ante tu inteligencia silenciosa que, te lo juro, se me antojaba también inexistente.
Además, a pesar de que tú eres muy de derechas, no te llevas bien con los curas, con los de antes de Trento me refiero. Y ahora que Francisco le dio pasaporte a Rouco, sabes que quitándote el marrón del aborto solo pierdes cuatro votos de los fundamentalistas, que la nueva curia no va a meterse contigo por esto ni a sacar a la gente a la calle. O sea, que, al final vas a ganar votos. Qué cabrón. Qué bien te lo montaste. Y todo por el método de no decir nunca nada y dejar morir los problemas de inanición. ¿que qué es inanición? Lo mismo que vas a conseguir con el pueblo soberano, que se te muere de hambre... Pero eso no le importa a un tío bragado y de la derecha, derecha, como tú. Muy bien, Mariano.
14 septiembre, 2014
Regeneración democrática. ¡Y una mierda!
Parece que de repente, a buenas horas, los grandes partidos se quieren embarcar en lo que llaman pomposamente Regeneración Democrática. Regeneración democrática, sí... No sé ni como se atreven a ello. ¿Es que de verdad creen que no nos damos cuenta de que lo único que les está pasando es que están completamente asustados por la percepción social se tiene de todas las instituciones del estado, la mayor parte de ellas manipuladas y retorcidas por ellos mismos hasta límites sonrojantes?
El Tribunal de Cuentas, el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, por citar lo más gordo, son un claro ejemplo de lo que no deben ser estas instituciones. Todas ellas están gobernadas desde las bambalinas por los Partidos Políticos, que colocan a sus miembros a conveniencia en un ejercicio de exhibicionismo de qué no debe hacerse en democracia. Estas instituciones deben ser completamente independientes de gobiernos y colores políticos. En ellas reside, se supone, la seriedad y la imparcialidad; y ellas fueron convertidas por los partidos en lupanares en los que vegetan estómagos agradecidos dispuestos a obedecer las consignas de sus amos.
De qué regeneración democrática puede hablar el PP, que cultivó el arte de la mordida y la comisión en dinero negro; que ordenó que se estrujara la ley para procesar y expulsar a Garzón porque investigaba lo que no debía; que interpuso un recurso de inconstitucionalidad contra el Estatut que, de no haberlo hecho, nada de lo que está pasando en Cataluña habría tenido lugar; y que intenta ahora cambiar sin consenso, para su provecho, la Ley Electoral. Una ley electoral que es una porquería y la causante del bajo nivel de los políticos, pero que nadie debe tocar sin un gran consenso. No el PP no quiere regeneración democrática, lo que quiere es apuntalar las cosas para garantizarse una parte gorda del pastel del aparato del Estado.
Y lo mismo que quiere el PP, lo quiere el PSOE. Los ciudadanos no importamos. Ellos necesitan votos. A pesar del gran avance en democracia interna con la forma de elección impecable del Secretario General y de las primarias para candidato a la Presidencia del Gobierno, lo que interesa de verdad al PSOE en ese foro no es mejorar en democracia, es organizar las cosas para conservar el control de esas instituciones que tanto les encantan a ambos partidos para colocar a sus fósiles y controlarlas a su antojo. Qué regeneración democrática puede querer un partido, que si en Andalucía no está podrido al ciento por ciento, poco la faltará, y no hace nada al respecto. Porque Sánchez no va a sacar la guadaña, está claro.
La sociedad está hastiada del PP y del PSOE, no cree en IU ni en UPyD; los sindicatos son percibidos más o menos igual: chupones y parásitos que llevan gastados miles de millones de todos en hacer nada, o muy poco, aparte de vivir como mariscales y participar en «orgías de jamón ibérico y marisco». Y el hastío de la sociedad se manifiesta con el desprecia al sindicalismo, o con la abstención o con el voto de venganza. Porque eso es el voto a Podemos y opciones de este estilo: Voto de Venganza. «¿No queríais fastidiarnos? Pues os vais a enterar»... Y lo pagaremos todos.
Los electores dejaron definitivamente de creer en los partidos. No sé que tienen que hacer para volver a la credibilidad... Bueno, o sí lo sé: pedir perdón por sus fechorías en todas estas décadas, devolver a la justicia su independencia y llevarse por delante a los muchos miles de delincuentes que tienen en sus filas mediante el uso de todo el peso del martillo de la ley. Pero, claro, eso no va a pasar. Así que lo dicho. Tenemos a las zorras diseñando la defensa del gallinero. ¿Regeneración Democrática? ¡Y una mierda!
El Tribunal de Cuentas, el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, por citar lo más gordo, son un claro ejemplo de lo que no deben ser estas instituciones. Todas ellas están gobernadas desde las bambalinas por los Partidos Políticos, que colocan a sus miembros a conveniencia en un ejercicio de exhibicionismo de qué no debe hacerse en democracia. Estas instituciones deben ser completamente independientes de gobiernos y colores políticos. En ellas reside, se supone, la seriedad y la imparcialidad; y ellas fueron convertidas por los partidos en lupanares en los que vegetan estómagos agradecidos dispuestos a obedecer las consignas de sus amos.
De qué regeneración democrática puede hablar el PP, que cultivó el arte de la mordida y la comisión en dinero negro; que ordenó que se estrujara la ley para procesar y expulsar a Garzón porque investigaba lo que no debía; que interpuso un recurso de inconstitucionalidad contra el Estatut que, de no haberlo hecho, nada de lo que está pasando en Cataluña habría tenido lugar; y que intenta ahora cambiar sin consenso, para su provecho, la Ley Electoral. Una ley electoral que es una porquería y la causante del bajo nivel de los políticos, pero que nadie debe tocar sin un gran consenso. No el PP no quiere regeneración democrática, lo que quiere es apuntalar las cosas para garantizarse una parte gorda del pastel del aparato del Estado.
Y lo mismo que quiere el PP, lo quiere el PSOE. Los ciudadanos no importamos. Ellos necesitan votos. A pesar del gran avance en democracia interna con la forma de elección impecable del Secretario General y de las primarias para candidato a la Presidencia del Gobierno, lo que interesa de verdad al PSOE en ese foro no es mejorar en democracia, es organizar las cosas para conservar el control de esas instituciones que tanto les encantan a ambos partidos para colocar a sus fósiles y controlarlas a su antojo. Qué regeneración democrática puede querer un partido, que si en Andalucía no está podrido al ciento por ciento, poco la faltará, y no hace nada al respecto. Porque Sánchez no va a sacar la guadaña, está claro.
La sociedad está hastiada del PP y del PSOE, no cree en IU ni en UPyD; los sindicatos son percibidos más o menos igual: chupones y parásitos que llevan gastados miles de millones de todos en hacer nada, o muy poco, aparte de vivir como mariscales y participar en «orgías de jamón ibérico y marisco». Y el hastío de la sociedad se manifiesta con el desprecia al sindicalismo, o con la abstención o con el voto de venganza. Porque eso es el voto a Podemos y opciones de este estilo: Voto de Venganza. «¿No queríais fastidiarnos? Pues os vais a enterar»... Y lo pagaremos todos.
Los electores dejaron definitivamente de creer en los partidos. No sé que tienen que hacer para volver a la credibilidad... Bueno, o sí lo sé: pedir perdón por sus fechorías en todas estas décadas, devolver a la justicia su independencia y llevarse por delante a los muchos miles de delincuentes que tienen en sus filas mediante el uso de todo el peso del martillo de la ley. Pero, claro, eso no va a pasar. Así que lo dicho. Tenemos a las zorras diseñando la defensa del gallinero. ¿Regeneración Democrática? ¡Y una mierda!
09 septiembre, 2014
Tordesillas, pueblo sanguinario
Estos días atrás un grupo de sofistas se reunieron en Tordesillas para elaborar una serie de trampas dialécticas que hicieran creer, a todo imbécil que se las tragara, que el famoso Toro de la Vega es el epítome de la tradición «cultural» taurina inserta en las más profundas raíces de España. Al parecer lo organizó el ayuntamiento. La cosa es algo similar a si el gobernador de Texas organiza un congreso en el que se trabaje para argumentar que matar a un condenado en la silla eléctrica o con inyección letal caducada es, además de un gran espectáculo y todo un arte, la quintaesencia cultural del noble pueblo tejano.
Asistí un par de veces a una corrida de toros. La primera me impactó por la brutalidad, especialmente del puyazo del picador; la segunda acabé por sentir asco de mi mismo. Ningún espectáculo taurino es más que lo que es: la tortura de un toro hasta la muerte. Importa poco que sea antiguo, tradicional y que esté en nuestro acervo. Un espectáculo taurino es una carnicería por muy de luces que vistan los matarifes.
Pero el Toro de la Vega es más que eso. El Toro de la Vega es el linchamiento de un pobre animal asustado por parte de un pueblo salvaje y sanguinario. Los tordesillanos disfrutan con el sufrimiento de un toro. La muerte a lanzazos es lenta, la agonía terrible. El cuerpo es agujereado en cualquier parte. Las lanzas permanecen clavadas y el toro va perdiendo fuerza entre horribles dolores...¿De verdad no hay nadie en este pueblo indigno que se atreva a alzar la voz contra este bárbaro espectáculo? ¿De verdad Tordesillas, además de llena de torturadores está llena de cobardes que asienten? No me lo puedo creer.
Los «expertos» que trataron de justificar esta atrocidad sacaron también un manifiesto en el que condenan a quienes amenazan a los defensores de esta «tradición». Bueno, pues yo también condeno las amenazas. Pero lo que desde luego no voy a hacer es sentir la más mínima compasión por ningún «valiente» a quien el toro pudiera llegar a cornear. Primero porque los sádicos no me merecen lástima, y segundo porque el toro solo estaría defendiendo su propia vida.
Asistí un par de veces a una corrida de toros. La primera me impactó por la brutalidad, especialmente del puyazo del picador; la segunda acabé por sentir asco de mi mismo. Ningún espectáculo taurino es más que lo que es: la tortura de un toro hasta la muerte. Importa poco que sea antiguo, tradicional y que esté en nuestro acervo. Un espectáculo taurino es una carnicería por muy de luces que vistan los matarifes.
Pero el Toro de la Vega es más que eso. El Toro de la Vega es el linchamiento de un pobre animal asustado por parte de un pueblo salvaje y sanguinario. Los tordesillanos disfrutan con el sufrimiento de un toro. La muerte a lanzazos es lenta, la agonía terrible. El cuerpo es agujereado en cualquier parte. Las lanzas permanecen clavadas y el toro va perdiendo fuerza entre horribles dolores...¿De verdad no hay nadie en este pueblo indigno que se atreva a alzar la voz contra este bárbaro espectáculo? ¿De verdad Tordesillas, además de llena de torturadores está llena de cobardes que asienten? No me lo puedo creer.
Los «expertos» que trataron de justificar esta atrocidad sacaron también un manifiesto en el que condenan a quienes amenazan a los defensores de esta «tradición». Bueno, pues yo también condeno las amenazas. Pero lo que desde luego no voy a hacer es sentir la más mínima compasión por ningún «valiente» a quien el toro pudiera llegar a cornear. Primero porque los sádicos no me merecen lástima, y segundo porque el toro solo estaría defendiendo su propia vida.
05 septiembre, 2014
Hasta las cejas de mierda... Entonces... Podemos
La Junta de Andalucía se pone a leer con detenimiento expedientes antiguos y, por lo que parece, hay no se cuantas empresas y ayuntamientos que tienen que devolver un total 71 millones que habían percibido incorrectamente de manera directa a través del fondo de los ERE. También, por o que parece, UGT recibió dinero en exceso por algún motivo, y la Junta le reclama alrededor de 5 millones. En resumen, se había repartido dinero de los contribuyentes (el que viene de Europa lo es también) de manera equivocada y ahora hay que devolverlo.
La política de Susana Díaz es demostrar transparencia e intolerancia con la corrupción y eso está bien. Sin embargo algunos nos preguntamos quién fue el responsable de que durante todos estos años atrás se diera dinero de manera tan alegre, además de ilegal, a la vista de los resultados de las revisiones que se están llevando a cabo. Quién. Esa es la clave. El electorado exige nombres y cabezas. Quienes miran al PSOE ya no se conforman con paños calientes.
Lo que puede adivinarse al observar los acontecimientos es que Díaz está utilizando la fuerza del partido en Andalucía como elemento de disuasión para impedir que, desde Ferraz, Pedro Sánchez haga una carnicería en las filas andaluzas. Susana Díaz apoya a Sánchez a cambio de que no se tomen acciones sangrientas en Andalucía. Y esto, que no es más que una forma de chantaje, mantiene al PSOE cimentado en la corrupción en su principal federación. El PSOE andaluz no quiere dejar la vida muelle.
Pedro Sánchez tiene las manos atadas al ser el PSOE una organización arcaica, y no será más que un muñeco decorativo incapaz de meterle mano a los problemas de delincuencia real que tiene en sus filas concentrados en Andalucía. A no ser, claro está, que de verdad tenga el valor actuar y hacer una purga muy significativa que deje claro al electorado que el partido no quiere a gente corrupta, ni que sea cómplice de corrupción, por ejemplo mirando para otro lado. La corrupción y el clientelismo están tan enraizados en el PSOE andaluz que, aún con miles de expulsiones fulminantes, el problema probablemente persistiría.
Con este panorama en el PSOE, especialista en corrupción con fondos públicos; y en el PP, igualmente especialista en corrupción, pero este por el método de la mordida; a los que podrían unirse CiU, y puede que alguno más, especialistas en comisiones por adjudicaciones, no es de extrañar que opciones alternativas como Podemos y Ganemos irrumpan en todas las predicciones de voto en próximas llamadas a las urnas a pesar de la simplicidad de su mensaje, a menudo demagógico y poco creíble, pero que una parte de los electores prefieren a cualquier otro que pudiera venir de formaciones que, en muchos casos, les provocan la nausea.
Podemos ya está en las encuestas como tercera fuerza en Andalucía y como segunda o primera en otras autonomías. A la robótica IU le pasó por encima como una apisonadora. En IU ya darían por buena una coalición con lo que ellos llaman izquierda de nueva factura en un vano intento de mantener su influencia. Y ahora empieza a funcionar la opción de Ganemos, la cual, fuertemente anclada en la sociedad civil, con toda seguridad mandará mensajes que serán escuchados con atención por los electores en las próximas municipales.
Es decir, a Pedro Sánchez le queda hasta final de año para limpiar el PSOE si quiere que los votos no huyan hacia otras alternativas «progresistas». Porque lo del PP está claro, haga lo que haga, siempre habrá unos cuantos millones de «leales patriotas» que le van a dar el voto al señorito aunque este se cague encima de ellos.
La política de Susana Díaz es demostrar transparencia e intolerancia con la corrupción y eso está bien. Sin embargo algunos nos preguntamos quién fue el responsable de que durante todos estos años atrás se diera dinero de manera tan alegre, además de ilegal, a la vista de los resultados de las revisiones que se están llevando a cabo. Quién. Esa es la clave. El electorado exige nombres y cabezas. Quienes miran al PSOE ya no se conforman con paños calientes.
Lo que puede adivinarse al observar los acontecimientos es que Díaz está utilizando la fuerza del partido en Andalucía como elemento de disuasión para impedir que, desde Ferraz, Pedro Sánchez haga una carnicería en las filas andaluzas. Susana Díaz apoya a Sánchez a cambio de que no se tomen acciones sangrientas en Andalucía. Y esto, que no es más que una forma de chantaje, mantiene al PSOE cimentado en la corrupción en su principal federación. El PSOE andaluz no quiere dejar la vida muelle.
Pedro Sánchez tiene las manos atadas al ser el PSOE una organización arcaica, y no será más que un muñeco decorativo incapaz de meterle mano a los problemas de delincuencia real que tiene en sus filas concentrados en Andalucía. A no ser, claro está, que de verdad tenga el valor actuar y hacer una purga muy significativa que deje claro al electorado que el partido no quiere a gente corrupta, ni que sea cómplice de corrupción, por ejemplo mirando para otro lado. La corrupción y el clientelismo están tan enraizados en el PSOE andaluz que, aún con miles de expulsiones fulminantes, el problema probablemente persistiría.
Con este panorama en el PSOE, especialista en corrupción con fondos públicos; y en el PP, igualmente especialista en corrupción, pero este por el método de la mordida; a los que podrían unirse CiU, y puede que alguno más, especialistas en comisiones por adjudicaciones, no es de extrañar que opciones alternativas como Podemos y Ganemos irrumpan en todas las predicciones de voto en próximas llamadas a las urnas a pesar de la simplicidad de su mensaje, a menudo demagógico y poco creíble, pero que una parte de los electores prefieren a cualquier otro que pudiera venir de formaciones que, en muchos casos, les provocan la nausea.
Podemos ya está en las encuestas como tercera fuerza en Andalucía y como segunda o primera en otras autonomías. A la robótica IU le pasó por encima como una apisonadora. En IU ya darían por buena una coalición con lo que ellos llaman izquierda de nueva factura en un vano intento de mantener su influencia. Y ahora empieza a funcionar la opción de Ganemos, la cual, fuertemente anclada en la sociedad civil, con toda seguridad mandará mensajes que serán escuchados con atención por los electores en las próximas municipales.
Es decir, a Pedro Sánchez le queda hasta final de año para limpiar el PSOE si quiere que los votos no huyan hacia otras alternativas «progresistas». Porque lo del PP está claro, haga lo que haga, siempre habrá unos cuantos millones de «leales patriotas» que le van a dar el voto al señorito aunque este se cague encima de ellos.
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