Bruselas indica el camino...
Parece que, al fin, alguien empieza a ver con cierta nitidez en Europa: Infraestructuras, Energías Verdes y Tecnologías Avanzadas... Algo, lo único que puede evitar el colapso de un sistema basado en el préstamo para obtener el dinero para gastos corrientes. Europa tenía que hacer algo y ese puede ser el camino. Por fin algo tiene sentido. Solo hay que hacerlo, además de decirlo.
Alemania se empieza a dar cuenta de que únicamente con políticas de austeridad se estrangula la economía, primero la de los países periféricos y menos avanzados, pero al final la suya propia. Solo es cuestión de tiempo. Y Merkel, claro, como política que es, se agarra al poder. Sabe que está perdida si no hace algo y toma en préstamo la idea de sus adversarios socialdemócratas en una decisión inteligente.
Europa necesita asentar bien sus bases. Es absolutamente dependiente de terceros para obtener energía y su nivel tecnológico ya está a punto de ser alcanzado por otras áreas en el mundo. Por eso necesita avanzar un paso más para poder seguir en cabeza. Pero Europa es un todo. Los países del norte necesitan a los del sur, que no solo son su granero, sino su mercado más cercano y sencillo; y los del sur, evidentemente necesitan a los del norte por lo mismo. Pero, claro, lo que no puede ser es que el beneficio se quede todo en la misma zona. En una simbiosis ambos ganan. El error del norte es considerar al sur como parásito.
La mayor barrera que tiene Europa es la dependencia energética. Si se cierran los gasoductos que entran desde Rusia, el invierno en Centroeuropa puede ser duro de verdad. Y petróleo, la verdad es que no tenemos mucho. Por eso poner el punto de mira en resolver el problema de la energía es de lo más adecuado. El sur tiene sol y viento para regalar. Solo queda transportar la energía a todos los lugares, de ahí que haga falta invertir más en infraestructuras.
Ahora queda la actitud de los países del sur. España, por ejemplo tiene tecnología, empresas y técnicos para afrontar cualquier reto en energías renovables. Pero el Gobierno ya erró el primer tiro modificando la política energética y la actitud respecto a la protección de estas formas de energía. Bien, estamos a tiempo de rectificar. A ver si no somos acémilas y tomamos buena nota de lo que la Unión pretende y vamos en el pelotón de cabeza en lugar de quedarnos a cola, que es más cómodo, pero que tiene el riesgo de descolgarse.
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