Hambre

En España hay niños que pasan hambre. Muchos niños, miles de niños. En este país desarrollado, en el euro y en la UE hay miles de niños que van al colegio medio desnutridos porque en su casa no se puede emplear el dinero disponible en comer, bien porque es demasiado poco, o bien porque hay que pagar una hipoteca de un piso que se compró porque había que hacerlo, porque todo el mundo lo hacía, pero que tenía un precio mucho más alto que su valor.

En España hay niños que pasan hambre porque se siguen las directrices europeas de recortes del gasto. Europa no tiene la culpa. Europa no dice que hay que reducir el coste de los comedores escolares. La culpa es de quienes hacen política en nuestro país, que anteponen la salvación de chorizos y mangantes ligados a las Cajas de Ahorros y de bancos (cajas reconvertidas) a que los jóvenes que van a la escuela tengan un plan adecuado de alimentación.

En España hay niños que pasan hambre porque, a pesar de haberse duplicado el presupuesto en educación en los últimos 10 años, se absorbió todo ese dinero en cosas de menos importancia que garantizar que la pervivencia de los comedores escolares y ya no queda para mantener estos servicios. Eso sí, contamos con profesores de apoyo y clases no masificadas y actividades extraescolares... Pero hay niños que pasan hambre.

En España hay niños que pasan hambre porque se gasta el dinero en mantener profesores de religión para meter en la cabeza de los infantes ideas estúpidas que no sirven para nada, y sindicalistas liberados y toda una estructura de cartón piedra. La educación en España sigue siendo una mierda porque no se ataca lo esencial sino lo vacuo y nadie se preocupa de darle la vuelta al asunto, a pesar de tener cientos de miles de políticos medrando y engordando en sus poltronas.

Evitar que los niños pasen hambre es más importante que el modelo de estado, que la monarquía, que la  propia Constitución o la Democracia. Malditos políticos de mierda. Trabajad de una vez en lo importante en lugar de pensar solo en el apoyo de vuestro trasero orondo.