Personalmente soy capaz no solo de tolerar sino de respetar a las personas más diversas en lo que se refiere a sus ideas o modo de ver la vida o la sociedad, pero no puedo reprimir mi asco por aquellas que, con no importa qué modo de pensar, parecen manifestarse por encima del resto de los mortales y hacen argumentaciones no solo demagógicas sino falaces sobre la mayor parte de las cosas. Este es el caso del ministro Wert.
No tengo ninguna duda respecto al fracaso español con la educación. La gravísima equivocación que los gobernantes de cualquier signo cometieron a lo largo de todo el periodo democrático con este asunto nos ha llevado a una situación, casi diría yo, de sonrojo ante la comunidad de naciones de nuestro entorno. Los diferentes gobiernos han intentado hacer de la educación una especie de catequización. Educar de una manera o de otra tendría como resultado que una buena parte de los futuros electores diera un determinado sentido a su voto. De ahí las sucesivas e inútiles reformas. Y digo inútiles con todas las consecuencias.
Mi generación se educó en la época franquista en la escuela primaria, en el postfranquismo en el bachillerato y en la transición en la universidad. Y francamente (con perdón) yo no veo que se haya avanzado gran cosa, a tenor del resultado. Los chavales de 30 años no tienen ni mayores habilidades sociales ni mejores capacidades intelectuales que los educados en la miseria absoluta. Luego todo lo que se ha hecho en materia de educación ha servido de bien poco. Insisto, a tenor del resultado.
Pero lo que quiere colar ahora esta especie de tonto carente por completo de inteligencia social no es una reforma educativa al uso, es un cambio de paradigma hacia peor; un recorrido hacia los años en que solo iban a la universidad los que tenían dinero o los que no tenían tanto, pero que en su casa se hacían fuertes privaciones para que pudieran ir y luchar por su futuro. Wert es sencillamente un viajero en el tiempo venido de una época en la que incluso el conocimiento estaba en manos de las clases más pudientes... Vamos de una aristocracia selecta. Cómo se puede ser tan imbécil.
Que todo o casi todo se haya hecho mal hasta ahora en educación, a pesar de las enormes cantidades de dinero que se invirtieron, no es excusa para que este gobierno delegue en este individuo, a todas luces incompetente, para cambiar la educación con el pretexto de que hay que reducir gastos. Se puede recortar mucho sin tocar ni la calidad ni los derechos mínimos de acceso a la formación. Hay en el sistema educativo miles de cosas en las que meter la cuchilla sin que se resientan los derechos básicos de los jóvenes y de las familias con menos recursos.
Lo que quiere el PP es ni más ni menos que limitar el acceso al conocimiento, es decir, aminorar el nivel cultural de la "chusma" para hacerla así más manejable. Lo mismo que hizo la Iglesia Católica a lo largo de su existencia: manejar a la masa aborregada y meterle en la cabeza las fantasías más estúpidas. O sea, que no es nada nuevo esto. El modelo ya estaba inventado. Así que, nos lo vistan como nos lo vistan, no vamos a tragar.
5 comentarios:
Ellos, siempre Ellos
Siendo respetuosa solo lo calificare como un cínico que intenta hacernos idiotas a todos.
¿Qué se puede esperar de una persona que en el ejercicio de su cargo de ministro de educación manifestó en diciembre de 2012:soy como un toro bravo; me crezco con el castigo...?. Impresentable es quedarse corto. A. Sierra.
Mi modesta contribución al debate - Gracias a Wert# de nuevo a vueltas con la educación# la gran asignatura pendiente de España# http://monologandodialogando.blogspot.dk/2013/06/gracias-wert-vueltas-con-la-educacion.html
Es verdad, Angel. Algo tan importante como la educación es manoseado con intereses espurios. Una verdadera lástima, pero esa es la talla de políticos, sindicalistas y otros allegados que nos tocó en suerte... No se si son los que nos merecemos, pero creo que no.
Gracias por tu participación
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