Lo peor de los partidos políticos en España es su comportamiento infantil y su incapacidad de conectar con la población y explicarle las cosas. Estos modos provocan en el electorado una total desorientación. No hay, a día de hoy, ningún partido en España que le hable claro a la gente.
El PP mantiene un diálogo de sordos respecto a Bárcenas. No sé si lo hacen aposta, lo de parecer tontos, me refiero, o es que realmente lo son, como hoy mismo aseveraba el propio ex tesorero al referirse a la falta de carga neuronal entre los dirigentes populares. Fuera de sus problemas con la caja B, el PP parece vivir en un mundo paralelo en el asunto del desempleo. Cualquier análisis no tendencioso de la situación de la actividad en España aprecia que lo único que se ha hecho es repartir un poco la miseria y permitir que aumenten una miaja las contrataciones a costa de una bajada salarial generalizada de los salarios medios y bajos. Increíblemente, aún así, habrá gente capaz de votarles.
La visión política del PSOE está bajo mínimos. Personalmente sigo sin entender por qué Sánchez se empeña en tirar con bala a Podemos, sabiendo que, de no ganar el PP por mayoría absoluta, no les va a quedar otra que hablar. Seguro que al PSOE le iría mucho mejor con una postura tancredista respecto a Podemos. El Secretario General tendría las manos libres para hablar en el futuro. Una buena oportunidad de estar callados perdida por el actual equipo de dirección política. Únase a esto la petaca que le están preparando al pobre Pedro Sánchez entre Zapatero, Bono y Susana Díez, y tenemos un partido ausente y cada día más alejado de sus potenciales votantes. Nunca podré entender por qué cada vez que alguien es elegido para algo gordo mediante primarias siempre termina por degollársele. Primero Borrell y ahora Sánchez. Lo curioso es que, insisto, Pedro Sánchez tiene mayor legitimidad que ningún otro máximo dirigente anterior. Pues no les vale. El PSOE es como la Falange aquella de José Antonio y de los fachas apandadores. La democracia es para exigírsela a los otros. Ellos siguen actuando como marca la tradición. Aún así, también habrá quien vote a este esperpento de partido.
A Podemos se le está empezando a ver el trasero. Bla, bla, bla y poco más. Falta respuesta cuando les meten en aprietos, como las facturas de Monedero. Esto causa desilusión entre los partidarios; genera dudas y quita fuerza. Entre tanto Iglesias continúa con las soflamas sobre el futuro de Europa, de Grecia, de España... También muy al estilo fascista: me recuerda a Mussolini inflamando a los camisas negras mediante discurso incendiario, pero sin contenido. Podemos iba bien, o muy bien, pero mucho me temo que, de no dar un rápido golpe de timón y centrar el discurso en lo concreto, en definitiva explicar con claridad su proyecto, va a desinflarse a la hora de la verdad. Es una lástima, dada la enorme ilusión que habían generado entre millones de personas. Estas personas esperaban ser tratadas como entes inteligentes, no como masa maleable. Allá usted, amigo Iglesias, pero como no reaccione veo que muchos permanecerán en la abstención ante la falta de concreción.
Mal panorama... A ver por donde respira la otra esperanza de cierto raciocinio, Ciudadanos. No sé yo si el ciudadano Rivera aguantará el tirón y será lo suficientemente serio y preciso. De IU y Up y D, me abstengo de opinar. Poco o nada ofrecen.
1 comentario:
Tenémoslo, claro, entós
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