Nos es necesario exigir. Eso indica esto de uebos. Una palabra arcaica que aún se mantiene en el diccionario y que significa necesidad de algo. Necesario nos es, sin duda, exigir a quien se dedica a la política. Sin exigencia por nuestra parte, por la de los ciudadanos, por la de los electores, seguirán creciendo como hongos los incompetentes, los indeseables, los chulos, los corruptos... La política es una actividad noble cuando su objetivo es el bienestar de todos, pero se convierte en algo ruin cuando busca únicamente la intoxicación del pensamiento para obtener votos que permitan conservar el poder.
Seguramente estaré equivocado, o tal vez es que no entiendo las cosas. Pero tengo la impresión de que me están tomando el pelo constantemente. Tengo la impresión que los partidos políticos están constituidos por uno o varios rebaños que balan al unísono en el tono que se les indica con ese estúpido invento de los argumentarios. Un argumentario viene a ser un papelito en el que al bóvido se le indica qué tiene que decir, le pregunten lo que le pregunten, y que lleva escrito en tinta invisible: «para uso de idiotas sin capacidad ni opinión». Quiénes diseñan las estrategias de comunicación, en ningún caso tienen en cuenta que la gente, como grupo de electores, tienen lo que se llama inteligencia colectiva.
La claridad en los mensajes no existe. Lo que yo desearía es que se nos expliquen las cosas, especialmente las importantes. Me gustaría saber, exijo saber, por qué el ayuntamiento de Madrid vendió viviendas sociales a fondos de inversión; eran viviendas sociales, repito, sociales. También me gustaría saber por qué el PP y el PSOE blindaron a oscuras la cámara de cuentas de Andalucía. Exijo saber, y aquí si que hay dinero de verdad, qué se hizo exactamente con los fondos mineros en Asturias. Adónde fue a parar esa porrada de millones que se pusieron en manos de malas bestias que dicen tener un lenguaje «minero» que la gente normal no puede entender. Pobres mineros, por qué especie de carneros estuvieron guiados. Menuda moto les vendieron. Ahora hay una comisión de investigación para enterrarlo todo. Menuda banda.
También exijo saber qué piensa el PP en realidad sobre la violencia machista, porque ayer, una diputada, Carmen Rodriguez Maniega, daba, en una entrevista, unas explicaciones kafkianas sobre el particular. Las declaraciones de esta diputada, de escasa actividad parlamentaria, por otra parte, son consecuencia de saberse de memoria esos argumentarios para lelos (no paralelos) que les dan los lunes a primera hora a quienes ostentan cualquier cargo, por si les ponen una alcachofa en la boca los chicos de la prensa. Y exijo, igualmente, que la gente de Podemos, o el amigo Monedero, ponga en claro, el asunto de los dineros obtenidos en su labor asesora. No es tan difícil, salvo si se oculta algo. De no hacerlo, tendré que pensar que Podemos, aunque sea la opción política más plausible a día de hoy, es también casta.
Es necesario trasladar la necesidad de exigir a toda la sociedad. Los ciudadanos tienen todo el derecho a hacerlo. La exigencia de un buen desempeño es imprescindible. La política es un mundo bovino en el que los individuos se mueven a un lado y a otro sin saber ni por qué ni para qué. Por so hay que exigir que se nos expliquen las razones de todos los movimientos. Si no lo hacemos, seguiremos en lamento permanente. Por eso uebos nos es exigir.
1 comentario:
Te metes con la Maniega porque ye muyer, debería date vergüenza. Ya sabes a quién vas
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