2008 | 2011 | 2015 | |
---|---|---|---|
Población activa (millones)) | 23,064 | 23,081 | 22,900 |
Ocupados (millones) | 19,856 | 17,807 | 18,048 |
Parados (millones) | 3,208 | 5,274 | 4,852 |
Jornada media efectiva mes (horas) | 137,5 | 137,9 | 134,9 |
Horas totales trabajadas (millones/mes) | 2730 | 2456 | 2435 |
Deuda pública (miles de millones) | 440 | 744 | 1033 |
Esta simple tabla podría ser válida para hacer el análisis simple de la gestión de un gobierno en una legislatura. Lógicamente también debería servir para decidir el voto. Sin embargo, y los sociólogos lo saben perfectamente, el voto no se decide por los resultados ofrecidos como balance de un mandato. El voto, para desgracia de las sociedades, se decide desde las vísceras, ese lugar sensible a la propaganda y poco dado a dejarse llevar por la fría objetividad.
El resumen podría ser el siguiente. El PP, con Rajoy al frente criticó y alanceó sin piedad a Zapatero por su evidente mala gestión en la legislatura de 2008 a 2011. Los datos de ese periodo están también en la tabla. Zapatero mantuvo la tasa de población activa (ocupados + parados), pero se le desbocó la de paro. Un país no puede manejarse con esa tasa de desempleo. Rajoy atacó entonces con contundencia ofreciéndose a los electores como única solución a esto y, según él, para evitar que Zapatero siguiera endeudando a España y eliminando derechos adquiridos: la deuda aumentaba de manera galopante, la prima de riesgo subía y los recortes comenzaban.
Con este panorama favorable, y prometiendo a «los españoles» una gestión que llevaría al país de nuevo a la senda de la prosperidad, Rajoy ganó las elecciones en 2011. La mayoría absoluta le permitía casi reinar, más que gobernar: y reinó. Pues bien, en la tabla de la cabecera está el resultado. Unos pocos números fríos, fáciles de entender por cualquiera. Unas cifras con las que un elector normal diría algo así como: «¿Pero qué coño estuvo haciendo este tipo todo este tiempo?».
El resumen, de la gestión de Rajoy al frente del gobierno es, más o menos, que la situación de actividad del país es, podríamos decir, la misma que la que le dejaron: ligera disminución de la población activa; ligera disminución de la cifra del desempleo (irreal si se tiene en cuenta que se trabajan menos horas); precarización de los contratos, indicado por la reducción de la jornada media; y, esto sí, aquí lo ha hecho bien, ha elevado la deuda pública en casi un 40%. Lo que uno no entiende es cómo con esta enorme cantidad de pasta que se debe se puede decir que salimos de la crisis.
De todo lo anterior, el aparato propagandístico del PP pone el acento nada más que en la disminución (relativa, como ya se dijo) de la tasa de desempleo. Pero en ningún momento se oye a dirigente alguno de este partido hablar de la deuda, o de la total ausencia de mejora de la actividad, o de la precarización del empleo... Claro, que el principal partido de la oposición, como también sale retratado, tampoco puede decir que va a arreglar las cosas, porque, lógicamente, la gente no se lo iba a creer. Así pues, se callan y hacen una actividad de desplazamiento poniendo el foco en la eliminación de recortes y de leyes retrógadas impuestas por la mayoría absoluta de Rajoy.
España lleva décadas igual. El paro es endémico y el espejismo de la construcción solo sirvió para que este ejercito de desocupados pasara a amasar cemento y a poner ladrillos. Al haber menos paro, las empresas empezaron a elevar salarios, se consumía más (consumo interno) y se descuidaba el mercado internacional, para qué, si todo se vendía en casa... Al final todo a la mierda. Y ahí, en la mierda se mantendrá este país hasta que alguien, de una maldita vez, elimine el modelo productivo arcaico que tenemos y lo transforme en el de un país europeo decente.
Espero que la tabla del inicio de esta entrada ayude a decidir el voto, o al menos a decidir a quién no votar. Pretendo con ello aportar luz. Yo, desde luego, tengo claro que hay dos opciones por las que no me voy a decidir: una la reflejan los números de 2008 a 2011, la otra de 2011 a 2015. Por fortuna salió a la superficie gente nueva, con ideas y con un pasado limpio.
Fuentes INE y Ranstad
El resumen podría ser el siguiente. El PP, con Rajoy al frente criticó y alanceó sin piedad a Zapatero por su evidente mala gestión en la legislatura de 2008 a 2011. Los datos de ese periodo están también en la tabla. Zapatero mantuvo la tasa de población activa (ocupados + parados), pero se le desbocó la de paro. Un país no puede manejarse con esa tasa de desempleo. Rajoy atacó entonces con contundencia ofreciéndose a los electores como única solución a esto y, según él, para evitar que Zapatero siguiera endeudando a España y eliminando derechos adquiridos: la deuda aumentaba de manera galopante, la prima de riesgo subía y los recortes comenzaban.
Con este panorama favorable, y prometiendo a «los españoles» una gestión que llevaría al país de nuevo a la senda de la prosperidad, Rajoy ganó las elecciones en 2011. La mayoría absoluta le permitía casi reinar, más que gobernar: y reinó. Pues bien, en la tabla de la cabecera está el resultado. Unos pocos números fríos, fáciles de entender por cualquiera. Unas cifras con las que un elector normal diría algo así como: «¿Pero qué coño estuvo haciendo este tipo todo este tiempo?».
De todo lo anterior, el aparato propagandístico del PP pone el acento nada más que en la disminución (relativa, como ya se dijo) de la tasa de desempleo. Pero en ningún momento se oye a dirigente alguno de este partido hablar de la deuda, o de la total ausencia de mejora de la actividad, o de la precarización del empleo... Claro, que el principal partido de la oposición, como también sale retratado, tampoco puede decir que va a arreglar las cosas, porque, lógicamente, la gente no se lo iba a creer. Así pues, se callan y hacen una actividad de desplazamiento poniendo el foco en la eliminación de recortes y de leyes retrógadas impuestas por la mayoría absoluta de Rajoy.
España lleva décadas igual. El paro es endémico y el espejismo de la construcción solo sirvió para que este ejercito de desocupados pasara a amasar cemento y a poner ladrillos. Al haber menos paro, las empresas empezaron a elevar salarios, se consumía más (consumo interno) y se descuidaba el mercado internacional, para qué, si todo se vendía en casa... Al final todo a la mierda. Y ahí, en la mierda se mantendrá este país hasta que alguien, de una maldita vez, elimine el modelo productivo arcaico que tenemos y lo transforme en el de un país europeo decente.
Espero que la tabla del inicio de esta entrada ayude a decidir el voto, o al menos a decidir a quién no votar. Pretendo con ello aportar luz. Yo, desde luego, tengo claro que hay dos opciones por las que no me voy a decidir: una la reflejan los números de 2008 a 2011, la otra de 2011 a 2015. Por fortuna salió a la superficie gente nueva, con ideas y con un pasado limpio.
Fuentes INE y Ranstad
1 comentario:
Muy bueno desgraciadamente la triste realidad y que nos dejen de milongas y apaños
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