Los pactos necesarios
Las formaciones políticas en España solo entienden un modo de pactar: el regateo. Este modo de llegar a un acuerdo sobre algo, que sirve para comprar baratijas, o cosas caras, da igual, es el usual entre personas sin otros recursos intelectuales para ganar lo máximo, o perder lo mínimo, en el intercambio. Pero no es el más conveniente en las deliberaciones entre representantes ciudadanos que tienen en sus manos la estabilidad y el futuro de un país.
No se trata tampoco de generosidad o de hacer valer una posición determinada en un momento dado. Podríamos decir ahora que como el PP está en el poder debe ceder menos y el PSOE, en la oposición, más. Ambos están confundidos. Independientemente de la idea (desconocida) que pueda tener cada uno de por dónde ha de ir España en el futuro, su obligación es formar una base de apoyo para que las decisiones que se tomen sean las más convenientes para todos y tengan el máximo soporte. No es lo mismo decidir un recorte necesario con una base de 10 millones de votos que con una de 20 millones.
Esto es lo que no parece entender ninguno. Ambos regatean sobre qué cosas, de las que tienen en sus idearios, se quitan o se ponen en un teórico acuerdo. Y, claro, no es eso. Aquí de lo que se trata es de unir fuerzas para, de una vez por todas, ver cuál va a ser el modo de salir de la crisis y, a la vez, qué y cómo vamos a producir bienes y servicios que incrementen nuestro PIB. El PSOE tiene la obligación de poner todo su empeño en ello, lo mismo que el PP, pero, el PSOE tiene que saber que el liderazgo de la situación le corresponde al PP. El PSOE ya tuvo su oportunidad durante dos legislaturas y le echó a perder.
Si no se hace un pacto de estado en toda regla, lo que se conseguirá será poco más que un listado de recortes protestados por toda la población, un par de huelgas generales más y un periodo de crítica destructiva por parte del PSOE hasta terminar por desgastar al PP y darle la vuelta a una situación electoral basada en el hecho de que el actual gobierno es incapaz de solucionar esta papeleta. Es decir, exactamente lo mismo que hizo el PP cuando el PSOE gobernó. Y, claro, así iremos a ninguna parte.
Esto es precisamente lo que está pasando. Las formaciones políticas se preocupan únicamente del acoso y derribo del oponente (llevan 30 años haciéndolo) y ello nos lleva a no avanzar, a no crecer, a sobrevivir a base de créditos para pagar otros créditos. Nuestra deuda llegará un momento en que sea insoportable y el país irá a la quiebra. Por eso hace falta un gran pacto. España no puede ser rescatada, pesa demasiado en la Europa del euro, pero si puede ser salvada, y con ella la moneda única, si las formaciones políticas se ponen una vacuna contra la estupidez y hacen por una vez lo correcto.
1 comentario:
No cabe ninguna duda que lo que Vd. plantea -un pacto de Estado- sería no solo lo más conveniente sino, posiblemente, lo único que haría que España saliera de la deriva financiera que ni las medidas de recortes de Rajoy y su gobierno no han logrado enderezar. Pero mi duda es si estarán nuestros políticos actuales a la altura de las circunstacias económicas como para dejar de lado aquellas minucias que les separan comparado con la debacle que supondría si se nos tuviese que rescatar. Alberto Sierra.
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