Especialmente si eres del PP en estos momentos. Si te reconocen por la calle, corres el riesgo de ser seriamente increpado. Es tanto el hartazgo de la gente, que los más sensibles se acercan hasta donde saben que vas a estar y te insultan. Esto, desde luego, es algo de mal gusto y supone un juicio previo intolerable. Sin embargo se hace. Ayer la gente que estaba esperando a la puerta de la Audiencia a Cascos y a Arenas no había sido allí enviada por la oposición, sino empujada por su impotencia e indignación. Y les insultó, como hará hoy con Cospedal.
Cuando los ciudadanos que soportan el peso de la crisis en sus bolsillos, o en su inactividad forzosa, ven las informaciones de lo que cobra cualquier cargo del PP por hacer poco, o nada, claro, se cabrean. Los electores pueden comprender que un político cobre un sueldo alto, pero no que entre en una orgía de gratificaciones y compensaciones adicionales, las declare o no. Eso es muy diferente. Es decir, que se puede entender que un ministro, o un diputado gane lo que gana, pero en absoluto se admite que luego se le compense, desde el partido o desde donde sea, por otros conceptos poco o nada claros.
Puedo imaginarme la cara de un asalariado votante del PP, que hay muchos, cuando ve que, según algunas informaciones, una Ana Mato cobro en 2010 la bonita cifra de 107.000 € del partido adicionales a los 51.000 como diputada. O Estaban Gonzalez Pons en 2011 (112.000 + 63.000) o el propio Rajoy en 2011 (200.000 + 49.000). Salarios inmorales con los que cualquiera de esos votantes viviría casi 20 años a su nivel de ingresos de hoy. ¿Consentirán los votantes este agravio? Está claro que, los que no sean manifiestamente tontos, no. No votarán al enemigo, pero se quedarán en su casa cuando sean convocados.
Y luego está la pregunta del millón. ¿De donde provienen las cantidades tan enormes de dinero del PP? Si, como ellos sostienen, todo es legal. ¿Da esto para pagar estos salarios tan disparatados? ¿Puede una organización completamente improductiva sostenerse y pagar como paga a su cúpula con los ingresos que le permite la ley? Mucho me temo que no. Y también mucho me temo que si hasta ahora al PP no se le condenó por financiación ilegal y por cohecho fue porque los jueces sencillamente miraron para otro lado o retorcieron la legalidad para no hacerlo. Basta con sumar ingresos y gastos para saber si hay algo raro. Y si resulta que todo cuadra, entonces mucho peor porque tendríamos una ley de partidos que permite que estos sean organizaciones inmensamente ricas en una sociedad extremadamente pobre.
El Partido Popular tiene un gravísimo problema de credibilidad. Está pidiendo austeridad y sacrificios a la población desde una posición inmoral. Quien demanda ese esfuerzo tiene cada mes enormes ingresos irregulares que le permiten llevar una vida muelle y despreocupada hasta el punto de, como la ministra Mato, no sorprenderse cuando de repente apareció un Jaguar aparcado en su garaje.
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