En un sistema electoral como el que tenemos, en el que todo está basado en la estrategia de los partidos, sin sitio para la gente independiente y sin que los candidatos puedan ser elegidos por el pueblo una vez explicadas sus intenciones, se favorece la manipulación del votante. Los partidos, amos del medio ambiente político, plantean una estrategia, normalmente burda, a la búsqueda del voto visceral, del voto palurdo. Un voto igual de válido que cualquier otro, pero que no sería el preponderante en un entorno democrático serio... Pero, claro, esto es España, y aquí las cosas son diferentes.
Para empezar tenemos a un tipo en Barcelona, que manda en la comunidad autónoma, y que, con todo derecho si se quiere, él llama país y nación. Este tipo, Mas, está preñado de corrupción, como todos sus correligionarios, como todo su partido (un partido corrupto hace corruptos a todos sus militantes hasta que lo denuncian o lo abandonan). Es tal el mal olor que despide todo lo que rodea a Convergencia que, casi seguro, el futuro les colocaría en la oposición. Lo que hace su directorio, en lugar de aplicarse un estimulante baño con friegas variadas, es untarse de ungüentos aromáticos para tapar el olor a mierda (higiene pura). Entonces, Más se cubre con la bandera de Cataluña y convence a los incautos de ERC y a otros igual de necios, para ir en una lista trampa a unas elecciones autonómicas que él llama, únicamente para salvar su culo, plebiscitarias.
A Mas, según dice, le basta una mayoría por un diputado para declarar la independencia. Esto imagino que será una broma. Lo mismo, una broma, parece la actitud del tipo de la otra parte del reñidero: Rajoy. Igual de preñado que Mas de corrupción y mandando un partido corrupto hasta los tuétanos, Rajoy huye hacia delante, se envuelve en la bandera de España y dice con voz trémula y emocionada que España no se va a romper. No mientras él mande. Y para ello inviste (o enviste, no se yo) al Tribunal Constitucional de no sé qué capacidades para multar, suspender y unas cuantas monsergas más por si si gallo catalán decide hacer lo prohibido.
¿Pero de verdad alguien puede creerse algo de toda esta patraña? Pues parece que sí. Muchos catalanes van a convertirse en electores palurdos porque van a dar su voto a los independentistas solo porque entraron a su mensaje de que «el oponente es odioso y nos quiere joder». Y del otro lado, cuando lleguen las generales muchos españoles con su voto igual de palurdo van a secundar a Rajoy por su «firmeza y patriotismo con el problema catalán». Todo mentiras por todas partes. ¿Las desmontamos?
Pregunta para el gallo catalán. ¿Por que no planteó el referéndum o unas elecciones plebiscitarias cuando la pasta entraba a raudales en Cataluña? La respuesta es simple y sencilla: porque había un 3% que ya Maragall había denunciado, y claro, la pela es la pela.
Pregunta para el gallo español. ¿Por qué planteó un recurso de inconstucionalidad al «Estatut» sabiendo que era el clavo ardiendo al que se podía agarrar Convergencia cuando las cosas se complicaran? Otra respuesta simple: porque, en un momento dado ser el paladín contra el separatismo le iba a dar muchos votos.
¿Populismo, Peronismo...? Puede que ambas cosas. Los votos de los argentinos que iban para Perón, o los de los venezolanos que iban para Chaves, eran votos palurdos de electores manipulados, como manipulados estarán tanto los que voten con la víscera en las catalanas del 27 S o en las generales de diciembre. Perón y Chaves siguen muy vivos, reencarnados esta vez en Rajoy y Mas. ¿Y qué dicen el resto de partidos? Nada, solo balbucean en medio de una democracia convertida en un lupanar por ellos mismos.
Resulta que tenemos un país con un paro galopante, con una Seguridad Social en dificultades. Un país en el que en una legislatura solo se hizo el rescate de unas cuantas Cajas en bancarrota con cargo al contribuyente por al gestión de políticos garrulos, los mismos que, de un modo u otro nos siguen mandando. Tenemos un país donde todo sigue igual que en el momento inicial de la crisis (salvo los salarios y el valor de la mano de obra española). No se ha hecho nada para transformar España en una nación seria. Pues bien; los electores van a seguir emitiendo votos palurdos a opciones que les manipulan. Entonces ellos, esos tipos, los manipuladores, los gallos, dirán aquello de «el pueblo ha hablado» y seguirán satisfechos en su poltrona mientras dan una larga calada a su habano y un buen trago a su copazo... Y el electorado sacudirá la cabeza como para despertar, sin entender nada.
2 comentarios:
Y todavía quieren que vayamos a votarles, manda güevos
Un post magnífico. Añado dos cuestiones si me permite.
El Sr Mas parece que lo único que le importa es pasar a la historia como el político que consiguió la independencia de Cataluña de España. Su coalición electoral con UNIO o su propio partido (CONVERGENCIA ya no es la formación que obtendría más votos en caso de elecciones) le importan un bledo.
Quizá catlice más votos independentistas la ASAMBLEA NACIONAL CATALANA (https://assemblea.cat/) que CONVERGENCIA y ESQUERRA, si bien aparecerán reflejados en estas formaciones ya que no creo que creen un parido político propio. A. Sierra
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