«El Partido Popular ha ganado las elecciones». Con una frase parecida despacharon los dirigentes del PP la pérdida de más de 60 diputados, o de más de 3 millones de votos. Y no deja de ser verdad. El PP había sido, incomprensiblemente, el partido más votado, con 7 millones de votos, contra 10 millones largos de 2011. La realidad era que le habían retirado la confianza cerca de un 35% de sus votantes. Pero, efectivamente, habían ganado las elecciones. Esa fue la simplista lectura de Rajoy, por ejemplo.
Ni un ápice de autocrítica, ni una pizca de humildad. Para qué. El PP había gobernado de manera absolutista y sencillamente se creía en el derecho de seguir gobernando. El apoyo de los demás era obligado, faltaría más. Si no lo hacían sería malo para España. Esta era la peregrina argumentación del PP. Esta y a cantinela, tirando de argumentario para tontos, de que más de 7 millones de españoles lo querían así. Pero parece que ahora modulan el discurso y empiezan a tener miedo de enfrentarse a una sesión de investidura.
Al estúpido que hace los argumentarios en el PP se le había olvidado que otros 14 millones de electores, o sea, el doble, habían dado su voto a las otras 3 opciones fuertes (PSOE 5,5, Podemos 5,2 y Ciudadanos 3,5). Pero estos, para el estúpido, insisto, que hace los argumentarios del PP no contaban. ¿No es verdaderamente absurdo? Pues para el PP no. El PP cree que el poder le corresponde por derecho divino y que puede hacer con él lo que quiera, los demás solo deben apoyar, o dejar hacer. ¿No es impresionante? Porque, que se sepa, Rajoy no ofreció nada a cambio de apoyos. Vamos, que por derecho divino.
El PP no va a poder gobernar, a no ser que haga concesiones que no están en su agenda a día de hoy. Sin embargo, a mi me gustaría que lo intentara, es más, yo le dejaría. Primero haría pasar a Rajoy por una sesión de investidura donde le pondría a parir por su desprecio hacia los otros partidos, por su incapacidad para dialogar ni negociar nada y por su permisividad con la corrupción. Lo de indecente
que le dijo Sánchez le iba a saber dulce. Es posible que hasta no fuera malo que se le dejase gobernar en minoría. Durante la legislatura solo se le pasarían las leyes que fueran como la mayoría dijese. Y al mismo tiempo le tendría estrangulado poniéndole delante de la vista los casos de corrupción insoportable que cada día le salen al PP. Señalaría en cada sesión a de la Serna, el comisionista escondido en su escaño y explicaría a todos que eso es la norma en el PP, no la excepción.
¿Podría Rajoy gobernar así? Yo creo que sería imposible, aunque no lo descarto. Tampoco creo que fuera muy cómodo un gobierno de coalición entre PSOE y Podemos. Sánchez es un tipo normal, pero los antropófagos del partido quieren comérselo precisamente por eso, porque está haciendo lo correcto, y esto puede convertir en chicle algunos sillones si consigue el poder. A ver quién es el guapo que cuestiona en un congreso al Presidente del Gobierno. Pero un pacto con Podemos le obligaría a demasiadas concesiones, o estaría abocado al fracaso por la poca coherencia y las muchas facciones dentro de este nuevo partido. De todos modos podría intentarlo siempre que Ciudadanos le manifestara su apoyo a cambio de cierta coherencia.
Ciudadanos tiene la llave, y el poder en todos los casos. Rivera tiene claro que, a la vista del grado de corrupción del PP, no puede ir con él a ninguna parte. Es mejor dejar hacer al PSOE y modular. Demostraría inteligencia por su parte y tal vez fuera algo positivo para el país, aunque, insisto en la poca confianza que me merece el caos de ideas y de visiones de Podemos... Tal vez Errejón podría... Pero tengo dudas, muchas dudas. Por eso, tal vez fuera mejor dejar estrellarse a Rajoy y prepararse para una legislatura corta. Iba a ser entretenido ver a Mariano peregrinando al parlamento a contestar preguntas incómodas siempre que se solicitase, sin la protección de una mayoría absoluta, y ver al comerrojos de Rafael Hernando cabrearse como un mono sin poder evitar que se pusiera a su jefe en posición de firmes.
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