Maniobras de despiste
Todos los medios de comunicación están centrados en el debate superficial y dual. Las elecciones en Andalucía y en Asturias están próximas y hay que calentar el ambiente. Interesan declaraciones incendiarias, o abstractas, o sin sentido, pero que generen controversia y discusión en la calle; que hagan que la gente se excite y deje de pensar en los problemas de fondo, que desde luego no son los derivados de cuáles sean los resultados electorales en las Comunidades en disputa.
Los medios saben perfectamente que lo que a los españoles nos encanta es el debate bipolar: izquierda vs. derecha, Real Madrid vs. Barcelona, PSOE vs. PP, copago vs. gratuidad... Que entramos rápidamente al trapo y entonces es cuando nos desviamos de los problemas importantes. En España siempre se da prioridad a lo urgente y acaba por no trabajarse nunca en lo importante. El poder político también está centrado en esto: a todos les conviene posicionarse en lo urgente.
Normalmente, en un estado con una sociedad civil sólida, siempre se elevarían voces que centrarían los problemas y mantendrían vivo el debate sobre aquello que es realmente relevante para la resolución de los problemas de la sociedad. Pero tampoco. Es como si todo el mundo estuviese anestesiado. No se oyen esas voces. No se si porque no las hay o porque no tienen sistemas de amplificación. Tal vez a los medios de comunicación no les interesa. No lo sé.
En absoluto es relevante para el país que las elecciones autonómicas del 25 de marzo las gane uno u otro; que se debata sobre el copago sanitario y que este termine, o no, por imponerse; o si la prima de riesgo sube o baja; o si la subasta del tesoro... El problema principal de España no es ni siquiera el paro; este es solo una consecuencia. El gran problema de la sociedad española es que no es capaz de generar actividad para ocupar al conjunto de su población.
Esto lleva siendo así desde siempre. Es como un estigma. Desde España se generaron hace más de cincuenta años flujos migratorios, sobre todo de mano de obra poco cualificada. Ahora vuelven a generarse. Por el momento empiezan a marcharse los más preparados, pero, a medida que se terminan las prestaciones por desempleo, las ayudas y los ahorros, terminarán por hacer las maletas millones de personas: mano de obra simple. Este es gran asunto y el gran drama nacional.
Hace falta un gran pacto social y político para trabajar incansablemente aportar una solución. Definir qué actividades se generan y cómo. Ya no vale con levantar edificios. Hay que hacer algo diferente, y lo más difícil: que se consuma en el exterior. Y hasta que no nos pongamos a trabajar en esto de verdad, con la seriedad debida, no conseguiremos sacar a España de este pozo en que está metida a causa de la incompetencia de sus gobernantes, de la pasividad de sus empresarios y de la debilidad de su sociedad civil.
2 comentarios:
Brillante, Jesús en tu análisis personal sobre la situacion circundante. Tu reflexion sobre la no existencia de una sociedad civil suficientemente vertebrada con capacidad de contrapoder hacia los desmanes del politiquillo de turno, es nuestra gran asignatura pendiente. Esta vertebración , sería consecuencia de "culturizar" a los ciudadanos y ello que nunca ha interesado ni a la izquierda ni a la derecha, llevaría consigo la retirada de licencia a Tele 5 , que tanto daño a hecho y sigue haciendo en los estratos más desprotegidos como son la adolescencia y la juventud, haciendoles apreciar "valores "como los que ocupan su parrilla de programación.Sería largo de establecer mecanismos que desembocaran en lo antedicho , pero repito: no interesa, mejor gobernar sobre borregos sin capacidad de discernimiento.
Gracias, Ricardo:
Hay trabajo por hacer, desde luego. Lo que no sé es por dónde atacar. Los partidos no están interesados en mover nada. Los medios de comunicación me ofrecen dudas. Es difícil, muy difícil...
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