Por un lado me sentiría orgulloso de que Madrid consiguiera organizar los JJ.OO. En menos de treinta años, sería la segunda vez para un mismo país. Que yo recuerde, solo EE. UU. (Los Ángeles y Atlanta) consiguieron algo semejante. Esto nos colocaría de cara al mundo como una nación fiable para llevar a cabo grandes eventos; y unos Juegos Olímpicos son el mayor y más prestigioso de todos los posibles. Sin embargo, me da miedo que Madrid sea la "ville" elegida. Mucho miedo.
Las necesidades derivadas de un acontecimiento "planetario", que diría la doctísima señora Pajín, son muchas en lo que se refiere especialmente a infraestructuras: accesos, villa olímpica, complejos deportivos (construcción o readaptación), sistemas de seguridad, comunicaciones... En fin, un montón de trabajo para un montón de profesionales y de mano de obra menos cualificada que daría un respiro a esta condenada situación de paro endémico que sufrimos.
Pero claro, es un proyecto para 6 años y después, nada. De nuevo la inactividad. Una especie de boom inmobiliario para Madrid que luego quedaría en el más absoluto abandono, como lo está ya el teórico estadio olímpico (La Peineta). Estaría más de acuerdo con la candidatura, si para el conocimiento público se presenta un plan perfectamente estructurado de reconversión o uso futuro de las instalaciones construidas. Por ejemplo, qué pasaría con la villa olímpica en un país atascado de pisos y apartamentos vacíos. Una idea puede ser negociar con PP (Paco el Pocero) el alquiler temporal de los pisos de Seseña. Bueno, con PP o con el banco o caja que haya sido el incauto inversor. Por cierto, qué fue de este personaje. ¿Sigue horadando la tierra a la búsqueda de recursos hídricos como antaño?
Otra de mis preocupaciones es de qué manera se van a pagar los costes de todo este cotarro. Naturalmente no lo va a pagar ningún ricachón ni ningún banco. Esto lo vamos a sufragar entre todos los paganos que costeamos todo, incluidos los rescates de los bancos y los salarios de los consejeros ladrones y vagos. No sé por qué, pero tengo la impresión de que ese dinero, que no tenemos porque somos un país que se financia con préstamos y ya casi debemos tanto como valemos (90% del PIB), mejor nos lo ahorramos o lo invertimos en Investigación Científica.
Y luego la representación política. No quiero ni pensar en la sarta de inconsistencias, por no decir estupideces, que diría la alcaldesa Botella, una persona manifiestamente incapaz de articular una frase coherente, en caso de ganar la elección Madrid. Y la asignación de las obras, esa es otra de gran calado. ¿Quién se verá favorecido?¿Cuántas "donaciones" correrán en forma de dinero negro hacia la tesorería del PP, que es quién sabe de esto? ¿Cuántas puñaladas habrá entre los cargos políticos para apuntarse a la lista de receptores de futuros sobres marrones cargados de billetes?
Por todo esto, mi sensación sobre la organización de los juegos en Madrid es extraña. Por un lado estaría bien, pero por otro, me inquieta.
1 comentario:
Y digo yo, ¿cuanto se lleva gastado (invertido) en todos estos años de candidaturas?. Suponiendo que los Juegos sean rentables, ¿se recuperará tamién toda es paxta?
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