03 junio, 2012

Henos aquí, al borde del abismo... Que vengan los tecnócratas

Y ahora, me pregunto, quién asume la responsabilidad. Quién va a dar un paso al frente y a decir que sus equivocaciones y malas prácticas trajeron como consecuencia la lamentable situación en que nos encontramos. Nadie, nadie va a asumir la responsabilidad, porque la clase política, en España al menos, no tiene ni la preparación ni la integridad, ni tan siquiera la honestidad  de hacer algo así.

Lo que pasó aquí fue que durante cerca de veinte años hemos sido gobernados por individuos iluminados que entendían la acción política como un pasárselo bien mientras se hacían cosas para seguir obteniendo el favor de un pueblo "soberano", pero electoralmente bisoño. No importaba si las cosas que se hacían eran correctas, o no,  bastaba que dieran votos para poder seguir en las poltronas.

Tras el Franquismo, hubo un grupo de políticos que entendió que el retraso de España respecto a Europa era grande, y se puso a trabajar para arreglarlo. Entramos en el Mercado Común y empezó a llegar dinero, que se empleó bastante bien al principio. Pero a medida que llegaba más dinero y pasaba el tiempo, iban desapareciendo los buenos políticos y llegando la generación torpe.

Esta generación torpe nos metió en el euro activando la economía con la construcción, pero no siguió trabajando para reducir el retraso de España respecto a Europa. Desde el nefasto Aznar hasta el iluminado Zapatero se crearon cinco millones de puestos de trabajo desde un suelo de dos millones de parados. Ahora tenemos tres millones y pico de parados más que en 2002, o sea, más de los cinco millones de puestos que se habían creado. Fantástico. Y ahora el Gran Rajoy pone en marcha más ocurrencias para hundirnos más aún en la mierda.

Cómo pueden ser tan burros. Como ninguno de estos torpes se dio cuenta de lo que estaba pasando. Cualquier ciudadano un poco despierto veía que seguíamos con un enorme retraso industrial, técnico y tecnológico respecto a Europa. Lo único que se copió de Europa fueron las políticas sociales, que es lo fácil, se articulan cuatro leyes y listo. Pero no se hizo el esfuerzo correspondiente en ciencia y tecnología, en I + D, en innovación... Nada. Lo importante eran las viviendas, los PER, las prejubilaciones... ¡Viva la Virgen! Y ahora, aquí estamos, sin actividad productiva para dar trabajo a la población y pidiendo limosna.

Como ciudadano reclamo mi derecho a que los responsables de esta catástrofe lo paguen. Qué lo paguen con la cárcel, con la inhabilitación, con el escarnio público, con lo que sea, pero que lo paguen de tal manera que, a cualquiera que se le ocurra entrar en política se tiente antes la ropa. Hacer política no es una broma, y tiene que quedar claro.

La generación política torpe nos ha llevado a la ruina y los ciudadanos, como en la antigüedad, queremos sangre, queremos cabezas en las cestas y, sobre todo, queremos que dejen sus cargos en manos de otros más competentes... Unos años de tecnocracia pura y dura y el pueblo de España levanta esta situación vergonzante para nuestra historia. Después habrá que elegir de nuevo en las urnas, pero habrá leyes y mecanismos de control que harán dudar a los incompetentes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un Gobierno tecnocrático sin respaldo popular solo serviría para provocar rechazo total a la política. Si podría, sin embargo, solucionar la nefasta manera de crear el euro como moneda única. Sería imprescindible llegar a una fiscalidad (diferencia entre ingresos y gastos) similar en cada Estado de la zona euro con autoridades europeas específicas para que se cumpla; a un fondo de rescate financiero (bancario) europeo; y a un Banco Central Europeo que amparase a los Estados miembros en momentos de crisis de deuda pública comprándola a intereses bajos. Pero, esto pudo haberse previsto antes de iniciar el uso de una moneda única. Una vez arreglado este desaguisado económico y que la crisis ceda, volver a elegir democráticamente a políticos responsables, en listas abiertas, y a sabiendas que no tendrán ni las prebendas que ahora poseen (exigua tributación de sus honorarios públicos; compatibilidad de ingresos públicos y privados a la vez; con escaso periodo de cotización, tener derecho a pensión vitalicia, etc.)ni que una nefasta gestión de los recursos públicos quedará indemne sin el riesgo de una inhabilitación para siempre de cualquier cargo público y de una condena penal si se demostrase negligencia manifiesta. Así quizás podamos regenerar la vida politica en España. Lo dudo, pero daré un margen a la esperanza. A.SI

Enrique dijo...

Para cuando un examen de capacitacion para poder entrar en una lista electoral?