30 septiembre, 2015

Una niña quiere morir

Fue la primera noticia que la radio me dio esta mañana. Una niña de 12 años con una enfermedad rara, degenerativa. Una de esas enfermedades que ni tiene nombre y que la tiene al borde del precipicio desde los primeros meses de vida. Sus padres lucharon con ella, con Andrea. Hicieron todo lo humanamente posible por curar a su hija. Y la niña entregó su maltrecho cuerpo a toda suerte de intentos de la medicina por curarla. Pero todo fue en vano.

No hay vuelta atrás. Es una enfermedad irreversible. Andrea está en este momento en la cama de un hospital en Santiago de Compostela con una importante desnutrición porque su cuerpo ya no tolera alimentos (imagino que ni la nutrición parenteral). La niña sufre horriblemente; los padres sufren horriblemente. Andrea quiere morirse, y sus padres que se muera, sin sufrimiento. Pero no la dejan. Parece que por el medio está la «ética y la legalidad». Así entrecomillado. No importa su tortura.

La percepción del tiempo es diferente para unos y otros. Los padres llevan meses peleando. Meses. Es increíble. Ellos ven como su hija sufre lo indecible. Pero como en España no hay leyes claras sobre la propiedad de la vida ni sobre el derecho de cada uno a quitarse del medio si lo desea, hay que pelear. Pelear para que una hija, el bien más preciado de unos padres, no sufra. Pelear por tiempo y tiempo. Tiempo de dolor para la niña. Pero quienes emiten los informes, a quienes están al cargo en estos asuntos en las instituciones no les importa . Simplemente se toman su tiempo. Su tiempo para pensar, para redactar. Tiempo casi eterno para quien está atada a un potro. Qué distinta es la medida del tiempo según la posición de cada uno, ¿verdad?

Después de la orgía de insensibilidad, el Comité de Bioética emite  a mediados de septiembre un informe que dice que sí, que recomienda desconectar el soporte vital de esta pobre criatura. Pero su informe no es vinculante y el departamento de pediatría del hospital dice que no lo hace. Que hay problemas éticos y legales, y que convocan a los padres a una reunión. Todo parece un mal sueño, pero así está pasando. Y entre tanto la niña sigue allí, a la espera de que alguien la libere.

Tengo perfectamente claro que si tuviera un hijo en circunstancias similares, ante una situación de insensibilidad semejante por parte de administraciones, comités y hospitales, yo mismo la desconectaría de su soporte, si supiera que así dejaba de sufrir. Poco importa terminar por ello en la cárcel. No es ni ética ni moralmente sostenible que una situación como esta se de en un país que se llama a sí mismo «civilizado».

El derecho a una muerte digna, el derecho a disponer de la vida de uno mismo, el derecho a no sufrir para morir debe ser legislado con toda claridad en una ley básica. Una ley que pase por encima de prejuicios estúpidos, casi siempre relacionados con lo religioso. Una ley de este tipo no obligaría a nadie a nada, solo sería un derecho, y como tal no hay por qué usarlo si no se quiere. El que quiera morir retorciéndose, sería libre de hacerlo. Yo, personalmente prefiero algo menos bizarro.

28 septiembre, 2015

La trampa de la Ley Electoral

La Ley Electoral. La maldita Ley Electoral Española. Esa chapuza integral, hecha para que los sectores más más conservadores y los partidos más pudientes tuvieran siempre la parte del león del poder en juego, permitió una cómoda mayoría absoluta, e incontestable, de la opción independentista. No hay más que hablar. Los ganadores puede empezar a preparar su impedimenta para el viaje que pretenden emprender. Y quién diga lo contrario pierde el tiempo.

Las decisiones, tanto a nivel general como de las Comunidades Autónomas, se toman en las cámaras de representación, no se pregunta a la gente. Si se quiere cambiar algo en la Constitución, por ejemplo, según lo que sea, no hace falta consultar al Pueblo, basta con la mayoría de votos exigida para ello en el Congreso. Pues, por el mismo argumento, el Gobierno que salga de estas elecciones catalanas está facultado para iniciar su calendario independentista. Los votos de los parlamentarios afines se lo permiten, y la Ley es la Ley. Punto.

Da igual que la prensa española se desgañite diciendo que ganó el no. Es lo mismo. Los votos no cuentan, cuentan los escaños. ¡Claro que parece una estupidez. Por supuesto! Pero, merced a la legalidad vigente, se va a dar la circunstancia de que los representantes del 47% de la población van a imponer su voluntad a los del 53% restante porque, paradójicamente, son más. Tienen mayoría absoluta en la cámara de representantes. ¿No es terriblemente divertido esto de España?

Los partidos catalanes llevan decenios intentando ponerse de acuerdo para tener una Ley Electoral Catalana. Pero, ca, no hay acuerdo posible. Los convergentes dicen que no hace falta, que en eso no quieren ser singulares, que está muy bien la ley Española, que es perfecta, absolutamente perfecta para sus intereses. Ellos, CDC, son un partido bien implantado en las zonas poco pobladas del País Catalán. El voto de un campesino del Priorato tiene el doble de valor que el de un comerciante de La Gran Vía de Barcelona. Y eso, ya puede ser justo o injusto, pero, eso, no se toca. Faltaría más.

Desde que en España tenemos esta especie de democracia tan peculiar, los sucesivos gobiernos saben de esta particularidad legal de nuestra Ley Electoral y que Cataluña se rige por la misma. Nunca se le quiso meter mano esta ley tan injusta porque ni PP ni PSOE quieren, les va de miedo tal y como está, para qué cambiarla. Está bien eso de que el voto de un Soriano valga el doble que el de un señor de Vallecas, qué coño. La falta de perspicacia les impidió ver que en Cataluña podía salirles el tiro por la culata. Y les salió. Ahora que lo arreglen.

Ahora llegarán las declaraciones y las valoraciones. Rajoy saldrá diciendo cualquier estupidez sobre la legitimidad, o que si habían dicho que era un plebiscito, y algo parecido dirán el resto de líderes. Pero no son más que palabras. Lo que valen son los escaños, los votos no importan. Los grandes partidos cometieron pecado de avaricia al no cambiar la Ley cuando debían. Bien, aquí tienen, aquí tenemos la penitencia. Una penitencia dura para más de la mitad de los catalanes.

Es lo que tiene acomodarse y ser cobarde. ¿A que ahora parece que fue equivocado no dejar que se hiciera un referéndum en Cataluña? Se hubiera ganado y problema resuelto. Más penitencia, esta por pecado de cobardía.

23 septiembre, 2015

Si yo fuera catalán...

La gente, a veces, fantasea con estas cosas: si yo fuera no sé quién o no sé qué, haría... Todo el mundo lo hace, y en todas partes. En una película famosa alguien cantaba lo de «Si yo fuera rico». Así que, como no es nada malo, estos días de refriega política navajera y barriobajera respecto a Cataluña, a mi me dio que por pensar en cómo me sentiría si yo fuera catalán; en qué haría yo el día 27 de septiembre en que según los mensajes que recibo va a llegar algo así como el Apocalipsis.

Por un lado me sentiría objeto de deseo de tirios y troyanos. Por lo pronto ambos enemigos irreconciliables se pelean por ponerme a su favor. Los unos, los independentistas, me dicen que España nos roba. Claro, yo entiendo que lo que quieren decir es que está gestionada por un montón de políticos quinquis y ladrones que nos sacan los hígados para dárselo a los vagos de otras zonas que no pegan ni golpe. Entonces me digo: joder, tienen razón. Quiero la independencia.

Luego vienen los otros y me dicen que Cataluña está gobernada por un montón de mafiosos que cobran comisiones del 3% por las obras y que se están forrando, esto los de CDC, y los otros, los de ERC son una caterva de radicales que solo ven enemigos al otro lado de la frontera, que lo que quieren es empezar a coger su parte del pastel de lo del 3% ese. Y, ostras, al menos en lo de CDC tienen razón. El Pujol este y su familia, menudos chorizos. Nada no quiero independencia. Estos nos echan a pique en cuatro días.

Carajo. Qué dudas más horribles. Ahora dicen que va a haber un corralito de esos y que lo de las pensiones, en fin..., que no va a ser seguro... Ni la sanidad. Pero Mas insiste en que no, que es todo una mentira. Y el Obama y la Merkel se meten en el asunto. ¿Por qué coño...? Claro que también me pregunto para qué fueron Mas y el otro, el que va de número uno, a hacer el ridículo a la BBC o a la CNN. ¿Por qué les interesa a todos lo que digan fuera, si este es un asunto de dentro?

Y para liarla más están los de la Constitución. Qué hay que cumplirla, que si no, nos castigan. Pero cómo se va a cumplir algo que se quiere saltar. Es de tontos. Y también hablan los empresarios: unos cuantos que estamos mejor solos, otros, la mayoría, al lado de los bancos, que si es una barbaridad... Y para fastidiarla del todo, la Iglesia: una parte va a rezar por la unidad de España, otra no le hace ascos al asunto soberanista. Y el acabose: un iluminado deja caer que no va a haber Barça Madrid. Y Mas venga a fajarse, menos a lo del fútbol, igual porque el prefiere un derbi contra los periquitos. Es decir, que aquí hay un lío de tres pares de cojones.

La gente por ahí, la normal, no los políticos, dice que los catalanes somos raros, que vamos a lo nuestro. No. No somos muy populares en España. Yo no sé si España nos roba, pero si nos tienen bastante rabia. A lo mejor un poco por culpa nuestra, pero no creo. Yo cuando salgo a la calle, veo gente normal por aquí. Gente que trabaja, o que está en el paro, que fuma y que no fuma, rica y pobre, alta y baja... O sea, veo lo que se puede ver en cualquier parte. Por qué ese empeño en hacernos especiales.

Pues ahora que estoy metido en la piel de un catalán, no lo tengo claro. Pero lo que más me apetece es votar a los independentistas, en especial por todos esos vídeos ofensivos que circulan por las redes sobre nosotros y que promueve muy especialmente el PP y la derecha cavernícola. La derecha extrema del PP nos insulta constantemente. Puede que algunos aquí no se sientan insultados, pero muchos sí. Yo sí. Lo que intento decir es que si mi voto fuera visceral caería en los brazos de CDC y ERC. Pero prefiero ser cerebral, algo difícil en esto del voto. Voy a pensarlo. Pero no descarto nada. El Gobierno nos trata como a ganado, o yo tengo esa sensación. Así que, no sé que haré. Veremos.



19 septiembre, 2015

Vasos comunicantes

Parece que el personal anda muy preocupado con esto de los refugiados, de los inmigrantes y de los asilados. Se habla de ellos como si fueran invasores de otro planeta, como aquellos del dedo meñique tieso de la tele de los 70. Sin embargo se trata de personas del planeta Tierra, de la especie Homo sapiens. No se trata ni siquiera de subespecies, sirius, niger, senegaliensis, etc... Son de nuestra misma especie. De la misma a la que dio nombre Linneo. No hay ninguna duda.

Pues aún con la plena seguridad taxonómica, hay borricos que piensan que se deben cerrar las fronteras, porque ya tenemos bastantes problemas nosotros como para, aún encima, admitir a toda esa turba. Estos mentecatos, que debo aclarar que no solo son de derechas, escuché verdaderas estupideces de «progresistas confesos», estos mentecatos, insisto, no entienden nada. Se ve que no fueron a la escuela el día que explicaron la lección de los vasos comunicantes.

A ver si se la explico y no la olvidan. Es, más o menos así: cuando en un conjunto de recipientes, que contienen un fluido y están comunicados, se aumenta la presión en uno de ellos, por ejemplo, por adición de más fluido, esta se transmite en todas direcciones hasta que se iguala. Cuando se observan, se ve que todos los vasos tienen al final el mismo nivel. Pues bien. La población del planeta funciona igual: cuando se aumenta la presión (hambre pobreza, guerras) en el «fluido humano», se producen movimientos en el mismo que tienden a minimizar esa presión hasta igualarla. ¿Cómo? Mediante migraciones masivas.

Lo anterior, quiere decir que el hambre y los conflictos disminuirán en los lugares abandonados por la gente. A menos población más recursos y menor probabilidad de morirse reventado por una bomba. Y, claro está, también quiere decir que la conflictividad aumentará en las zonas de recepción al integrarse una población nueva que tiene que comer, trabajar, vestir, divertirse, rezar (los que lo hagan)... En definitiva vivir y luchar por los recursos. Da lo mismo cómo se pongan los más recalcitrantes. Vendrán tantos como sea necesario para que el sistema se reequilibre. Y lucharán con nosotros por obtener recursos. Y no hay fronteras ni leyes que puedan impedirlo.

Lo más curioso de todo es que está en manos del mundo opulento resolver el asunto. Basta con abrir la válvula y liberar presión. Basta con dejarles comerciar con sus materias primas; con no malmeter para que estén en guerra permanente; con darles acceso a la cultura, en lugar de atontarlos fomentando  el liderazgo de fanáticos religiosos. En fin, cosas que son fáciles de hacer si en esta parte, en este recipiente, se elimina la causa que produce el aumento de presión en el otro lado: la ambición desmedida de unos pocos, sostenida además por muchos que mantienen con su asentimiento a gobiernos incapaces de hacer leyes que impidan determinadas prácticas empresariales, económicas y financieras que ahogan a continentes enteros.

Las personas podemos soportar un cierto nivel de sufrimiento, de hambre y de conflicto en nuestra patria. Pero superado este, la patria se va a la mierda, coges lo mínimo, y te largas a pegar mordiscos adonde los perros están atados con longanizas. ¿A que es simple esta cosa de la física?

15 septiembre, 2015

La falta de coraje

Los verdugos de Tordesillas muestran una evidente falta de coraje al linchar a un animal indefenso de la manera que lo hacen. Ellos creen que el toro es una fiera cornuda que, por el mero hecho de serlo, debe ser alanceada, lo cual demuestra un grado de necedad que raya en la insensatez más absoluta. Pero da igual. La cuestión es que por muchos calificativos que se les ponga a estos mentecatos; por mucho que se diga de malo sobre Tordesillas y de sus vecinos por consentidores o por cómplices, unos cuantos tipos bien provistos de objetos punzantes van a martirizar a un animal de la manera más cruel y cobarde imaginable.

Cada año es lo mismo (ya resulta aburrido): manifestaciones, editoriales en los periódicos de mayor tirada, viñetas alusivas de Forges y otros... Hasta una entrada en este poco influyente blog (aquí y aquí). Nada. Los valientes habitantes de Tordesillas se lo pasan por sus bien colocados y redondos testículos. Y se lo pasan porque implícitamente cuentan con todos los apoyos políticos y administrativos. Absolutamente con todos. La junta de Castilla León, la Delegación del Gobierno, el Ayuntamiento, la Diputación... Todos callan. Ninguno dice: ¡basta, hasta aquí hemos llegado! Lo cual quiere decir que asienten a este esperpento.

¿Quién puede entonces hacer algo? Vamos a ver. Poder, poder..., todos, ahora..., ¿querer? Eso es otra cosa. La clave está, como siempre en este país en los Partidos Políticos, en especial en el PP y en el PSOE. En el PP, ya se sabe que son muy taurinos, aunque me consta que algunos abominan de esta fiesta en general, y del Toro de la Vega en particular. Pero el PSOE tiene que hacer algo, y de hecho puede hacerlo. El PSOE está lleno de militantes y simpatizantes que son contrarios a estos circos. El mismo secretario general dice estarlo. Pero en el PSOE también falta coraje. A Pedro Sánchez le falta valor para hacer lo correcto. Y lo correcto es expulsar del partido al alcalde de Tordesillas. Directamente, sin anestesia, alanceado con la deshonra. No tiene que haber dudas. El PSOE no puede acoger en sus filas a individuos de ese pelaje.

Pedro Sánchez es un pusilánime. Pedro Sánchez parece desconocer la importancia de los gestos en política. Es el secretario general con más poder en la historia del PSOE. Fue votado por los militantes en voto directo en primarias limpias. Es una paparrucha aquello de que tuvo el apoyo de este o de aquella. Lo votó el militante, y al final nadie te ordena qué votar, a no ser que seas imbécil, claro. Pedro Sánchez tiene el poder y debe ejercerlo. Tiene, obligatoriamente, que echar del partido al alcalde de Tordesillas, para siempre. ¿Por qué no lo hace? Pues probablemente por interés electoral.

El PSOE de Andalucía no está, casi seguro, por la labor de que se abra un melón que puede derivar en que se cuestione la tauromaquia en general. Saben que si entran ahí perderán muchos votos. Y ahí está el problema. Los votos son más importantes que el hecho de hacer lo correcto. Por eso Sánchez solo amaga. Dice que no es taurino, pero respeta... Que prohibirá lo del Toro de la Vega si es presidente, pero solo promete. En definitiva, que esto va a seguir porque este país, España, sigue siendo un lugar en que los cobardes están en el poder y para conservarlo satisfacen los caprichos de su electorado más primitivo e ignorante. Por eso tenemos esta vergüenza de país.

10 septiembre, 2015

La indecencia

No me canso de insistir en que el motivo principal de que en España se haya producido una crisis mucho más profunda que en el resto del mundo fue la tremenda incompetencia del la parte política del sistema: de los políticos al mando, con nombres propios y de los partidos que los sustentaban y que, por no se sabe qué criterios, los pusieron ahí. Tampoco me canso de insistir en que la causa primera de que no salgamos de la situación es exactamente la misma, lo cual es perfectamente lógico, puesto que seguimos teniendo el mismo sistema generador de ineptitud.

En este país anormal pleno de ciudadanos normales, solidarios y trabajadores, anidan verdaderos enjambres de listillos, insolidarios y vagos. Estos nidos son alimentados por un sistema podrido que premia la capacidad para moverse dentro del mismo en lugar de premiar la honestidad, los méritos personales o lo innovador que se sea. Un ejemplo lo constituye cualquier gobierno; la mayor parte de sus miembros provienen de la propia Administración: abogados del estado, etc... Ello garantizaría que sabrían moverse perfectamente en cualquier parte en la que hubiera que opositar. Sin embargo, lamentablemente para nosotros, el mundo no es así. El único mérito que tiene un buen opositor es cantar los temas mejor delante de un tribunal, pero esto no garantiza su capacidad de innovación, de comunicación, de hablar idiomas, de negociación, etc.

Una vez claro que llevamos una veintena de años gestionados por torpes a todos los niveles, y que esto tiene su origen en el sistema de selección de las personas que ostentan la representación, y que por tanto gobiernan, vayamos ahora a la parte oscura del asunto. Esta gente se mantiene en el poder por el sistema viciado. Este es mantenido sin saberlo por el voto fiel de un electorado obligado a meter una papeleta con nombres que no conoce de nada. Y este voto es fidelizado, en especial por los partidos con verdadero poder, PP y PSOE, mediante la manipulación de la información sensible, de las estadísticas y de los indicadores esenciales. Es decir, mediante la indecencia más absoluta.

Quién haya tenido responsabilidades profesionales en cualquier empresa sabe que a la hora de rendir cuentas se utilizan indicadores reales y hechos objetivos, no índices ficticios y subjetividades, como es el caso cuando los políticos hablan de sus logros. Un ejemplo de esto es decir que en España se crea empleo y que la crisis es algo olvidado. Cuando la realidad es que, si se computan las horas trabajadas, estas son las mismas que cuando el paro estaba en máximos. Es por lo tanto indecente pasar el mensaje de creación de empleo en lugar de asumir que lo que se hizo fue un reparto del trabajo. Si se trabaja lo mismo, se produce lo mismo, por lo tanto lo de la salida de la crisis será para un sector concreto, pero no para los contribuyentes que sostienen el edificio del estado.


El Gobierno machaca a la población con la propaganda (sí, como Goebbels, propaganda). «Esto va bien y solo con nosotros puede continuar en esta senda». Qué es lo que va bien y para quién. La verdad es que es difícil saberlo. Esta orgía de indecencia apunta a una confabulación contra toda la sociedad civil con el único objetivo de conservar las cosas como están, aunque ello nos lleve a la ruina como país y al empobrecimiento más absoluto de la población. ¿Por qué digo esto? Muy simple. Me baso en hechos objetivos. El primero indica para quién se está trabajando desde las élites políticas. El número de ricos creció un 40% en España desde 2008. No es una manipulación, es la realidad. El segundo hecho muestra las consecuencias de la incompetencia de los gobernantes. El 46% de los hogares pasa por dificultades económicas, o sea que llega mal a fin de mes. Este dato estaba en el 13% hace cinco años. Cuidado.

Se puede casi adivinar el futuro sin grandes conocimientos en economía. ¿Es o no es indecente lo que intentan colarnos? Lo intenta el gobierno del PP, lo intenta Mas en Cataluña, lo coló el PSOE en Andalucía, y hasta Podemos en Madrid. Solo quieren el poder para instalarse en la indecencia y vivir a costa del contribuyente. Así de simple. Y no tengo la solución a este problema, ya podía. Lo único que se me ocurre es que habrá que pensarse muy bien a quien se da el voto. Votar con la cabeza más que con las vísceras. O eso, o una abstención del 100 % como protesta, aunque, claro, esto es imposible. Tal vez sea mejor la de utilizar el cerebro. No sé.

07 septiembre, 2015

Los refugiados y la hidra Europa

La avalancha de personas que quieren alcanzar Europa, la Europa rica más en concreto, deja ver las tres cabezas, como las de una hidra, de esta sociedad tan peculiar. Las tres tienen vida propia, las tres pertenecen al mismo cuerpo pero las tres parecen ser independientes. Gobiernos, Población y ONG van por libre. Y hay que aceptarlo así. Pero que haya que aceptarlo no significa que sea fácil de comprender.

Vamos a dejar ya de lado que el hecho de que seamos un conjunto de naciones haga las cosas difíciles por los intereses contrapuestos. Sigamos con las tres cabezas de la hidra: Gobiernos, Población y ONG. Podríamos decir que una cabeza puede regir varios cuerpos, o varios miembros. Uno puede mover sus manos y sus pies de manera independiente y hacer sonar una melodía en un piano. Pero, ¿se puede imaginar un pianista con tres cerebros que cada uno tenga una idea diferente de cómo se debe interpretar una pieza? No. No rotundo.

Ante una situación de emergencia humanitaria, como la que llevamos muchos años viviendo, las reacciones de las tres cabezas son completamente divergentes. Por un lado, las ONG hace muchos años que trabajan en los territorios con problemas: denuncian, ayudan y establecen vínculos con las poblaciones que sufren. Las ONG forman parte de la sociedad civil occidental, y están financiadas por los gobiernos y por la población. Informan debidamente de lo que está pasando y reclaman que se trabaje desde el ámbito político para que las naciones pobres puedan desarrollarse un mínimo. Sin embargo, las otras cabezas parecen no escuchar, y el cuerpo del monstruo sigue serpenteando sin dirección.

La población sabe y aprueba que haya gente que trabaje en el terreno. Las ONG son admiradas y respetadas. Sin embargo se necesita un gran acontecimiento, un escándalo, un impacto directo (la foto del pequeño sirio muerto) para que reaccione. De no ser por esta foto y algún otro detalle, la gente seguiría ajena a todo; al fin y al cabo nada interacciona con su quehacer diario. Eso sí, sale la imagen del niño en la playa, a esta se le unen las del éxodo de un pueblo, y se añade más lo que lleva años en la retina común (inmigrantes ahogados o colgados de una valla, barcos de la muerte...), y hay un estallido de solidaridad repentino en la población. Entonces se empieza a presionar para que se actúe, no antes.

La tercera cabeza sabe perfectamente lo que está pasando, de hecho ella es en parte causa del problema por sus decisiones. Los gobiernos pueden actuar mucho antes. Disponen de servicios de información y de inteligencia que les exponen con toda claridad qué está pasando. Sin embargo, por alguna razón desconocida no lo hacen directamente sobre la raíz del problema; algo que las ONG les están cantando en todos los tonos conocidos. Solo cuando la población presiona se ponen a trabajar. Se podría emplear esfuerzo en la prevención, pero no es visible ni notorio. produce más réditos la solución puntual de los asuntos del momento. A ver si nos aclaramos. Prevenir no da votos porque el trabajo no es visible. Lo mejor es dejar que los problemas casi te ahoguen para tomar unas cuantas decisiones y que parezca que haces algo. La política depende de los electores y los sociólogos saben muy bien cómo hay que hacer las cosas para obtener o conservar el poder. Me reservo mi opinión sobre esta clase de sociólogos. Pero no trabajan por la sociedad, está claro.

Podría decirse que solamente las ONG están encima de la realidad. Que la población y los gobiernos que las mantienen están en otra onda. Que los gobiernos están principalmente entretenidos en dar a la población, a los electores, únicamente aquello que les siga haciendo gozar de su favor. Y que ahora toca ser caritativo con unos cuantos cientos de miles de sirios. Pero Siria, y todo lo que no es Siria y sufre lo inimaginable, sigue ahí fuera, y para seguir. Lo dicho una hidra cuyo cuerpo se mueve de manera espasmódica a golpe de efecto mediático.


02 septiembre, 2015

El elector visceral (o palurdo)

En un sistema electoral como el que tenemos, en el que todo está basado en la estrategia de los partidos, sin sitio para la gente independiente y sin que los candidatos puedan ser elegidos por el pueblo una vez explicadas sus intenciones, se favorece la manipulación del votante. Los partidos, amos del medio ambiente político, plantean una estrategia, normalmente burda, a la búsqueda del voto visceral, del voto palurdo. Un voto igual de válido que cualquier otro, pero que no sería el preponderante en un entorno democrático serio... Pero, claro, esto es España, y aquí las cosas son diferentes.

Para empezar tenemos a un tipo en Barcelona, que manda en la comunidad autónoma, y que, con todo derecho si se quiere, él llama país y nación. Este tipo, Mas, está preñado de corrupción, como todos sus correligionarios, como todo su partido (un partido corrupto hace corruptos a todos sus militantes hasta que lo denuncian o lo abandonan). Es tal el mal olor que despide todo lo que rodea a Convergencia que, casi seguro, el futuro les colocaría en la oposición. Lo que hace su directorio, en lugar de aplicarse un estimulante baño con friegas variadas, es untarse de ungüentos aromáticos para tapar el olor a mierda (higiene pura). Entonces, Más se cubre con la bandera de Cataluña y convence a los incautos de ERC y a otros igual de necios, para ir en una lista trampa a unas elecciones autonómicas que él llama, únicamente para salvar su culo, plebiscitarias.

A Mas, según dice, le basta una mayoría por un diputado para declarar la independencia. Esto imagino que será una broma. Lo mismo, una broma, parece la actitud del tipo de la otra parte del reñidero: Rajoy. Igual de preñado que Mas de corrupción y mandando un partido corrupto hasta los tuétanos, Rajoy huye hacia delante, se envuelve en la bandera de España y dice con voz trémula y emocionada que España no se va a romper. No mientras él mande. Y para ello inviste (o enviste, no se yo) al Tribunal Constitucional de no sé qué capacidades para multar, suspender y unas cuantas monsergas más por si si gallo catalán decide hacer lo prohibido.

¿Pero de verdad alguien puede creerse algo de toda esta patraña? Pues parece que sí. Muchos catalanes van a convertirse en electores palurdos porque van a dar su voto a los independentistas solo porque entraron a su mensaje de que «el oponente es odioso y nos quiere joder». Y del otro lado, cuando lleguen las generales muchos españoles con su voto igual de palurdo van a secundar a Rajoy por su «firmeza y patriotismo con el problema catalán». Todo mentiras por todas partes. ¿Las desmontamos?

Pregunta para el gallo catalán. ¿Por que no planteó el referéndum o unas elecciones plebiscitarias cuando la pasta entraba a raudales en Cataluña? La respuesta es simple y sencilla: porque había un 3% que ya Maragall había denunciado, y claro, la pela es la pela.

Pregunta para el gallo español. ¿Por qué planteó un recurso de inconstucionalidad al «Estatut» sabiendo que era el clavo ardiendo al que se podía agarrar Convergencia cuando las cosas se complicaran? Otra respuesta simple: porque, en un momento dado ser el paladín contra el separatismo le iba a dar muchos votos.

¿Populismo, Peronismo...? Puede que ambas cosas. Los votos de los argentinos que iban para Perón, o los de los venezolanos que iban para Chaves, eran votos palurdos de electores manipulados, como manipulados estarán tanto los que voten con la víscera en las catalanas del 27 S o en las generales de diciembre. Perón y Chaves siguen muy vivos, reencarnados esta vez en Rajoy y Mas. ¿Y qué dicen el resto de partidos? Nada, solo balbucean en medio de una democracia convertida en un lupanar por ellos mismos.

Resulta que tenemos un país con un paro galopante, con una Seguridad Social en dificultades. Un país en el que en una legislatura solo se hizo el rescate de unas cuantas Cajas en bancarrota con cargo al contribuyente por al gestión de políticos garrulos, los mismos que, de un modo u otro nos siguen mandando. Tenemos un país donde todo sigue igual que en el momento inicial de la crisis (salvo los salarios y el valor de la mano de obra española). No se ha hecho nada para transformar España en una nación seria. Pues bien; los electores van a seguir emitiendo votos palurdos a opciones que les manipulan. Entonces ellos, esos tipos, los manipuladores, los gallos, dirán aquello de «el pueblo ha hablado» y seguirán satisfechos en su poltrona mientras dan una larga calada a su habano y un buen trago a su copazo... Y el electorado sacudirá la cabeza como para despertar, sin entender nada.