29 diciembre, 2014

Fuego griego

La Unión Europea está expectante. Cabe la posibilidad de que hoy no haya acuerdo en el parlamento griego y se convoquen elecciones. Los «mercados» ya tienen temblores; manifiestan el miedo con descensos de sus índices. Pero por qué. Por qué un pequeño país que representa solo el 1,5% de la economía europea puede aterrorizar de ese modo al sector financiero europeo, y por extensión mundial.

Grecia es una economía pequeña, su PIB tiene un valor aproximado de un 20% del de España y de un 6% del de Alemania. Pero el PIB griego tiene desequilibrios: demasiado peso del sector servicios respecto al sector industrial. Grecia produce poco, y esto la llevó, y la lleva, a una difícil ecuación para sostener el estado de bienestar, o lo que les queda de él. Grecia debe el 170% de su PIB, o lo que es lo mismo: cada griego tiene una deuda acumulada de unos 30.000 €.

Cuando se miran los datos en frío, resulta sorprendente que hace unos 20 años, la deuda por habitante en Grecia era de 8.000 €. Qué puede haber pasado. Pues debe ser cosa de brujas, o de algún poder oscuro, porque algo parecido pasó en España: nuestra deuda por habitante pasó de ser de unos 7.000 € en 1995 a los 20.000 € de hoy... Sí, sí, usted que lee este blog. Qué sepa que debe veinte mil eurazos. A que no tenía ni idea. Y, no solo somos los de la cola, no... En la parte de arriba de la tabla es parecido: cada alemán debía hace 20 años 12.500 € y ahora debe 25.000; cada francés debía 10.000 y debe 30.000. Vamos, que, por alguna razón desconocida, toda Europa empezó hace 20 años una orgía de pedir prestado para gastar en no se sabe qué que nos trajo hasta el desastre actual.

Si miramos todo esto con el microscopio de la lógica, el griego multiplicó por 4 su deuda, el español y el francés por 3 y el alemán por 2. Pero, claro, el alemán puede asumirlo, y pagará, porque tiene una economía con un fuerte sector productivo e industrial; el francés, casi como el alemán, aunque con más problemas; el español, por contra, tendrá serias dificultades porque no tiene una economía productiva como la alemana, más cuando en los últimos años se despreció la industria en favor de la construcción; y el griego..., el griego, directamente no podrá pagar. Grecia no pagará porque lo que gasta para mantenerse viva es más que los bienes y servicios que es capaz de producir. Y esto mismo pasa en España, menos, pero pasa.

A la Troika, y compañía, le aterroriza que haya un riesgo respecto al pago de la deuda porque de este modo se les acabaría el beneficio de la parte de los intereses. Lo que deben Grecia genera pingues intereses a los prestamistas. Y si Grecia declara ilegítima una parte de su deuda, alguien dejaría de percibir beneficios por rascarse la barriga (léase bancos y especuladores que obtenían dinero a bajo interés para meterlo en deuda de países en dificultades). Por eso tiemblan los mercados. Porque si en Grecia gana las elecciones algún partido «radical» puede declarar como ilegítima una parte de la deuda, además con toda la razón. Y esto, claro, causa terror..., el mismo terror que causaba el fuego griego en las guerras en la antigüedad.

Los intentos de Bruselas para que se reduzca el gasto en Grecia son vanos. Aún estos días se pedía que se bajasen las pensiones y que se subiese el IVA. Una gilipollez teniendo en cuenta que eso generaría una reducción inmediata del consumo y, lógicamente de la recaudación. Así que los cerebros económicos del Eurogrupo van a tener que pensar en otra cosa, y si no lo hacen, los griegos, sencillamente no pagarán porque no tienen con qué. Grecia es un epítome de cómo la política equivocada puede llevar a un pueblo a una situación de desesperación.

Y lo peor es que una decisión griega en estos términos podría tener el mismo efecto que el fuego griego, que ardía con más fuerza cuando se intentaba apagar con agua, ardía incluso debajo del agua. El fuego griego hundió flotas enteras. Y si se produce un efecto contagio y se empieza a declarar ilegítima la deuda emitida en términos de usura, la flota de los prestamistas puede quedar hundida, quemada, barrida, cuando España, Portugal, Italia, etc., decidan hacer lo mismo para reajustar y sanear sus economías. El mundo entonces se moverá de otro modo, porque ya nadie querrá prestar dinero al dejar de ser un negocio fácil y lucrativo.

Vaya con el fuego griego...

27 diciembre, 2014

La España paralela de Rajoy

Uno no puede dejar de asombrarse al ver cuál es la percepción de la realidad del gobierno. Rajoy hizo una presentación de la misma y, por mucho que lo intenté, no pude reconocer en ella al país en el que vivo. Por eso, llego a la conclusión de que van a tener razón los que están predican que existen universos paralelos. Bueno, universos completos, no sé, pero Españas, sí, porque Rajoy las ve. Y no es de broma. Basta con escuchar con un poco de atención su rueda de prensa de ayer, 26 de diciembre de 2014. Personalmente me sentí como un estúpido, porque yo no veo lo que él ve. Claro que Rajoy es presidente de un gobierno y yo un simple ciudadano, eso sí: bastante cabreado.

Lo que nos vino a decir esta suerte de oráculo es que España es un país altamente competitivo, con una gran capacidad exportadora, con baja inflación, o nula, que favorece nuestra competitividad, y en el que las pensiones y salarios, al no subir los precios, ganan poder adquisitivo. También nos dice que en tres años los españoles, sí, sí, con un par, los españoles, consiguieron dar la vuelta a la situación: un país en el que antes se tenía desconfianza, ahora se tiene seguridad; donde antes se destruía empleo, ahora se crea de manera sistemática y continuada; donde antes la economía se contraía, ahora crece... En resumen, España crece más que nuestros socios europeos y es el país que más empleo crea en Europa. ¿Qué...! ¿Alguien se atreve a negar que existe una España paralela, aunque algunos incapaces no alcancemos a verla?

Quién, me pregunto, le puede aportar a Rajoy tal cantidad de datos positivos. Y, cómo, un político, que no sea un desalmado, puede tratar de engañar con ellos a todo un país. El mensaje insano que intenta trasladar, además de hacerse propaganda para seguir en el poder, es que solo él u otra alternativa parecida, puede hacer algo bueno por España. Tengo que decir que fue cerca de una hora de alucinación completa. No me podía creer como alguien que dirige un país puede cometer la inmoralidad de llevar a cabo esa especie de intento de «sofronización» de un electorado al completo.

El desprecio por cualquier alternativa a su modo de hacer está presente a lo largo de toda la intervención. Esto es algo que a Rajoy le va a costar caro. Y vuelvo a Ortega: En épocas críticas puede una generación condenarse a histórica esterilidad por no haber tenido el valor de licenciar las palabras recibidas, los credos agónicos, y hacer en su lugar la enérgica afirmación de sus propios, nuevos sentimientos. Como cada individuo, cada generación, si quiere ser útil a la humanidad, ha de comenzar por ser fiel a sí misma.

Rajoy debería tener cuidado. Muchos pertenecemos a una generación que puso los pilares de lo que hoy debería ser España: un país bastante democrático y con bastante estado de bienestar. Estábamos hartos de algo y lo eliminamos, o casi... Ahora viene otra generación que está también harta de este modo tramposo e inmoral de hacer política. Atención al pensamiento de Ortega. De un modo u otro, Rajoy será desalojado por su arrogancia, y sobre todo por su capacidad de ver, como los locos, mundos, Españas, paralelas.

25 diciembre, 2014

El discurso del rey... Felipe

Sí. Se puede decir que tocó todos los asuntos importantes que preocupan a los ciudadanos. Bien. Y qué. De qué sirve que el rey haga un buen discurso, como no sea para que la gente se sienta reconfortada al saber que hay alguien que parece entenderla. De qué sirve el reconocimiento de los problemas sin aportar ninguna solución... Claro, el rey no puede: reina pero no gobierna. Entonces, para qué cada nochebuena nos da un cuarto de hora de perorata si, diga lo que diga, nada va a cambiar. Casi podría ahorrárselo si es por el pueblo, porque en realidad lo que dice sirve para poco, o para nada, que no sea para llenar unos cuantos titulares con opiniones de los dirigentes políticos de guardia... En fin... Humo.

Lo único sincero del discurso fue, tal vez, la felicitación de las fiestas en todos los idiomas oficiales. Lo demás fue vago y difuso: corrupción, sobre todo, y crisis económica; un poco de Cataluña, con mensaje conciliador; otro poco de motivación para que no se pierda la autoestima de país, recordándonos el reconocimiento internacional de España como nación seria y fiable; también hubo algo, cómo no, del proyecto europeo; y de la recuperación de las magnitudes macroeconómicas (orden directa de Rajoy, supongo). Todo muy profesional y muy bien comunicado, eso sí. Este rey es sin duda un tipo preparado. Ya podían la mayor parte de los dirigentes políticos estar la mitad de preparados que él. Pero, aparte de esto, nada

Está bien que el rey comprenda al pueblo. Pero, ¿dice Felipe lo que le da la real gana, o el texto pasa previamente por la garlopa del Gobierno? Si es así, vaya porquería de país que no respeta ni la libertad de expresión del jefe del estado. La real alocución es en realidad poca cosa más que algo de propaganda de los logros del gobierno y un poco de comprensión paternal para el vulgo: «españoles, ya sé que pasáis hambre, pero para que os sea más llevadero, que sepáis que yo os comprendo». Ya imagino a quienes lo pasan mal de verdad satisfechos: «qué bien, el Rey es nuestro amigo, el Rey nos comprende, ¿ves?, dice que hay que acabar con la corrupción y con el paro... qué bueno es nuestro rey». ¿Pero es que piensan el gobierno y el rey que somos imbéciles y que se nos puede hablar como a adolescentes? Porque realmente eso es lo que parece.

Y una última cosa. Por que el Rey nos trata de tú. El que suscribe tiene claro que si un día tuviese ocasión de conocerlo haría, con toda seguridad dos cosas. Una, tratarlo de usted, como a cualquier persona adulta que acaban de presentarle, la otra darle la mano para saludarlo educadamente, pero eso sí, sin esa ridícula inclinación de cabeza que hacen los que se acercan a él. Los reyes son residuos de la tradición, todos, y estoy dispuesto a respetarlos como tal. Pero los reyes ya no tienen súbditos y deben dirigirse a los ciudadanos con el debido respeto. No es de recibo que el Rey nos trate de tú, ni que espere que se baje la cerviz ante él. Y si no se lo dijo ninguno de sus asesores pelotas, se lo digo yo, y gratis.

20 diciembre, 2014

Una lección de comunicación

El Presidente Obama dejó hace unos días para la posteridad, además de una decisión histórica sobre cuba, una lección de competencia en algo tan básico como la comunicación. Escuchar a Obama dirigirse a la nación sin titubeos, con gesto tranquilo, con movimientos naturales de las manos, entonando y vocalizando cada frase, enfatizando en los contenidos clave, con lenguaje llano, entendible hasta para los niños que lo estuviesen siguiendo... En verdad, me hizo sentir que vivimos en un país de segunda o tercera fila. Resumen del discurso con subtítulos en español.

Al escuchar a Obama, casi de inmediato, empecé a pensar en Rajoy, pero también en Zapatero y en Aznar, y sentí un vacío que no puedo describir con palabras. Salvo Suarez y González durante la transición, los presidentes españoles resultaron ser unos auténticos zoquetes en lo que se refiere a su capacidad comunicación. Rajoy es nefasto, horrible. Sus discursos son infumables, como lo eran los de Zapatero, o los de Aznar. Carentes de empatía, llenos de palabras huecas, poco claros, con ese desagradable siseo, faltos de estructura... Por qué pasa esto. ¿Es tan difícil comunicar de manera clara? No, la respuesta es no. Comunicar bien es fácil. Y si no se hace es sencillamente porque se intenta engañar al destinatario, o porque no se tiene nada que decir realmente.

Pero no solo pensé en el Presidente. Hice un repaso por los líderes de la oposición, por los portavoces en la cámara y encontré el mismo vacío. Acaban de nombrar portavoz del PP a Hernando. Un tipo con entonación de chulo (no es él solo, hay muchos casos de entonación chulesca en la política española) que deja ver a las claras qué va a pasar en los futuros debates parlamentarios. El portavoz del PSOE, o el mismo Pedro Sánchez son mediocres, siendo magnánimo, cuando hablan; el portavoz de Izquierda Plural es desastroso; Duran, tiene días buenos, pero por lo general está desacertado. El parlamento en general es un desierto en este aspecto tan esencial.

Me pregunto cuál puede ser la causa de esta sequía y solo se me ocurre una. La clase política tiene la percepción de que solo importa el partido. No sé por qué al final siempre llego a esto, pero es que no hay otra razón, o yo, al menos, no la encuentro. Un aspirante a diputado no tiene que batirse el cobre ante los electores porque va en una lista confeccionada por el partido. Ni siquiera los más importantes tienen que comunicar bien. Los electores españoles no sabemos lo que es que se dirijan a nosotros en nuestra circunscripción para pedir nuestro voto, nos lo dan todo hecho. Esta es la única causa de la baja calidad de la clase política española, y mientras no se ataque seriamente vamos a seguir igual. Una pena. Claro, que siempre nos quedará gente como Obama.

12 diciembre, 2014

No nos toman en serio

Este es el problema. No se nos toma en serio. La política, esa actividad que consiste en hacer funcionar la cosa pública en beneficio de todos, deja de tener sentido cuando quienes la practican dejan de tener como objetivo el bien de todos y pasan a ocuparse exclusivamente de sus intereses. Cuando los partidos, todos, incluidos los de reciente aparición, no toman en serio al ciudadano, la política deja de tener sentido. Un país así, está perdido. No tiene solución.

No es que hoy me haya levantado deprimido ni que sea un pesimista recalcitrante, qué va, al contrario. Creo en la gente, en la capacidad de la sociedad para acometer cualquier acción para crecer, para mejorar, para vivir mejor. El problema es que «ellos», los que están en la cúpula del poder, los Partidos, en definitiva, no hacen lo necesario para que «nosotros», la gente, trabajemos para mejorar las cosas. Solo hace falta que nos tomen en serio y nos digan que nos necesitan para echar a andar de nuevo a esta sociedad martirizada por la falta de respeto desde la política y sus áreas de influencia.

Los partidos hacen continuamente actividades de desplazamiento, es decir, para no atacar el problema central, se inventan otros periféricos y les otorgan importancia que no tienen para, de este modo, no ocuparse de lo que haría que las cosas realmente cambiasen. ¡No puede ser!, me dirá alguien. Pues ahí va un ejemplo. Rajoy, que es listo, aunque parezca tonto, pone en funcionamiento una web en la que se puede ver de todo: sueldos de altos cargos, contratos, organigramas... Vamos, un montón de cosas de esas que le permiten decir lo transparente que es el Gobierno. Inmediatamente todos los tertulianos todólogos, que además son siempre los mismos, les va a dar algo, empiezan a gritarse y a insultarse. ¿El motivo? Pues que 250 altos cargos ganan más que el presidente. Y se organiza el debate nacional dejando de lado el problema central. Y a esta actividad de desplazamiento se unen todos los demás partidos, que, lógicamente están más interesados en estar en los debates que en explicar el problema y promover soluciones.

A ver si me explico. Lo que no nos quieren decir es que no tienen ni la menor idea de cómo salir de la crisis. ¿Por qué? Fácil. Porque ninguno sabe cómo hacer para que España produzca más bienes y servicios y aumente su PIB. Porque nuestro gran problema es que debemos el equivalente al 100 % de nuestro PIB. O dicho de otro modo, en términos de economía doméstica: España es un hogar donde todo lo que sus miembros son capaces de generar tiene que ser empleado en pagar lo que se debe. A que se entiende bien. Pues claro que sí. Y a que a cualquier ciudadano normal, si se le pregunta, respondería que lo que hay que hacer es aumentar la generación de bienes para que sea mayor lo que se mete en la caja que lo que se saca de ella. O sea, España tiene que generar más bienes y servicios de lo que genera ahora para aumentar PIB y así la deuda vaya bajando.

Pues bien, como ni estos ni los otros ni los de más allá tienen ni repajolera de como resolver las cuestiones centrales como la anterior (hay más, la corrupción, la separación de poderes, la ley electoral...), entonces intoxican la opinión pública con debates estúpidos que no conducen absolutamente a nada. Para no entrar, por ejemplo en cuestiones espinosas como que la industria en España se cae a pedazos. La trampa, o estafa, que se hizo a este país con el asunto de la energía eléctrica expulsa a las empresas dependientes del kilovatio para producir. Si, además, la reforma laboral permite despedir a la gente con cuatro euros, pues es fácil adivinar qué va a pasar con la industria en este país. Pues bien, la industria genera PIB del bueno, como lo generan las exportaciones y la investigación científica y técnica. Y de estas cosas, nadie habla ni partidos ni plañideras en las tertulias (en el Parlamento, ni se menciona, claro).

No hay salida de la crisis si no se aumenta PIB. Diga lo que diga Rajoy en los foros que quiera. Solo está mintiendo para intentar mantenerse en el poder. A Rajoy el país le importa un rábano, como a Sánchez o a Iglesias. Lo que les importa es obtener el poder para jugar a los políticos. Porque eso es lo que hacen, jugar. La gente que maneja los hilos de la política en España no es gente seria, como no lo son los partidos en ningún caso. Si lo fueran, la cosa sería otra. Si lo fueran, en lugar de hacer actividades de desplazamiento, nos tomarían en serio y tratarían de hacer funcionar el país con la ayuda de los ciudadanos.




08 diciembre, 2014

El crecimiento económico que viene

El Gobierno de España, con Rajoy a la cabeza está empeñado en hacer calar en la población el mensaje de que estamos en franca mejoría económica. Ya no habla de brotes verdes, sino de «raíces vigorosas» que sustentarían un crecimiento real y sostenido. Más aún, en la Cumbre Latinoamericana de jefes de estado y de gobierno, asegura sin vergüenza que España crecerá en 2015 por encima del 2% y que será el país que más lo hará del entorno europeo.

A mi lo que me gustaría que Rajoy dijera es por qué vamos a crecer y si crecimiento significa una reducción del déficit o una real y efectiva expansión del PIB. Que se nos explique en base a qué vamos a crecer. Una familia sabe que su economía crece porque el padre tiene un trabajo mejor, porque la madre también trabaja y le subieron el salario. Entra más dinero en casa. Hay una base sólida. Una economía de familia con los padres en paro no crece porque el casero les baje el alquiler o porque les haya tocado un premio de energía gratis por un año en un concurso. En este caso, sigue completamente estancada y sin futuro.

España es un país mágico. En realidad somos pobres, pero no se sabe cómo, tenemos el dinero suficiente para mantener esta farsa político financiera; para rescatar cajas sin ningún sentido; para pagar intereses (ilegítimos) de la deuda, en la mayoría de los casos a bancos del propio país que obtuvieron el dinero al 1% y se les devuelve al 7% (siempre me pregunté por qué puede hacerlo un banco y no un ciudadano cualquiera..., lo de pedir dinero al BCE). También tenemos dinero para mantener a parlamentarios viajeros, a expresidentes autonómicos chorizos, a familias reales o del rey, a tribunales de cuentas y constitucionales sin criterio... En fin, a toda una serie de elementos parasitarios que, sin saber cómo, sobreviven en una economía poco o nada productiva.

Rajoy es un tipo peligroso, pero muy inteligente en todo aquello que esté realacionado con su propia perpetuación, basta ver su trayectoria política. Es un tipo peligroso porque no le importa que la sociedad llegue a colapsar. El rescate de los bancos salió de la eliminación de derechos, de la subida de impuestos, del adelgazamiento del gasto sanitario, de los millones de parados sin prestación, de que las familias vivan de la pensión de los viejos. Además, todo el gasto del estado es mantenido a costa de limar pequeñas cantidades a los muchos millones que tienen poco sin tocar las grandes fortunas y patrimonios. Sí... Rajoy es un tipo peligroso.

Sin embargo las cosas van a acabar por salirle bien. El precio del petróleo bajó un 40%. Eso significa una enorme cantidad de dinero que no se va a gastar. Y ahora viene este genio y nos dice que la economía va a ir mejor. Pero, a quién le va a ir mejor. Los carburantes y la energía seguirán igual de caras, o casi. Les va a ir mejor a las grandes empresas y corporaciones que controlan el cotarro. Pero no a la gente de a pie. Este gobierno no hizo nada para que la economía cogiera solidez. No hay más industria, es más la industria huye por causa del coste de la electricidad; el gobierno decidió darles la pasta a las eléctricas. Tampoco hay más exportaciones, que no sea la de jóvenes que no quieren pudrirse en esta ciénaga. O sea, el país sigue siendo lo que era: un erial dependiente de la especulación: una mierda. Ahora una carambola en el mercado de materias primas hace que la cosa nos sea favorable. Y Rajoy se pone una medalla...Fantástico.

Lo malo es que la gente va a creer a este individuo. Un elemento que va de serio por la vida y que dice que hace lo que tiene que hacer, y se queda tan ancho. Pobre España. No solo estamos jodidos por la crisis. Tenemos a este señor como presidente. Antes tuvimos que sufrir a Aznar y a Zapatero. Ya parece demasiado. Nos merecemos un descanso. ¿Es que no hay alguien decente y capaz que se dedique a la política?

02 diciembre, 2014

Fútbol: el mundo viscoso

Se me ocurren otros calificativos, además de viscoso, para describir el submundo del fútbol: amorfo, amoral, inanimado... Ninguno de ellos positivo. Esta viscosidad empieza ya cuando se observa a los padres de chiquillos que juegan en el equipo de la escuela. Algunos de ellos se comportan como verdaderos zoquetes sin cerebro. El mundo del fútbol está repleto de zoquetes sin cerebro, empezando por dirigentes federativos y de clubes y terminando por todos aquellos aficionados a los que no les importa nada con tal de que su equipo gane, o que su equipo enemigo pierda.

Naturalmente hay una gran mayoría de aficionados normales, como la hay de políticos no corrompidos por el sistema. Sin embargo, ambos, con su permisividad, apuntalan una manera de hacer que sobrepasa todas las barreras de la irracionalidad. No es de recibo no borrarse de socio de un club que mantiene y alienta elementos ultra, no se sabe con qué fin, capaces de hacer cualquier tipo de salvajada en nombre de su equipo.

Es el segundo muerto que se produce alrededor del estadio del Atleti. Según parece la hinchada ultra todavía grita consignas y soflamas vanagloriándose del apuñalamiento hace años de un hincha vasco, en este caso de la Real. Los dirigentes del Atleti oyen los cánticos y saben perfectamente que la forofada ultra tiene peligro y que, a veces, la violencia es excesiva y ¡zas! Alguien muere, como sucedió la mañana del pasado domingo: esta vez un ultra del Depor que habían tirado al río.

A pesar de todo el partido se jugó, lo que define la catadura moral de los dirigentes de ambos clubes. Un muerto en el depósito y ellos en el palco. No tuvieron el valor de anunciar por megafonía que el partido no se jugaría. Se dijo que no fue encontrado el responsable federativo que debía tomar la decisión. Que me perdonen, pero si el presidente de un equipo decide que sus chicos no salen al campo, se acabó la historia. No lo hicieron y eso se llama cobardía, insensibilidad y connivencia, o de cualquier otra manera más fuerte.

Otra cosa que me alucina es que a los partidos se les ponga una nota de riesgo y que ello determine un mayor o menor dispositivo policial. Es decir, que es la policía quien tiene que poner orden entre hinchadas proclives al enfrentamiento. Bien, eso está bien. Pero, ¿quién paga el dispositivo ese, los clubes o el contribuyente? Me disculparan si me pongo insensible y digo que si no lo pagan los clubes no debería ponerse ni un efectivo de más que lo estrictamente necesario para una aglomeración normal.

Está claro que la solución la tienen los clubes: algunos no tienen ultras porque sencillamente no los alimentan. De cualquier manera, otra solución es la de hacer leyes contundentes. Me pregunto si habría ultras si, el Manzanares, después de los altercados del domingo en los alrededores, fuera clausurado, por ejemplo por dos años. A mi entender sería una medicina muy efectiva. En Inglaterra se endurecieron las leyes e ir al fútbol es una actividad lúdica, apasionada, pero sin peligro. Pero claro, esto es España.

30 noviembre, 2014

Relaciones con resultado de muerte

Es difícil aseverar nada sobre las relaciones de las parejas. No creo que haya nadie que pueda adivinar cuál va a ser el futuro de una relación afectiva. Tampoco creo que haya nadie capaz de comprender las motivaciones de una persona para fijarse en otra y entregarle esa parte de intimidad a que se renuncia cuando se decide el inicio de la convivencia. Es tremendamente complejo opinar sobre algo que, las más de las veces no se hace con racionalidad. La decisión de formar pareja con alguien tiene algo de lotería, pero también tiene bastante de sentido común, y esto es, por desgracia lo que menos se aplica.

Hace un par de días, al hilo del terrible caso, sucedido cerca de mi ciudad, del padre que asesina a golpes a sus dos hijas para tirarse después desde un viaducto, conversaba con un grupo de personas sobre ello. Las opiniones eran diversas. Desde las que venían de la víscera y que simplemente catalogaban al asesino como un malnacido, hasta las que, algo más prudentes, decían que habría que ver cómo era la relación; otras, escapistas, echaban la culpa directamente al juez que no había impuesto la orden de alejamiento solicitada por la madre de las niñas... Todo opiniones. Pero los casos de violencia extrema contra las mujeres especialmente, y contra los hijos, brotan como hongos cada poco tiempo en una sociedad deprimida por la crisis y entristecida por la falta de expectativas.

Hay quien dice que todo pasa por la educación, y puede que algo de eso haya. Pero yo no sé si será cuestión de educación el que a algunas chicas les gusten más los «malotes» que los chicos normales y que algunos chicos consideren que, cuando ligan, la niña es de su propiedad y no puede exponerse a la mirada de otros «machos» a la caza de «hembra». Para limitar estas actitudes, insisto, yo no sé si bastará con educación, o será necesario ir más a las tripas de la sociedad y hacer algo para limitar que esos estereotipos masculinos dejen de ser protagonistas en positivo de series, películas, videojuegos, anuncios para jóvenes, etc. Es posible que tenga que hacerse algo en políticas educativas, desde luego: Pero también en leyes para la protección positiva de las personas. No se trata de censurar. Pero, lo mismo que hay leyes que protegen al consumidor para que no caiga en trampas que le hagan consumir de manera inadecuada; o hay leyes que obligan a la paridad de hombres y mujeres, también deberían existir normas que limitasen el fraude de las personalidades en el cine o en la televisión. Y, desde luego eliminar toda posibilidad de que los programas basura y los periodistas buitre metan sus fauces devoradoras de carroña en estos casos de violencia gratuita.

Un comportamiento dominante en la juventud va a llevar a menudo a un resultado malo en la edad adulta: macho alfa. Las chicas que escogen a estos chavales corren un riesgo cierto desde el primer momento porque la posición de superioridad engancha de tal manera que, una vez acostumbrado a ella no se contempla otra opción y se hace cualquier atrocidad para mantenerla. Como el malnacido que mató a sus hijas, indudablemente para hacer daño a su mujer. Ella, ahora, desde su dolor infinito se estará preguntando por qué inició esa relación. Las imágenes de los detalles en los que se veía la faz del monstruo seguro que le vienen a la memoria y se preguntará cómo habrá caído en su trampa. Ahora, por desgracia, ya es tarde.

24 noviembre, 2014

La democracia endogámica

Cuando se cruzan individuos muy cercanos genéticamente se produce lo que se llama endogamia. Las especies, de un modo u otro, tienen mecanismos para evitarla en la medida de lo posible. No es común que se crucen hermanos o padres con hijos. En resumen que lo que se busca es casi siempre la diversidad, porque en ella está la garantía de supervivencia, y las más de las veces el vigor, la salud, la fuerza, la resistencia. En las poblaciones endogámicas el vigor se reduce, los defectos y las enfermedades afloran. Los cruzamientos emparentados hacen aparecer genes recesivos de eficacia biológica reducida...En definitiva, que la endogamia es mala cosa.

Le democracia en España nace de la necesidad de superar una etapa oscura: una dictadura. No hay nada más endogámico que una dictadura. El Movimiento solo se movía con gente del Movimiento, lo que generó la selección de elementos inválidos que terminaron por ceder el poder, o al menos una parte de él, a elementos más capaces, en desacuerdo con aquello. Estos negociaron con unos cuantos «rojos peligrosos» un modelo híbrido, algo parecido a una democracia, que es lo que tenemos hoy. Pero, con el tiempo, cuando los híbridos se cruzan solo entre ellos mismos, se produce endogamia y, por tanto efectos indeseables.

La Democracia en nuestro país quedó truncada en el momento en que se opta dejarla estar, sin tocar en nada lo que se había diseñado, como si todo se hubiera hecho perfecto. Las leyes básicas no se modificaron, en especial la electoral, y esta es la causa de todos nuestros males: corrupción política, instituciones podridas e ineficaces y apatía y descontento ciudadano generalizado (lo del paro viene de otro error, pero hoy no toca). El excesivo poder de los partidos, que confeccionan listas electorales (igual da abiertas que cerradas), que negocian quienes integrarán las más altas instituciones del estado, que controlan el poder judicial, el Tribunal de Cuentas (me pregunto para que sirve este). Esta «partitocracia» es propia de un estado como el español, en el que lo democrático no está en la tradición a lo largo de la historia.

El pueblo no es atendido ni representado por candidatos cercanos. Un diputado es algo etéreo, lejano, que se sabe que existe pero no se sabe dónde se le puede encontrar para preguntarle por lo de uno. Un simple concejal en un pueblo un poco grande es alguien distante, desconocido, con las orejas atentas a lo que indica el partido en lugar de hacia los ciudadanos. Esta distancia, esta lejanía provoca que los contribuyentes están alejados y poco informados de las decisiones, de los nombramientos a dedo para Cajas de Ahorro y otras sinecuras, de la integración de gente del partido en el entramado administrativo, alejados de todo.

Esta lejanía deviene en corrupción por parte del que se siente dueño del cortijo y desencanto y enfado por parte del pueblo. Y esta depresión general es terreno abonado para que aparezcan propuestas como Podemos. Podemos nunca hubiera nacido en un país con una ley electoral como Francia o el Reino Unido porque aquí el pueblo decide a quién nombra para representarlo. Podemos es un partido más, con todos los defectos de los que ya existen porque nace, crece y se reproducirá en un sistema endogámico, viciado y deteriorado. Pero es una opción tan legítima como cualquier otra. Su estrategia se basa en acoger a los descontentos, como la del PP o el PSOE en acoger a sus adeptos.

Nada hay nuevo bajo el sol. La gente, los electores siguen sin poder decidir quién les representa en una democracia endogámica, por tanto muerta mientras no se vigorice, mientras los partidos no le quiten las ligaduras de manos y pies y la venda de los ojos.

17 noviembre, 2014

Podemos y la alergia a lo concreto

No estaba preparado, y picó. Ese puede ser el resumen de la entrevista que sufrió (sí, digo bien, sufrió) Pablo Iglesias, ahora ya como Secretario General de un partido. «No era tan fácil como parecía, ¿eh, Pablo? Mira que te dije que no vinieras», debía decirle el enano cabrón que siempre aparece en nuestro interior cuando las pasamos moradas. Iglesias no estaba preparado y la periodista, Ana Pastor, le pasó por encima como un tren de mercancías. Iglesias lo pasó mal por su arrogancia, ese defecto que él mismo en la entrevista confesó tener, y que le hizo creer que tenía la situación dominada. Hoy debe estar arrepentido, pero ya no hay remedio. Habrá que tomarlo como un error y aprender.

La periodista Ana Pastor cada día es un poco menos buena. Le deben haber dicho que hay que ser incisiva y concreta y lo lleva tan al límite que anquilosa las entrevistas. Hace sentirse incómodo al entrevistado y lo encorseta. De verdad, echo de menos a Gabilondo en estos casos. Ana Pastor, con su «modus operandi» anuló a Iglesias y puso de los nervios al espectador, a mi al menos, al no dejarle explicarse y pedirle que contestara de manera concreta a cuestiones demasiado complejas para un simple, sí, no o no lo sé. Sí, definitivamente, Gabilondo le hubiera sacado más jugo a la cosa: el espectador habría entendido algo y el entrevistado no habría salido herido.

¿Cómo va a hacer que los bancos no ejecuten desahucios? ¿De donde va a sacar el dinero para pagar un salario a cada español sin recursos? ¿Va a dejar de pagar de la deuda pública? ¿Cataluña...? ¿Bases americanas...? ¿Petroleo en Canarias...? Iglesias no estaba preparado y contestaba de manera irreflexiva. Él mismo se puso a los pies de los caballos. Su arrogancia le jugó una mala pasada. Podemos perdió parte de la credibilidad que tenía por un mal cálculo de su secretario general. La periodista tiró de hemeroteca y de vídeos de declaraciones de Pablo Iglesias en su trayectoria en programas de televisión en los que, por decirlo de algún modo, hacía comentarios explosivos en un lenguaje bastante agresivo que ahora, cuando tienen que concretar, se vuelve en su contra... Ana Pastor lo machacó sin piedad. Por la boca muere el pez, una lección, Pablo.

Las encuestas sitúan a Podemos como alternativa real de gobierno en España. Sin embargo, Podemos no tiene un programa concreto. Podemos está preso de su manera de comunicar. La jerga empleada les hace poco creíbles en algunos aspectos: «auditoría ciudadana de la deuda», «renta básica para todos», «proceso constituyente democrático», «régimen del 78»... Son formas de hablar vacías y un tanto chirriantes para algunos oídos. Algo parecido me pasa cuando los socialistas y sindicalistas se llaman unos a otros «compañeros» o los de IU «camaradas». Todos son lenguajes trasnochados de tintes revolucionarios y la gente, creo yo, no quiere revoluciones, quiere cosas simples: justicia, equidad, que no se robe, que se redistribuya la riqueza, que los poderosos contribuyan más...

La Sociedad requiere soluciones a los problemas que tiene y Podemos puede dárselas. Pero para eso hay que ganarse la confianza con mensajes convincentes no inflamados. Pablo Iglesias tardó ayer un rato largo en explicar que significaba auditoría «ciudadana». A veces la verborrea da problemas de este tipo. Si de lo que Podemos está hablando es de auditar la deuda y ver que parte el ilegítima para darle otro tratamiento, para qué coño introduce lo de «ciudadana» si no aporta nada más que desconfianza. Este tipo de cosas pesarán al final. El equipo de Podemos es altamente cualificado y debería pensar en cómo descargar el lastre de tantas y tantas soflamas vertidas en televisiones de todo tipo por sus líderes y cómo llegar a la gente con un programa de gobierno y unos planes de acción creíbles. Pero ayer, Iglesias, mal: suspenso bajo en la primera evaluación. Así que a estudiar para arreglar el curso.

13 noviembre, 2014

Ahí, Mariano. Tú a lo tuyo

Mira que hay gente lista en España y te van a elegir a ti como presidente de Gobierno. Y claro, cómo va a ser el Gobierno con un tipo como tú al frente. Los habrás escogido menos capaces que tú, imagino, porque si no es así sería un leve síntoma de inteligencia, y tengo muchas dudas acerca de si tendrás el número de neuronas necesario para hilvanar cosas más complicadas que las de Barrio Sésamo. O sea, que entre un caballo de madera al frente y soldaditos de plomo detrás, está el país hecho unos zorros. Porque, anda que no escogiste bien a los ministros, majete.

A ver, Mariano. Míralo como quieras. Pero desde que estás al mando no has hecho nada más que fastidiarla. Primero nos engañas a todos, y te comprometes a lo que no puedes, para que te voten; y no me digas que no sabías cómo te habían dejado las cosas Zapatero y compañía. Luego te dedicas a apretarles las tuercas a los más débiles en beneficio de los poderosos, de los fachas y de los meapilas y, por último aplicas el tancredismo y el discurso monocorde y robótico ante los problemas políticos generales y los económicos estructurales.

Sí, no me mires con ojos de vaca extraviada, es exactamente así: facilitas el despido, haces una reforma educativa a la medida de los más retrógrados (no entiendo qué tenía de malo aquello de ciudadanía), preparas una ley del aborto que hizo sonreír a Rouco el casto, recortas en sanidad y educación... ¿De verdad era lo que había que hacer?. ¿De verdad no había de donde sacar pasta que no fuera de los necesitados? Venga ya, Mariano. Lo que pasa es que tú, lo mismo que todo tu partido sois de extrema derecha. La extrema derecha norteeuropea y los franceses del Frente Nacional son menos retrógrados que vosotros, con diferencia (véase lo que opinaba Marine Le Pen del aborto). En fin que Wert y Gallardón, estarán llenos de títulos, pero su inteligencia es inútil para la sociedad, como lo es la de toda persona que se supedita a intereses religiosos.

Y para rematar, tu postura ante los problemas. Mira majo, tu cobraste dinero negro en sobres y tu partido está podrido por todos lados. Sin embargo eres incapaz de tomar decisiones para resolver las cosas. Lo mismo que hiciste con lo de Cataluña. Todo el mundo sabe que dos millones son minoría, que la mayor parte de la gente se quedó en casa en la convocatoria de Mas. Pero machote, son dos millones. No puedes salir diciendo que te la suda lo que paso el 9N. No seas gilitonto, que con esa actitud te conviertes en una máquina de parir independentistas. Lo mismo que tú y tu partido sois máquinas de producir votos para Podemos gracias a vuestras actitudes chulescas y despectivas; a vuestras prácticas corruptas y a vuestra incapacidad general.

Mira que decir que estamos en recuperación con un 24 % de la gente parada, con los salarios en mínimos y con los 20 más ricos acumulando el mismo parné que los 14 millones más pobres. De verdad Mariano, no es que quiera insultaros, pero si en el PP no sois todos tontos, poco os falta. Manda narices la mala suerte que tiene este país con los presidentes. Fíjate: Aznar un chulo con ínfulas y un maleducado; Zapatero un incapaz y un cobarde por no parar las cosas para que no nos estallara todo en las narices; y tú, otro incapaz y cobarde que, en lugar de repartir los esfuerzos, obligas a los más débiles a cargar con todo y ante los problemas tomas la estrategia del avestruz. Con todo esto, no me extraña que Podemos pueda llegar a ganar. Y a lo mejor, no es tan malo como decís los que estáis subidos a la burra.


08 noviembre, 2014

Corrupción, prensa barata, populismo... Eso es lo que hay

El presidente autonómico de Extremadura parece que iba frecuentemente a Canarias cuando era senador. Los viajes de los parlamentarios son reservados. Pero, Monago, según dicen, desempeñaba tareas políticas en Canarias. Hasta aquí, nada que decir. Únicamente la extrañeza que causa que un senador por Extremadura tenga tanto que hacer en Canarias. Esta anomalía debería haber bastado para que se investigasen los porqués de este especial celo por las islas y se hubiera puesto al amigo Monago en un brete. Pero no, la prensa no se conforma con eso. La prensa, la de baja estofa, lo que quiere es escándalo, follón, relaciones personales destruidas, intimidades violadas... Porque al personal le va el morbillo tipo telecinco.

Y, por supuesto, apareció la chica (cherchez la femme). Una atractiva militante, o simpatizante, trepa ella, encantada de estar en el candelabro y que desvela que el incauto Monago viajaba tanto a Canarias porque iba a «visitarla». La prensa hortera publica todo esto así, de manera descarnada y le jode (con perdón) la vida familiar al pobre presidente extremeño. Y luego, para rematar, resulta que el «visitador» no era solo Monago, sino también un diputado por Teruel (sí, Teruel existe) y mandamás del PP en la provincia. O sea que esta atractiva señorita era «visitada» por dos parlamentarios del PP en ejercicio. Y ella habla de ello con toda naturalidad. ¿No suena todo esto a película barata?

Que nuestra legislación electoral lleva casi cuatro décadas haciendo selección positiva de inútiles e incompetentes, que no ven más allá de sus narices, cada día es más evidente. Claro, a estos tiparracos, sean del partido que sean, les dices que los viajes de los parlamentarios son gratis en todos los casos, y piensan que se incluyen los que se hacen para visitar señoras y otras tonterías. En fin, que esto es así... Y no quiero pensar que, de repente, y sin avisar, se hiciera una auditoría completa de los motivos de los viajes de todas sus señorías. No se libra ni uno. Los desplazamientos por motivos personales camuflados en las gigantescas cuentas de gastos de viaje de Congreso y Senado son, con toda seguridad, incontables... Y van casi cuarenta años de práctica. Fuerte, ¿no?

La última encuesta del CIS confirma la irrupción de Podemos. Y los partidos potentes, en especial el PP se lanzaron a señalar el peligro de este tipo de opciones populistas. Sin embargo, en ningún caso señalaron qué tipo de razones pudieron generar este vuelco en las previsiones electorales. Así que, lo que decía al principio, la legislación electoral selecciona inútiles, o tontos, incapaces de analizar la realidad, cuando a cuestión es verdaderamente sencilla: el electorado ve peligro en los populismos, claro que sí; pero si estas opciones suben como la espuma, ¿no será que ve más peligro en seguir gobernados por ineptos en todos los niveles?

Lo malo es que para cambiar las cosas: leyes e instituciones fundamentalmente no contamos más que con esta selección de alelados (casta) y otra de populistas. Pues jodidos estamos (con perdón).

02 noviembre, 2014

¿Por qué puede Podemos?

Sostengo desde hace tiempo que, en una visión darwinista de la política en España, el sistema electoral basado en listas elaboradas en las cúpulas de los partidos selecciona positivamente individuos poco adaptados al entorno social real. Esta selección forzada, orientada solo a la lealtad y a la conservación del poder del partido no tiene en cuenta la valía real de los candidatos elegidos y esta es la razón de que los partidos tradicionales cometan tantos errores. Sus aparatos están gripados por tantos años de incompetencia personal y solo unos pocos individuos se salen levemente de la mediocridad enraizada en ellos. Pero no es suficiente.

Cuando uno echa un vistazo a su alrededor a los candidatos de los partidos tradicionales en su pueblo, ciudad o autonomía, en pocos casos puede decir que se siente bien representado. En principio porque las listas, en realidad, no representan a nadie y luego, lo más importante, porque los elegidos son tenidos en realidad por gente lejana, poco accesible y bastante poco fiables, cuando no indeseables, o directamente corruptos. Pocos son los que se salvan de la baja estima, por no decir desprecio, de los ciudadanos en general.

En esta atmósfera enrarecida surge Podemos y en menos de un año, con toda probabilidad, va a situarse en las encuestas a la cabeza de las opciones de voto, o lo que es lo mismo, va a ser alternativa de poder y opción de gobierno. Y uno se pregunta, ¿cómo es posible que una formación sin programa electoral, que solo parece decir vaguedades, y cuya imagen pública en un joven de pelo largo recogido, puede encaramarse a la «pole position» para las siguientes elecciones? Pues es posible, y los partidos tradicionales ayudaron a que ello con su peculiar ceguera respecto a este surgimiento.

Claro que no solo es lo mal que lo hacen los otros, es también lo bien que lo hacen ellos. Podemos no es un movimiento organizado por cuatro pasotas descerebrados. Su núcleo surge en la Universidad, en concreto el las facultades de Ciencias Políticas. Así que su cerebro colectivo está más que bien amueblado y es capaz de montar una estrategia perfectamente orientada a obtener el poder mediante el voto de los electores. Efectivamente, puede que hayan ido a las Europeas con un programa lleno de intenciones infantiles. Pero lo que se les oye decir ahora, ya de manera más pausada, deja entrever que empiezan a tener claras algunas cosas. Por ejemplo, ya no dice su líder que no se vaya a pagar la deuda, sino que la sometería a auditoría, y la que resultara ilegítima se cobraría, pero no con el interés previsto ni en el momento pactado. Tengamos en cuenta que, por ejemplo, los bancos españoles, y otros, estuvieron en un momento dado pidiendo dinero al BCE a un interés del 1% y comprando deuda española al 7 %. ¿Es eso legal? Sí, completamente... ¿Pero es legítimo?

Pues mensajes como esto de los bancos, o como el de que las empresas que ganen dinero en España tendrán que pagar impuestos en España por ese dinero, son los que manda Podemos. Y el electorado los entiende porque son cristalinos, fáciles y evidentes. Es decir, que Podemos, de momento, parte con una extraordinaria ventaja respecto a los otros: se les entiende. Además de esto, y enlazo con el principio de la entrada, la pobreza argumentativa, la falta de capacidad de comunicación, y muchas veces la falta de competencia, de quienes se enfrentan a Podemos en los foros públicos en representación de los otros partidos, lleva a la audiencia a ponerse de la parte del «tipo de la coleta», como despectivamente llaman a Pablo Iglesias.

En las tertulias televisivas, que son las que mueven la política en lugar del Parlamento, Iglesias espera pacientemente a que sus adversarios griten, gesticulen, le insulten y se pongan nerviosísimos, para, en su turno desmontarles sus pobres argumentos con calma y con orden. No, no puede decirse que Iglesias sea una especie de Che Guevara. El líder de Podemos es un tipo bastante educado y preparado, mucho más que sus oponentes, para discutir sobre cualquier asunto que tenga que ver con la política o el estado de las cosas. Está claro que si frente a Iglesias se sentaran personas de peso, capacitadas, educadas y calmadas, capaces de argumentar en lugar de descalificar y gritar, Podemos no sacaría el rédito que saca. Pero es que no los hay, o no se atreven a ir a la pelea.

Es evidente que una encuesta no es un resultado electoral. También lo es que Podemos deberá ir concretando su discurso y preparando un programa de gobierno real y creíble. Pero una cosa está clara: son capaces de hacerlo, y más después de que se vaya depurando su manera de hacer política. Y luego están los otros, los de la «casta», que son tan mediocres que ni fueron capaces de sacudirse el apelativo. Todo hijo de vecino les llama así. Y todo esto les viene simplemente porque su arrogancia y su mirarse al ombligo les impidió ver que detrás del 15M había algo más que chavales radicalizados con gana de gresca. Y ahora ya es demasiado tarde. Esto es química y la reacción comenzó, y es ya imparable. El calor generado es mucho... Solo cabe desear que no sea explosiva. Y no queda mucho para las elecciones generales. Eso si no se convocan en pocos días dada la situación del Gobierno y del partido que lo sustenta.

30 octubre, 2014

Pedro Sánchez y la gran oportunidad perdida

Nunca he ocultado mi afinidad ideológica con el Partido Socialista. Es así desde que el PSP del profesor Tierno decidió integrarse en él y desde que Carrillo sugirió que era la casa común de la izquierda. Pero de esto hace ya muchos años. Tras los primeros casos de corrupción, ganadas las elecciones, me di cuenta de que la suerte estaba echada: de no cortarse de raíz el problema, el PSOE se convertiría en un asilo de corruptos, amigos e intrigantes con el objetivo de perpetuarse en su posición y así poder para ganarse la vida con cierta facilidad. Así de simple.

Este mismo es el perfil del PP, solo que de un partido que acoge a lo más granado del franquismo y el postfranquismo puede entenderse: España es su cortijo y el señorito tiene todos los derechos, faltaría más. En España, y puede que en los países mediterráneos, derecha y corrupción fueron siempre sinónimos, hasta que llegó a Italia Craxi. Bettino Craxi consintió la corrupción, como la consintió en España Felipe González, solo que Craxi tuvo que huir de la justicia y se fue a Túnez, mientras González acabó en algunos consejos de administración, lo mismito que el derechista Aznar. Todo lo cual indica que no hay poca diferencia en el comportamiento de unos y de otros.

Si en su momento Felipe González hace una «purga generosa» en el PSOE, posiblemente hubiera perdido las elecciones, pero a la larga la cosa hubiera tenido consecuencias positivas. Pero Felipe, a pesar de tener mucho poder, no pudo, o no quiso, utilizarlo. Lo más plausible es pensar que no quiso, porque de haber querido, si no le hubieran dejado, habría dimitido. O sea, que vamos a pensar que no quiso, que se estaba estupendamente fumando puros y colocando amigotes, y que su decisión fue la de darse a la vida muelle. Y claro, la conducta del líder siempre es imitada. Sí..., fue una gran oportunidad perdida por González.

Pedro Sánchez tiene la oportunidad de regenerar el partido y la está dejando pasar. Nunca nadie estuvo más legitimado para actuar de manera contundente, no «contundentita», como se está haciendo ahora. Su oponente, Rajoy, cada vez que se le acuse de tener corruptos en el partido, siempre se va a agarrar a que en Andalucía, el PSOE los tiene a millares, y tiene razón, por lo que Sánchez tendrá que agachar la cabeza. La oportunidad de Pedro Sánchez está ahí. Solo que para regenerar el Partido tiene que pasar por encima de Susana Díaz, que es en realidad la gran valedora de la corrupción en Andalucía, y dejar la federación andaluza en cuadro. Y lo mismo vale para Madrid, o para Asturias y otros reductos de «bon vivants». En estos sitios el mal olor impide a la gente acercarse a las sedes.

Así que, Pedro, no seas tan cobarde como González y actúa, a no ser que quieras un buen Consejo de Administración en el futuro, claro. Saca la guadaña y siega. Verás como sale luego la hierba con fuerza renovada, y verás como ningún Rajoy te va a tapar la boca. Oye, y de verdad, aunque no sea yo el Jorge Javier ese, puedes contactar conmigo si quieres. No nos va a oír nadie, con lo cual no vas a ganar notoriedad, pero a lo mejor se te aclaran las ideas, porque tengo la impresión de que no estás conectado con la realidad. ¿Te falta valor para escuchar los análisis de la gente normal? No se lo contaría a nadie. Pero, te lo juro, amigo, pensé que ibas a hacer algo más que decir chorradas inconexas. Tienes malos consejeros, Pedro. Esto es un asunto serio. Porque si no actúas, Podemos os pase a todos por encima, que no te quepa ni la más mínima duda.


28 octubre, 2014

Y los que se atrevan, en unos meses, a votar cabreados

Hombre, Manolo, le dice un amigo a otro cuando se lo encuentra por la calle un día de votación, qué... A votar, ¿no?. Qué va, qué va, quita, le responde el otro. ¡Coño! pero hoy es día de hacerlo. Ya, ya, pero es que no me atrevo. Pues yo voy con todas las ganas a ver si quito del medio a todos estos mangantes. Bueno, anda, pues tú mismo, le dice Manolo, que tengas suerte. Yo voy a comprar el periódico y a olvidarme del asunto. Volveré a votar el día que sepa a quién voto y a quién puedo pedir cuentas. Mientras tanto... , en casita. Vale, pues hasta luego Manolo. Hasta luego, Pepe... Y no te cabrees que al final da lo mismo.

La cuestión en las próximas elecciones que se celebren va a ser esta. Los ciudadanos se plantearán ir o no ir a votar, y serán muchos los que lo hagan. Pero los que tengan decidido acudir a la llamada lo van a hacer con unas enormes ganas de reventar a los que les engañan, les ningunean, les roban, les toman por imbéciles y les traicionan. Así que mucho me temo que los grandes partidos, o todos los partidos tradicionales sufran un castigo tal que no les quede otra que disolverse y reinventarse con otro modelo diferente. No sé si sus estatutos contemplan la autodisolución, pero deberían.

Los electores quieren sangre. Y si nadie se la da en forma de cárcel, de expulsiones y purgas masivas de corruptores y corruptos, de escarnios públicos, en definitiva, se tomarán la justicia por su mano y cogerán la papeleta que hoy por hoy parece que tiene las de ganar: la de Podemos, cuyo valor aumenta de día en día con cada caso de corrupción, sin esfuerzo alguno por su parte. Y todavía quedan muchos casos por salir, tantos que si en lugar de municipales fueran elecciones generales probablemente ganarían. El ascenso de Podemos es limpio, prístino. Este partido asciende como un cohete cuyo combustible es la inagotable fuente de mierda que tienen los otros, los dos grandes principalmente.

Podemos asciende no solo por lo mal que lo hacen los demás, es justo decirlo. Su líder, el coleta, como le llaman los que les desprecian, habla con la llana elocuencia de quien tiene claras las cosas. Reconoce que tal vez hayan vendido humo con su programa para las europeas pasadas y sabe, y lo dice, que de aquí en adelante tendrán que concretar más las cosas. Los electores les favorecerán con toda probabilidad, pero estarán vigilantes. Ya les han engañado demasiado. En España parece que por fin pasaron los tiempos de la fidelidad política, y los votantes, a pesar del desastre que constituye nuestra Ley Electoral, han comprendido que el verdadero poder del voto en nuestro sistema es la capacidad para desalojar a todo aquel que ose insultar a su inteligencia, como PP, PSOE, IU y los partidos tradicionales hicieron hasta ahora.

En fin... Ya veremos.

26 octubre, 2014

La lectura de la EPA, España, Asturias...

Hace ya muchos años, cuando iniciaba mi vida profesional, analizábamos un problema técnico y no encontrábamos una solución definitiva. Éramos un buen equipo y tratábamos de mirarlo desde todos los ángulos. El problema..., el problema... Estábamos tan obsesionados y centrados en él que no veíamos otra cosa. Hasta que alguien propuso cambiar el punto de vista, ampliar el ángulo, ver los datos globales, ampliar el campo de análisis al conjunto del proceso. Todo cambió a partir de aquel momento. El «problema», aparentemente sin solución era la consecuencia de un proceso general mal diseñado; y no lo habíamos visto por tener un foco demasiado estrecho. Así que recompusimos el proceso y todo empezó a mejorar. Costó trabajo pero fue definitivo.

Cuando leí la EPA de este último trimestre y escuché las declaraciones de propios y extraños al respecto, me dio la impresión de que el foco era demasiado estrecho. El paro no es el problema; el paro únicamente es la consecuencia de un proceso general viciado. El fallo del proceso en España es que la población ocupada es muy poca para mantener nuestro estatus. En España solo trabaja el 59,5 % de la población en edad de hacerlo (entre 16 y 64) . Y con esa tasa de actividad, o ofreces algo de alto valor, o estás condenado a ser eternamente pobre. España no generó nunca una actividad sólida; y la construcción no es actividad sólida, como se ha podido comprobar.

Cada vez que sale la Encuesta de Población Activa, los agentes sociales, los políticos y los medios se disponen de inmediato a hacer comentarios. Algunos son francamente prescindibles, otros acertados y otros imprescindibles por constituir un modelo de chorrada... En fin, que todo hijo de vecino tiene algo que decir. En esta última ocasión la cosa pintó bien, al parecer, porque se redujo la tasa de desempleo, que es, según gobierno, oposición, sindicatos y patronal nuestro mayor problema. El dato fue positivo. Sin embargo, como alguien tiene que poner el contrapunto, un sindicalista, en Asturias, dijo que sí, que muy bien, que había bajado el paro, pero que Asturias era la comunidad con la menor tasa de actividad, lo cual por otra parte es verdad. Con ello este hombre quería restar méritos al Gobierno del Principado, que, naturalmente se mostraba satisfecho porque en la región, «gracias a sus acciones», se había creado empleo... Y un rábano. El sindicalista tiene razón en fijarse en la tasa de actividad, porque el problema de España no es el paro es la falta de actividad.

Pongamos claros un par de conceptos: Población Activa es toda aquella comprendida entre 16 y 64 años y que, o trabaja, o está en paro, es decir, la población que ofrece su fuerza de trabajo al mercado laboral; Población Inactiva es la de la misma horquilla de edad pero que no está disponible para el mercado, por ejemplo estudiantes, amas de casa, vagos vocacionales o ricos de cuna o por matrimonio que no tienen interés en este asunto; y Tasa de Actividad es el cociente de dividir la población activa entre la población total entre 16 y 64, o sea, activos más inactivos. El resto de la población, es decir, los menores de 16 y los mayores de 64, no cuentan para este enredo. Pues vale. Ya está definido todo. Ahora vamos a analizar las cosas.

Siempre según la última EPA, España tiene una tasa de paro del 23,7 %. La tasa de paro se calcula dividiendo el número de parados entre el total de población activa (parados + no parados), pero no tiene en cuenta a la población inactiva. Asturias tiene un 20,0 % de paro, lo cual indica que, aparentemente aquí las cosas están mejor. Pero no, nada de eso, porque, si escarbamos en los datos, encontramos que la tasa de actividad de Asturias, 52 %, es la más baja de España, un 7% inferior a la media nacional. La cosa da vértigo, porque esto indica que en Asturias un 52 % de la población en edad de trabajar tiene que mantener al otro 48 %, y además, a los niños y a los jubilados. Y para rematar, de ese 52 %, el 20 % está en paro. Es decir, que en Asturias solo están ocupados el 42 % de los efectivos disponibles para el trabajo. Y estos tienen que mantener al otro 68 % (parados + inactivos), además de a menores de 16 y mayores de 64. Qué me diga alguien que estoy equivocado y que el problema no tiene más enjundia que la simple reducción del paro.

Mientras no miremos este asunto de manera global vamos a ir mal. España no solo necesita rebajar la tasa de paro, debe aumentar la de ocupación. Y, volviendo a Asturias, no se puede decir que no hubo oportunidades de mejorar. Aquí llegaron 20.000 millones de euros en forma de maná de apetitosos fondos mineros. Con este montante, todos los actores que debían ocuparse de darles buen uso, consiguieron que se evaporasen sin que Asturias avanzase ni un ápice en veinticinco años. Y el problema es extensible, en mayor o menor medida a todo el territorio español, véase el caso de los ERE o del PER en Andalucía, el crecimiento exponencial de todo el Levante basado únicamente en el ladrillo... Y miles de cosas más, aunque ninguna en la dirección de crear un modelo productivo sólido. Lo que nos lleva a lo de siempre: salvando unas pocas excepciones, la pobre España sigue comandada por una pila de golfos apandadores que este sufrido pueblo no merece.

19 octubre, 2014

La estafa de los fondos mineros

Desde hace años rehuyo el debate sobre este asunto porque aquí, en Asturias, en las cuencas mineras, es casi tabú. Es decir, que me acuso de haber guardado silencio, durante todos estos años en los que se producía esta tremenda estafa. Un engaño en el que los principales perjudicados eran paradójicamente los propios beneficiarios, es decir, las zonas mineras en toda España, que deberían haberse desarrollado con la enorme cantidad de dinero puesto a disposición de los «agentes» que debían gestionarlo.

Nadie sabe exactamente cuánto dinero fue enterrado en las áreas mineras. En Asturias, cada vez que intento averiguar la cantidad asignada, obtengo un estruendoso silencio, o bien me dicen que no se sabe, porque las partidas... bla, bla, bla... El caso es que nadie aventura una cifra. Uno tiene que acudir a la información en prensa para escandalizarse con que, desde 1990, entraron en este país (claro, no podía ser en otro) la friolera de 25.000 millones de Euros. ¿Cuánto de esto vino a Asturias? No se sabe, o sí, pero no se dice. Hombre, se puede hacer un supuesto, digamos que 20.000 millones. Asturias es el principal foco minero en España, así que la cifra no es muy aventurada.

Visito con frecuencia las cuencas mineras centrales y me llama la atención que, en los años 80 del siglo XX ya estaban en crisis, como lo están hoy. Las cuencas siempre están en crisis, qué curioso.¿Qué pasó entonces con los 20.000 millones de euros...? Nada. Se volatilizaron, se gastaron no se sabe en qué exactamente. Pero prejubilaciones, subvenciones a empresas, obras inútiles y otras estupideces los hicieron desaparecer como si cayeran al interior de la chistera de un mago. Pero pasar, no pasó nada, no hay ningún problema. Nadie pide cuentas. Las cuencas están anestesiadas y viven el presente, y sus dirigentes políticos y sindicales continúan insistiendo en que se necesita más dinero, además de mantener la actividad minera, que es lo suyo. Manda huevos.

Claro, uno, como es algo estúpido se pregunta: ¿Pero bueno, toda esa pasta no era para que estas comarcas dejaran de ser mineras y fueran otra cosa? ¿No deberían estar preñadas de actividad industrial al alto nivel para que las generaciones siguientes ya no se dedicasen a la minería? Pues parece que no, porque en las cuencas no hay actividad, la principal de todas sigue siendo la minería. ¿No es una paradoja? ¿No sería que quien manejaba los fondos sencillamente no tenía ni «puta» idea de cómo hacer las cosas? Los fondos mineros fueron utilizados sencillamente para mantener cautivos unos cuantos miles de votos. Mientras tanto, la población era incapaz de rebelarse contra aquellos que les estaban robando el futuro. No solo esto, sino que entraban al trapo cuando les animaban con soflamas a seguir en la lucha, a ir a la huelga, a tirarse a la carretera en marchas hasta Madrid... Así les mantenían entretenidos mientras ellos llenaban su gorda barriga en buenos y caros restaurantes.

Eso, sí. Tienen un maravilloso spa en Felechosa y unas cuantas empresas, creadas a golpe de subvención, arruinadas y sin dar trabajo a nadie... ¡Ah! y una autovía para ir rápido a Gijón a la playa. Eso es justo reconocerlo. Y en todo este periodo al pobre Villa le dio tiempo para hacerse con un poco de dinero y a entretenerse comportándose como un vulgar dictador bananero en un sindicato y en un partido en Asturias, mientras propios y extraños se lo consentían. Qué cerebro este Villa, cómo lo habrá conseguido. Cómo habrá tenido tanto tiempo a tanta gente agarrada por los testículos. No lo puedo comprender, a no ser que estuvieran todos revolcados en el mismo merengue. Eso sí. Ahora le expulsan de manera fulminante del SOMA y del PSOE. Cría cuervos, José Ángel.

Y de todo esto, qué piensa la gente. Pues no lo sé. Yo solo puedo hablar de mi. Villa fue el causante de que yo dejara de votar. Su presencia en las listas me hizo pensar que el sistema había nacido ya podrido. Sus prácticas ademocráticas me ponían los pelos como escarpias y no digo nada cuando le oía algún discurso en plan arenga... No puedo expresar la vergüenza que sentía. Pues Villa no es más que la punta del iceberg, una simple muestra de quién estuvo al cargo de la gestión de 20.000 millones de euros. Hay muchos más Villas al mando del paquebote, así que las cosas no van a cambiar mucho. Todos tranquilos.

07 octubre, 2014

Ébola, España y la ausencia de rigor

Hace un par de meses escribía en este blog sobre el virus del ébola y mostraba mi opinión respecto a las altas probabilidades de expansión al resto del mundo. Es prácticamente imposible controlar que las personas viajen de un lado a otro. Y la prevención basada en tomar la temperatura de la gente que viene y que va no deja de ser una majadería, más, cuando hablamos de cosas tan escurridizas como las infecciones víricas.

A España el virus llegó en los cuerpos infectados de dos enfermos repatriados para su tratamiento. Nuestro sistema de salud es modelo mundial, con toda la razón, por sus prestaciones, pero nuestro país, España es modelo también en lo que podría denominarse falta de rigor. Y esto, la falta de rigor es lo que motivó la aparición de un caso de ébola por contagio directo por primera vez fuera de África.

Contagiarse de este virus no es fácil. Hace falta entrar en contacto con fluidos corporales. Fluidos corporales son sudor, orina, heces, etc. Por eso deben seguirse procedimientos estrictos tanto para cuidar a un enfermo como para hacer la limpieza habitual de la habitación en la que se encuentra internado. Los enfermos, respiran, escupen, tosen, estornudan, orinan, sudan y defecan. Las habitaciones están en presión negativa para que no salga aire de ellas al exterior. Un enfermo en plena efervescencia de la enfermedad encerrado en un habitáculo de unos pocos metros cuadrados es una bomba microbiológica y es obligatorio para los sanitarios guardar las precauciones máximas.

La prevención pasa por la utilización de los medios adecuados: trajes, gafas, guantes... La prevención también pasa por tener una adecuada formación para no cometer errores. Ahora la cuestión está en dilucidar qué fue lo que pasó para que una sanitaria resultase infectada: ¿El material no la aisló adecuadamente? ¿No tenía la formación adecuada y cometió un error?. Cualquiera de las dos posibilidades es plausible y desde luego, la responsabilidad involucra directamente a la Administración. Sería grave que las personas encargadas de el cuidado de estos enfermos estuvieran mal formadas, pero lo sería mucho más que los elementos de protección fueran inadecuados por haber sido comprados a proveedores no homologados, o por ahorrar se hayan adquirido elementos que no cumplían la normativa.

De otro lado está luego el protocolo de seguimiento de los cuidadores de los infectados. Qué esta auxiliar haya acudido a un centro sanitario con fiebre y malestar y no se tomara la decisión de internarla aislada de manera inmediata es un error que puede traer como consecuencia la expansión del virus por todo el continente europeo. Y esa decisión la tomó alguien con nombre y apellidos. La ayudante de enfermería fue enviada a su casa de manera frívola. Es más, no se impidió que se fuera de vacaciones. Ello significa que estuvo poniendo en riesgo de contagio a muchas personas que, obviamente no están controladas, digan lo que digan las autoridades.

Y todo podría haberse evitado con seriedad, con profesionalidad... O sea, con rigor. Parece claro que si la seguridad sanitaria europea depende de España, Europa está en peligro. Y todo por la perversión de confundir la sanidad en un asunto político. No es un problema solo de dinero sino de competencia personal que no tienen ni la ministra ni su cúpula en el ministerio ni la mayor parte de los responsables políticos en las comunidades. Hasta ahora habíamos tenido suerte. Ahora tenemos un problema descomunal.



03 octubre, 2014

Siempre la falta de criterios

En un corto periodo de militancia en IU, en la época inicial de Anguita, asistí a una asamblea en la que se comunicó a los «camaradas presentes» cómo quedaban constituidas las listas electorales por Asturias para las elecciones generales. El secretario, desde las alturas de una mesa presidencial, escoltado de otros circunspectos «dirigentes», como si fuera un comunicado del politburó, leyó con mucha seriedad y no disimulada satisfacción, los nombres de los que iban a concurrir a los comicios. Tras ello hizo un pequeño resumen de quiénes eran y a qué se dedicaban, que no tenía gran cosa de relevancia, salvo ser miembros importantes de la organización. Cuando dio «permiso» para hablar a los asistentes, se hizo un silencio sepulcral. Yo, como era nuevo, y algo maniático con las formas y la transparencia, levanté la mano e hice una pregunta simple: qué cuáles eran los criterios que utilizaba IU para elegir los integrantes de la lista, y qué había que hacer para ir en una.

Se montó un tremendo guirigay. El secretario, casi me insulta, los «camaradas» que me rodeaban me miraban como si hubiera blasfemado en una iglesia... En fin..., que no había criterios, que las listas se hacían, a la española, o a la soviética, o a la que fuera, pero de espaldas a los afiliados. No volví en mucho tiempo a una asamblea, y cuando lo hice, viendo la misma atmósfera, fue para entregarles el carné y explicar a un par de mandamases un par de cosas. Luego, me fui informando de que todo era similar en todas partes y partidos. Los nombramientos colaterales, las listas electorales, todo se basaban en la confianza, en la lealtad o en la estima personal, lo cual indicaba una absoluta y completa falta de criterios. A ver, que alguien me diga, de cualquier partido, sindicato, patronal, o lo que sea, cuáles son los criterios para designar a fulano, mengana, zutano o merengana consejeros de una caja de ahorros. La falta de criterio es la causa de los problemas de las tarjetas de Bankia.

A uno le gustaría imaginar que cuando se nombra a determinadas personas para ocupar el cargo de consejero, o consejera, en una caja de ahorros, los criterios deben ser sólidos: «oiga usted, esta señora ve las hierbas crecer y es honrada a carta cabal». Pues ya me valdría. Pero es que, con toda seguridad, el criterio no es ni ese. Luego, claro, les das una tarjeta de crédito, les dices que son vips y que la caja puede permitirse que sus directivos gasten en cosas, las que sean, en concepto de gastos de representación, y claro, entran al trapo. Y es normal, cuando nombras a gente sin criterios para ello, lo lógico es que te llenes de patanes sin principios y con una moral un tanto despistada. ¿Será solo en Bankia? Porque, mucho me temo que si escarbamos...

28 septiembre, 2014

Los gastos no visibles ni necesarios

No sé si la mayoría de la gente, pero si mucha,tenía a Alberto Ruiz Gallardón como una persona inteligente y capaz. No sé por qué, la verdad, porque si uno se para a pensar, en realidad no hizo nada notorio,  ni en la alcaldía de Madrid ni en la presidencia de la comunidad, que no fuera gastar grandes cantidades de dinero del contribuyente en grandes obras, muchas de ellas innecesarias o demasiado caras para lo que se requería.

Gallardón nació en una familia donde todo se le hizo fácil para llegar a la cima política. Formado en los Jesuitas, se hizo abogado, y, en nada opositó y ganó un puesto de fiscal. De aquí en adelante, las cosas le vinieron dadas en el Partido por su apellido y apoyos. La oposición, voy a suponer que la sacó por méritos propios y no ajenos. Esta es su única carta de presentación: «mire, soy fiscal. Por lo demás luego he vivido de la política». Lo cual me hace preguntarme de dónde se sacó que este señor era un individuo capaz. Gallardón no es más que un tipo normal pero con enchufes muy gordos que le permitieron vivir como un marqués toda su vida a costa de los contribuyentes.

Después del ridículo más espantoso, en el que su incompetencia se manifestó desde el primer hasta el último día, con la reforma judicial para evitar el acceso de los pobres a la justicia y la ley del aborto infumable para la gente normal, decide dimitir de todos sus cargos. Y aquí es entonces donde sale a la luz el gravísimo problema de gasto que tenemos en este país: Gallardón, a pesar de su incompetencia, ingresa en una cosa rara que se llama Consejo Consultivo de Madrid. Tócate los cojones (con perdón). Para qué coño sirve esta cosa, a la que también pertenece Joaquín Leguina, y que paga salarios de 8.500 € al mes. ¿Puede valer lo que puedan aportar este par de parásitos esa cantidad?

Pero el motivo de mis cuitas no es este esperpento de consejo con Gallardón y Leguina en nómina. Lo que realmente me pregunto es cuántos organismos de este tipo hay en el estado entre Gobierno central, gobiernos autonómicos, locales, diputaciones... ¿Cuanto dinero se tira para mantener a gente retirada de la política sin hacer nada, pero con salarios de vértigo, despachos, coches y adláteres? Por qué necesitan tanto. ¿No les bastaría con la pensión, más un plus por los servicios prestados, o con el salario de su antiguo puesto de trabajo, más ese plus?

Los partidos políticos se lo montaron para que los contribuyentes les mantuvieran a cuerpo de rey. Los ciudadanos no conocemos ni la centésima parte del gasto invisible e inútil que existe y que es en gran parte causa de que este país deba el equivalente a su PIB anual. Los contribuyentes nos preguntamos por qué no se recortó de manera drástica algo que ya de por sí nunca debería haberse creado y que tiene un enorme coste para la sociedad sin aportarle nada a cambio. Los contribuyentes exigimos que salgan a la luz todos estos organismos, quiénes están en ellos, cuánto cobran, qué hacen y cual es su función. ¿Saben nuestros próceres cuanta hambre se podría quitar con todo este dinero?

Sí. Dije hambre.

25 septiembre, 2014

¡Pero bueno! Mariano...

Menudo pájaro estás hecho. Vaya habilidad para deshacerte del Gallardón. Chapeau: una jugada maestra. El único en todo el PP con capacidad para, en un momento dado, hacerte sombra y plantarte cara en una teórica sucesión, vas y le induces al suicidio político. Alberto el pío dimite de todo, todito, todo... Bien, supongo que tiene posibles para poder vivir con dignidad y que no se irá a la cola del paro. Pero desaparece, según dice, de la escena política. De verdad, Mariano. Eres un fenómeno.

Ahora solo te queda la Espe. Pero ya lo arreglarás para que en ese juicio por lo de darse a la fuga cuando le echaban una multa de aparcamiento le salga algún marroncete del tipo insultos y vejaciones a los agentes, o algo así, que la haga moralmente reprobable para el electorado. Y después, con Chemari ya eliminado por el método de no hacerle ni puto caso y Anita Botella a sus labores, todo el PP para ti y para tu vicepresidenta preferida. Por cierto, estate atento, que Soraya seguro que te pide el pescuezo de Cospedal. Pero eso lo tienes fácil; bastaría con sacar algo de su cónyuge, que este tiene para dar y tomar. Pobre Dolo, la que le espera.

Lo dicho, Mariano, un fenómeno. Te tienes empollado a Maquiavelo. Sí señor, un digno alumno de don Nicolás. En fin. No te digo nada. Solo qué seas prudente que, acuérdate de lo que dice vuestro señor Jesucristo de que quién a hierro mata... ejem...

Pero volvamos a Gallardón. A ver, tío... Como pudiste convencer a Alberto de que preparara una ley del aborto tan retrógada que hasta a ti te olía mal. Gafotas fue quién, en otros tiempos, exhibió la cara de la derecha civilizada del PP. Estoy algo despistado. A ver, aclárame. ¿Es que el Gallardón era un carca y estaba engañando a todos solo para conseguir votos? No parecía cuando se le oía hablar en los medios de Prisa, fíjate tú, de Prisa, que era casi como hablar con el mismísimo demonio. Joder, Mariano, si era un carca nos engañó a todos de plano en aquella época. ¿A ti también?

La otra posibilidad es que ARG fuese en realidad un moderno casi izquierdoso al que le pediste una prueba de fidelidad haciendo una ley cavernaria que demostrase su compromiso con la verdadera derecha española que tú comandas. Porque tú no habrás cambiado, ¿no? Tú sigues siendo de la derecha, derecha... ¡O no! No me jodas, Mariano, que se me cae un mito... O sea que Albertito cayó como un cándido en tú ratonera y en cuatro días pasó a ser considerado por el vulgo como un facha meapilas, con lo que quedaba marcado para siempre. Si a esto unes que le retiras la ley y dimite, lo dejas eliminado para siempre. Muy bueno, tío. De verdad. Me descubro ante tu inteligencia silenciosa que, te lo juro, se me antojaba también inexistente.

Además, a pesar de que tú eres muy de derechas, no te llevas bien con los curas, con los de antes de Trento me refiero. Y ahora que Francisco le dio pasaporte a Rouco, sabes que quitándote el marrón del aborto solo pierdes cuatro votos de los fundamentalistas, que la nueva curia no va a meterse contigo por esto ni a sacar a la gente a la calle. O sea, que, al final vas a ganar votos. Qué cabrón. Qué bien te lo montaste. Y todo por el método de no decir nunca nada y dejar morir los problemas de inanición. ¿que qué es inanición? Lo mismo que vas a conseguir con el pueblo soberano, que se te muere de hambre... Pero eso no le importa a un tío bragado y de la derecha, derecha, como tú. Muy bien, Mariano.

14 septiembre, 2014

Regeneración democrática. ¡Y una mierda!

Parece que de repente, a buenas horas, los grandes partidos se quieren embarcar en lo que llaman pomposamente Regeneración Democrática. Regeneración democrática, sí... No sé ni como se atreven a ello. ¿Es que de verdad creen que no nos damos cuenta de que lo único que les está pasando es que están completamente asustados por la percepción social se tiene de todas las instituciones del estado, la mayor parte de ellas manipuladas y retorcidas por ellos mismos hasta límites sonrojantes?

El Tribunal de Cuentas, el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, por citar lo más gordo, son un claro ejemplo de lo que no deben ser estas instituciones. Todas ellas están gobernadas desde las bambalinas por los Partidos Políticos, que colocan a sus miembros a conveniencia en un ejercicio de exhibicionismo de qué no debe hacerse en democracia. Estas instituciones deben ser completamente independientes de gobiernos y colores políticos. En ellas reside, se supone, la seriedad y la imparcialidad; y ellas fueron convertidas por los partidos en lupanares en los que vegetan estómagos agradecidos dispuestos a obedecer las consignas de sus amos.

De qué regeneración democrática puede hablar el PP, que cultivó el arte de la mordida y la comisión en dinero negro; que ordenó que se estrujara la ley para procesar y expulsar a Garzón porque investigaba lo que no debía; que interpuso un recurso de inconstitucionalidad contra el Estatut que, de no haberlo hecho, nada de lo que está pasando en Cataluña habría tenido lugar; y que intenta ahora cambiar sin consenso, para su provecho, la Ley Electoral. Una ley electoral que es una porquería y la causante del bajo nivel de los políticos, pero que nadie debe tocar sin un gran consenso. No el PP no quiere regeneración democrática, lo que quiere es apuntalar las cosas para garantizarse una parte gorda del pastel del aparato del Estado.

Y lo mismo que quiere el PP, lo quiere el PSOE. Los ciudadanos no importamos. Ellos necesitan votos. A pesar del gran avance en democracia interna con la forma  de elección impecable del Secretario General y de las primarias para candidato a la Presidencia del Gobierno, lo que interesa de verdad al PSOE en ese foro no es mejorar en democracia, es organizar las cosas para conservar el control de esas instituciones que tanto les encantan a ambos partidos para colocar a sus fósiles y controlarlas a su antojo. Qué regeneración democrática puede querer un partido, que si en Andalucía no está podrido al ciento por ciento, poco la faltará, y no hace nada al respecto. Porque Sánchez no va a sacar la guadaña, está claro.

La sociedad está hastiada del PP y del PSOE, no cree en IU ni en UPyD; los sindicatos son percibidos más o menos igual: chupones y parásitos que llevan gastados miles de millones de todos en hacer nada, o muy poco, aparte de vivir como mariscales y participar en «orgías de jamón ibérico y marisco». Y el hastío de la sociedad se manifiesta con el desprecia al sindicalismo, o con la abstención o con el voto de venganza. Porque eso es el voto a Podemos y opciones de este estilo: Voto de Venganza. «¿No queríais fastidiarnos? Pues os vais a enterar»... Y lo pagaremos todos.

Los electores dejaron definitivamente de creer en los partidos. No sé que tienen que hacer para volver a la credibilidad... Bueno, o sí lo sé: pedir perdón por sus fechorías en todas estas décadas, devolver a la justicia su independencia y llevarse por delante a los muchos miles de delincuentes que tienen en sus filas mediante el uso de todo el peso del martillo de la ley. Pero, claro, eso no va a pasar. Así que lo dicho. Tenemos a las zorras diseñando la defensa del gallinero. ¿Regeneración Democrática? ¡Y una mierda!

09 septiembre, 2014

Tordesillas, pueblo sanguinario

Estos días atrás un grupo de sofistas se reunieron en Tordesillas para elaborar una serie de trampas dialécticas que hicieran creer, a todo imbécil que se las tragara, que el famoso Toro de la Vega es el epítome de la tradición «cultural» taurina inserta en las más profundas raíces de España. Al parecer lo organizó el ayuntamiento. La cosa es algo similar a si el gobernador de Texas organiza un congreso en el que se trabaje para argumentar que matar a un condenado en la silla eléctrica o con inyección letal caducada es, además de un gran espectáculo y todo un arte, la quintaesencia cultural del noble pueblo tejano.

Asistí un par de veces a una corrida de toros. La primera me impactó por la brutalidad, especialmente del puyazo del picador; la segunda acabé por sentir asco de mi mismo. Ningún espectáculo taurino es más que lo que es: la tortura de un toro hasta la muerte. Importa poco que sea antiguo, tradicional y que esté en nuestro acervo. Un espectáculo taurino es una carnicería por muy de luces que vistan los matarifes.

Pero el Toro de la Vega es más que eso. El Toro de la Vega es el linchamiento de un pobre animal asustado por parte de un pueblo salvaje y sanguinario. Los tordesillanos  disfrutan con el sufrimiento de un toro. La muerte a lanzazos es lenta, la agonía terrible. El cuerpo es agujereado en cualquier parte. Las lanzas permanecen clavadas y el toro va perdiendo fuerza entre horribles dolores...¿De verdad no hay nadie en este pueblo indigno que se atreva a alzar la voz contra este bárbaro espectáculo? ¿De verdad Tordesillas, además de llena de torturadores está llena de cobardes que asienten? No me lo puedo creer.

Los «expertos» que trataron de justificar esta atrocidad sacaron también un manifiesto en el que condenan a quienes amenazan a los defensores de esta «tradición». Bueno, pues yo también condeno las amenazas. Pero lo que desde luego no voy a hacer es sentir la más mínima compasión por ningún «valiente» a quien el toro pudiera llegar a cornear. Primero porque los sádicos no me merecen lástima, y segundo porque el toro solo estaría defendiendo su propia vida.

05 septiembre, 2014

Hasta las cejas de mierda... Entonces... Podemos

La Junta de Andalucía se pone a leer con detenimiento expedientes antiguos y, por lo que parece, hay no se cuantas empresas y ayuntamientos que tienen que devolver un total 71 millones que habían percibido incorrectamente de manera directa a través del fondo de los ERE. También, por o que parece, UGT recibió dinero en exceso por algún motivo, y la Junta le reclama alrededor de 5 millones. En resumen, se había repartido dinero de los contribuyentes (el que viene de Europa lo es también) de manera equivocada y ahora hay que devolverlo.

La política de Susana Díaz es demostrar transparencia e intolerancia con la corrupción y eso está bien. Sin embargo algunos nos preguntamos quién fue el responsable de que durante todos estos años atrás se diera dinero de manera tan alegre, además de ilegal, a la vista de los resultados de las revisiones que se están llevando a cabo. Quién. Esa es la clave. El electorado exige nombres y cabezas. Quienes miran al PSOE ya no se conforman con paños calientes.

Lo que puede adivinarse al observar los acontecimientos es que Díaz está utilizando la fuerza del partido en Andalucía como elemento de disuasión para impedir que, desde Ferraz, Pedro Sánchez haga una carnicería en las filas andaluzas. Susana Díaz apoya a Sánchez a cambio de que no se tomen acciones sangrientas en Andalucía. Y esto, que no es más que una forma de chantaje, mantiene al PSOE cimentado en la corrupción en su principal federación. El PSOE andaluz no quiere dejar la vida muelle.

Pedro Sánchez tiene las manos atadas al ser el PSOE una organización arcaica, y no será más que un muñeco decorativo incapaz de meterle mano a los problemas de delincuencia real que tiene en sus filas concentrados en Andalucía. A no ser, claro está, que de verdad tenga el valor actuar y hacer una purga muy significativa que deje claro al electorado que el partido no quiere a gente corrupta, ni que sea cómplice de corrupción, por ejemplo mirando para otro lado. La corrupción y el clientelismo están tan enraizados en el PSOE andaluz que, aún con miles de expulsiones fulminantes, el problema probablemente persistiría.

Con este panorama en el PSOE, especialista en corrupción con fondos públicos; y en el PP, igualmente especialista en corrupción, pero este por el método de la mordida; a los que podrían unirse CiU, y puede que alguno más, especialistas en comisiones por adjudicaciones, no es de extrañar que opciones alternativas como Podemos y Ganemos irrumpan en todas las predicciones de voto en próximas llamadas a las urnas a pesar de la simplicidad de su mensaje, a menudo demagógico y poco creíble, pero que una parte de los electores prefieren a cualquier otro que pudiera venir de formaciones que, en muchos casos, les provocan la nausea.

Podemos ya está en las encuestas como tercera fuerza en Andalucía y como segunda o primera en otras autonomías. A la robótica IU le pasó por encima como una apisonadora. En IU ya darían por buena una coalición con lo que ellos llaman izquierda de nueva factura en un vano intento de mantener su influencia. Y ahora empieza a funcionar la opción de Ganemos, la cual, fuertemente anclada en la sociedad civil, con toda seguridad mandará mensajes que serán escuchados con atención por los electores en las próximas municipales.

Es decir, a Pedro Sánchez le queda hasta final de año para limpiar el PSOE si quiere que los votos no huyan hacia otras alternativas «progresistas». Porque lo del PP está claro, haga lo que haga, siempre habrá unos cuantos millones de «leales patriotas» que le van a dar el voto al señorito aunque este se cague encima de ellos.

30 agosto, 2014

Violencia machista: nada cambia

La amplificación que realizan los medios de comunicación del problema de la muerte de mujeres a manos de hombres hace que se tenga la impresión de que cada vez se producen más asesinatos, que este país es cada día más machista, y que la protección a las víctimas es completamente ineficaz. Estos medios no dejan de comportarse como parte interesada al señalar la componente política del asunto. Tampoco pierden la oportunidad de dar voz a asociaciones que acusan, con razón, al ministerio y al ministro (ministra en este caso) responsable de inoperancia,  y a jueces y policía de inacción o laxitud ante un problema tan enorme; aunque no sea nada más que por sensacionalismo.

Pero si uno no se deja impresionar por el ruido, y echa mano de los datos, la cosa cambia. Los datos, siempre los datos, son tozudos, y la conclusión a la que se llega al primer vistazo es que, desde 1999 hasta ahora, las cosas no se han modificado, ni a mejor ni a peor. Todo sigue igual a pesar de haber creado, en todo este tiempo, un sinnúmero de instituciones nacionales, autonómicas, provinciales y locales con un montón de dinero disponible para ocuparse del problema, y con otro montón de cargos políticos, de técnicos y administrativos de todo tipo para gestionarlas. Toda una parafernalia montada alrededor de la violencia machista para que todo siga exactamente igual. Estos son los datos oficiales del Instituto de la Mujer:

   Año              14    13    12    11    10    09    08    07    06    05    04    03    02    01    00   99                
                     (5/08)
TOTAL           34 54 52 61 73 56 76    71 69 57    72 71 54   50    63   54

Lo que nos dicen es que la media anual de muertes en estos 15 años es de 62 mujeres; también que hay oscilaciones considerables; y también que no hay ninguna tendencia consolidada, ni a aumentar ni a disminuir, de estas cifras.

Si hubiera que hacer algún análisis, aunque cogido con pinzas, podríamos hablar de que hay tres periodos:


  • de 1999 a 2002 (media de 54 asesinatos / año)
  • de 2003 a 2010 (media de 68 asesinatos / año)
  • de 2011 a 2014 (media de 56 asesinatos / año, sin incluir 2014, que está incompleto)
Si realmente todo esto tuviera que ver con la acción gubernativa, política, policial y judicial, podríamos decir, falsamente, que las políticas fueron menos acertadas entre 2003 y 2010 y mejor dirigidas en los otros dos periodos. Sin embargo sabemos que no es así.

Es bien conocido que el gobierno de Zapatero hizo un mayor esfuerzo contra la violencia machista, al menos así lo parecía con la creación de un ministerio de Igualdad y unas cuantas acciones más que parece evidente que no dieron resultado. También es bien conocida la actitud pasota del ministerio actual de Ana Mato a este respecto. Para la ministra, al menos eso dicen, la mujer donde debe estar en en casa en «sus labores» y, además, debe ser sumisa, como manda la Iglesia. Parece contradictorio, pero, con los datos en la mano, las cosas van mejor en el último periodo, a pesar del repunte brutal de estos últimos meses. Toda una paradoja.

Lo que se desprende de todo esto es que la violencia machista y el asesinato de mujeres poco tiene que ver con la acción política y con el dinero que se destine a ello. O eso, o que lo que se hace es completamente desatinado y que los fondos que se destinan son malgastados. Es lamentable, pero los números parecen hablar de esa manera. Tenemos una violencia machista endémica atrincherada en la sociedad y ningún gobierno de los que tuvimos, ni con todo el dinero del mundo, fue capaz de eliminarla; ni siquiera de hacerla decrecer significativamente.

El asunto es de una gravedad extrema. La violencia contra las mujeres es execrable y, en mi opinión, solo se reduciría de dos formas: con cultura y formación, para el futuro, y con contundencia legal, hasta límites extremos, para evitar males mayores, en el presente.

Las mujeres maltratadas tienen que ser obligatoriamente protegidas. Es mejor emplear el dinero en esto que en jornadas de reflexión y en instituciones vacías que no sirven para nada. Planes de protección, policía de protección, pisos, medios de todo tipo que impidan que los maltratadores puedan acercarse a ellas. Lo demás, a la vista de los datos, sobra, no es más que un medio de vida para unos cuantos cargos políticos. Los tiempos no están para bromas, y menos cuando hay muertes.

Y quienes maltratan a las mujeres, y son condenados por ello, han de ser señalados, aunque signifique privarlos de sus derechos civiles. Han de ser sometidos al escarnio público, ser conocidos, y reconocibles, para que todos el mundo sepa quiénes son y a qué atenerse. De este modo, es posible que quien tenga la tentación de sentirse un macho dominante con su hembra, se lo piense mejor al saber que hay una sociedad más poderosa y más dominante que él que le va a señalar y a rechazar de por vida. A ver si nos dejamos de una vez por todas de paños calientes, que esto es una cosa demasiado seria como para jugar a la política y al electoralismo con ella.

24 agosto, 2014

La gestión del descontento

Cuando en un sistema político no se introducen modificaciones, pequeñas, o grandes, para adaptarse a la realidad social cambiante, se produce el fenómeno del descontento. El modelo no es capaz de satisfacer las necesidades de la parte mayoritaria de la sociedad, a veces ni las más básicas. Los ciudadanos son tenidos por meros proveedores de votos para legitimar la subsistencia de una «clase» que, en lugar de ser representativa, se convirtió, precisamente por la ausencia de estos cambios, en una clase extractiva y parasitaria.

Los ciudadanos no son respetados como electores. Los ciudadanos son tratados como masa amorfa por unos partidos tradicionales cada día más alejados de la sociedad que los mantiene. Desde el momento en que en España aparece la democracia, después del periodo de Franco, merced a pactos subterráneos, la estructura de poder se orienta a la prevalencia de dos partidos nacionales y dos partidos nacionalistas en las comunidades «históricas» (los comunistas quedaban excluidos y los fascistas camuflados en lo que hoy es el PP). Estos grupos, admitidos ya en el aparato de poder, manejan los hilos de un sistema enclaustrado por una Ley Electoral encorsetada y una Constitución de bellas palabras, pero que no se cumple (nótese la posición de la Iglesia en un estado teóricamente aconfesional), y a la que solo se invoca cuando conviene (ilegalidad de la «consulta» catalana).

Los partidos tradicionales están cada día menos legitimados. Un ejemplo lo tenemos en las últimas elecciones al Parlamento Más de la mitad del electorado se quedó en su casa. ¿Por qué? Sencillo. Los electores, los ciudadanos, están descontentos. Y eso quiere decir que en la abstención hay un caladero de votos enorme donde pescar y que, quien sepa gestionarlo, obtendrá unos resultados muy superiores a los que tendría si tirara sus redes entre los que, aunque puedan estar descontentos, participan. Y aquí, en la abstención, difícilmente pueden faenar unos partidos anticuados, con propuestas conocidas, con promesas casi nunca cumplidas, cargados de ideologías, en muchos casos dañinas socialmente (ultracatólicos, Gallardón y compañía), y cuyo gancho electoral más habitual es tratar de mostrar y magnificar lo mal que lo hace el oponente.

De no cambiar su manera de entender la política; de no hacer propuestas atractivas de cambio real de las leyes principales (Electoral y Constitución); de no abrirse seriamente a la sociedad y eliminar de su interior todo atisbo de corrupción con expulsiones y purgas generosas para que el pueblo sacie su sed de sangre en este aspecto, de no hacerlo así, difícilmente obtendrán PP y PSOE resultados que les permitan gobernar con suficiencia.

La aparición de partidos como Podemos y sobre todo, la de un no partido, Ganemos, puede dar un giro copernicano al universo político español. Podemos pescó en la abstención y en quienes se sentían estafados por el PP y el PSOE. Pero Ganemos va un paso más allá, y ese es el que va a tener serias consecuencias. Ganemos es un grupo de gente cuyo como principal objetivo es que la Sociedad Civil tome de nuevo el control, habida cuenta de la incapacidad de los partidos políticos para llevar un rumbo racional. Ganemos, y Podemos tal vez, quieren gestionar el descontento. Se dirigen a quienes no votan y a quienes, haciéndolo, sienten que no tienen opción alguna.

Las próximas elecciones municipales van a ser un test. Los intentos, especialmente del PP, de desactivar estos movimientos mediante la vieja estrategia de la difamación no parece que vayan a dar resultado. Es probable que acusar a Podemos de «bolivariano» (menuda gilipollez) produzca algún efecto. Pero a Ganemos no van a tener modo de meterle mano, pues sus raíces están hundidas en la Sociedad Civil. Así que, lo dicho. Las municipales van a estar entretenidas.


22 agosto, 2014

Reforma electoral para las municipales

Por qué tanta prisa. Los ciudadanos normales tenemos sospechas. Los ciudadanos normales, cuando un partido político nos dice que va a impulsar algo que nos «beneficia» nos ponemos de inmediato a la defensiva. Y es que ya estamos escaldados. Estamos seguros de que no nos va a beneficiar. Sabemos positivamente que un cambio en una ley para que todo sea más democrático, traerá consigo una pérdida de libertad, o de capacidad de lo que sea para el electorado. Y que solo va a ser bueno para sus fines.

Claro que esto no debería ser así; que los partidos deberían ser la fuerza impulsora que hiciera que la sociedad fuese cada día un poco mejor, un poco más justa y un poco más solidaria. Pero la experiencia nos dice que ellos actúan motivados exclusivamente por su propio beneficio: obtener o mantener el poder. No importa cómo. Engañar, subvertir, acusar, falsear, destruir... Cualquier cosa vale con tal de mantener el poder.

Nuestra ley electoral es mala o muy mala. Eso es evidente. Es una ley que favorece la mediocridad. Basta echar una ojeada a la mayor parte de los diputados y senadores. La ley electoral debe ser cambiada. El sistema de listas es bochornoso. En una lista puede ir desde un imputado hasta un amigo que necesite trabajo, o cualquiera que necesite ser aforado. Vamos, que es una vergüenza. Para el parlamento nacional o autonómico el único sistema posible es la elección directa a una o dos vueltas, como tienen los países que de verdad son una democracia. Lo demás es todo un apaño.

Sin embargo, en el caso de las municipales, lo que se vota es a un equipo de gobierno. Luego un sistema de listas, de equipos, es razonable. También es razonable un sistema de doble vuelta estilo francés para no fragmentar demasiado los gobiernos de los ayuntamientos y evitar que se produzcan pactos interesados. Pero en este momento, este menda no se cree nada que venga del PP con el sello de beneficioso. ¿Por qué ahora y no antes? ¿Por qué a unos meses de las elecciones? ¿De qué tienen miedo? Por qué nos toman por imbéciles.

Dejemos pasar unos días, leamos la letra pequeña de la propuesta y lo sabremos. Pero, con toda seguridad, hay gato encerrado. Y de beneficio para los ciudadanos, nada. Así que, virgencita, virgencita, que me quede como estoy.