31 diciembre, 2013

La fea costumbre del lenguaje vacío

Esta última entrada de 2013 quiere ser una petición a todo el que la lea para que exija y reclame la utilización de un lenguaje llano y con significado concreto... Es que si no no hay quién se aclare. Ya hace años (siglos) que se intenta con mayor o menor éxito, pero nunca es malo recordarlo: lenguaje llano.

La ley del aborto se llama "Ley de protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada". Qué complicación, ¿no? Pues las frases de Gallardón para defender la ley no tienen desperdicio (ni hay por dónde cogerlas): La vida del no nacido es un proyecto de vida humana y eso es un bien jurídico; otra: La mujer es una víctima. Por primera vez la ley no establecerá ningún reproche penal; ¿y esta?: Lo que cabe dentro de este proyecto es hacer depender el valor de la vida del nasciturus de la exclusiva voluntad de la mujer embarazada cuando no concurre un conflicto con ningún interés constitucional digno de protección y esa es la razón por la que en la nueva legislación el sistema de plazos no se introduce... Esta es la más aclaratoria, sin duda. Nasciturus... Lo entiende todo el mundo.

¿Por qué no se utiliza un lenguaje llano? Se comprende mucho mejor y se ahorra tiempo. La sociedad se lo merece. No se necesitan mil variaciones sintácticas para decir que a este gobierno no le gusta el aborto y, como tiene mayoría absoluta, y es una promesa electoral, va a restringirlo tanto como le sea posible. No importa que luego pueda venir otro y lo cambie: habrán salvado vidas en ese tiempo, piensan. Por qué tanto miedo al lenguaje claro e inteligible. ¿Los votos? Menuda tontería.

El presidente Rajoy es único en esta disciplina de emitir sonidos guturales sin significado. Vamos allá. Sobre economía: Hicimos lo que teníamos que hacer; sobre el aborto: El gobierno ha tomado la decisión que tenía que tomar; sobre la corrupción en el PP y el registro de su sede: El PP colaborará siempre con la justicia y hará todas las modificaciones legales que sean necesarias para impedir situaciones indeseables; sobre Bárcenas: Todo es cierto menos algunas cosas; sobre la subida del IVA: Yo prefiero no subir el IVA en 2013 pero también le digo que si en ese momento es bueno subir el IVA lo haré y haré cualquier cosa aunque no me guste y haya dicho que no lo voy a hacer; y hasta en inglés: It’s very difficult todo esto. Qué fenómeno. Es seguro que pasará a la historia como el campeón en esto del analfabetismo del significado.

Rouco Varela. Otro que tal baila. En la misa de Colón se muestra preocupado por la agobiante atmósfera intelectual y mediática. No se entiende nada. sin embargo, dado que La Iglesia es la única institución capaz de matarte lentamente mientras intenta convencerte de que es por tu bien, para que se te perdonen los pecados, puede significar cualquier cosa. Es verdad que a veces se le entiende bien: El destino de una España unida, humana y social depende de saber volver a sus raíces cristianas; está claro, como esta otra:  Oremos por España. Para que las instituciones democráticas y todo en pueblo fomenten en España la verdad y la libertad, la justicia y la paz, la unidad y la concordia. No explica si los no creyentes, judíos y miembros de otras confesiones arderán en la hoguera. Bien... Feliz regreso al infierno, Antonio María, menos mal que el amigo Francisco te dio una buena patada en el trasero.

Podría seguir recopilando miles y miles de todas las ideologías e instituciones, pero la entrada sería demasiado larga y no quiero aburrir a nadie en este último día del año 2013 (el desgraciado 2013, salvo para unos pocos). Por eso quiero terminar con un regalo. Os dejo esta última perla de El Rey, ni más ni menos: Asumo las exigencias de ejemplaridad y transparencia que hoy reclama la sociedad. Esta claro, ¿no? dice que lo asume; vamos que lo asume, es decir... que significa que asume algo... Bueno, es el rey y puede asumir... No me pregunte nadie qué asume...

Feliz  y próspero 2014 a todos.

29 diciembre, 2013

Salario mínimo: cómo que es bajo

El Gobierno tomó hace unos días la inteligente decisión de congelar el salario mínimo interprofesional. Y digo bien: inteligente decisión. A ver por qué un currante del montón tiene que cobrar más de eso. Los 645 euros al mes que hay que pagarle son más que suficientes. Incluso una rebaja podría haberse admitido. Yo creo que con 600 euros redondos sería bastante... Puede demostrarse.

El currante de a pie es una especie sufrida a la que le hacen falta muy pocas cosas, y como la genética es sabia, se junta con hembras también de la misma condición. Su descendencia, como no podía ser de otra manera, poseerá también esta característica. Es decir que la familia al completo se mantendrá con poco, por lo que los 600 euros serán para el grupo suficiente. Al fin y al cabo son espartanos y con algo de alimento y un rincón para cobijarse les basta.

Esta subespecie de trabajador distribuye perfectamente sus gastos. El grupo familiar suele estar formado por el macho, la hembra y uno o dos cachorros. El macho es el que suele traer el salario a casa y la hembra la que se ocupa del reparto. El estándar de distribución es más o menos este: 10 euros al día para comida son 300 al mes; 100 euros al mes para calentarse y asearse, hacen 400; y otros 100 para gastos extra para la prole, hacen 500. Lo que quiere decir que ahorran 100 para imprevistos. Con lo cual queda claramente demostrado que el Gobierno acierta en su decisión y que todavía hay margen de rebaja.

Congelando así, o reduciendo incluso, el salario mínimo, ganamos en competitividad y, de este modo, las empresas españolas mejorarán resultados, pues sus productos serán más baratos y se venderán mejor en el mercado internacional. Esto siempre fue un punto fuerte de nuestro país: gente trabajadora y austera, reseca y flaca, que con un poco de pan y un mucho de voluntad trabajan de sol a sol para hacer grande a España.

Muy bien, Mariano. Muy bien. Ya lo decía un sabio que yo conocía: "Al currante y al gorrión, escopeta y perdigón".

¡Viva el Gobierno de la nación! ¡Qué cojones!


23 diciembre, 2013

Aborto: Gallardón, Iglesia y pro vida

La ley del aborto Gallardón irrumpe en la sociedad poco después de la ley de vagos y maleantes del PP. Ambos proyectos, que eso son de momento, nos retrotraen a años negros en que si te manifestabas o te expresabas en la vía pública se te podía caer el pelo, o que si te daba por abortar, por la razón que fuera, quedabas estigmatizada y, con toda probabilidad fichada por aplicación del código penal. ¿Cuál puede ser el siguiente paso? Tal vez oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar o comulgar por Pascua Florida. Cualquier cosa.

Interrumpir el embarazo, sea por el medio que sea, se hizo en todas las partes del mundo a lo largo de la historia. No hay dios ni ley ni religión que impida que una madre que no quiere tener un hijo no intente expulsarlo de sus entrañas lo antes posible. No lo quiere. Es una reacción animal, irracional, de rechazo. Da igual prohibirlo. Sea a patadas en el vientre, o con perejil, o con un cuchillo de cocina oxidado la hembra va a eliminarlo, ya que, desgraciadamente, nuestra especie no puede reabsorber los fetos recién engendrados cuando las condiciones son adversas.

Tengo la impresión de que incluso una reabsorción de fetos sería vista como algo abominable por los grupos pro vida, y naturalmente buscarían prohibirla por ley. La reabsorción sería pecado mortal para la Iglesia y, probablemente sería perseguida por el Ministerio del Interior con cañones de agua al representar un serio riesgo para la seguridad ciudadana. La pena contra algo semejante podría ser encerrarte en una celda durante un mes con una grabación de fondo de las homilías de Rouco Varela.

La Iglesia y los grupos provida cometen una equivocación de base en su argumentación. Parten de la idea de que impedir el aborto significa salvar vidas y se ocupan en poner en todos los medios fotos de fetos para mostrar la crueldad de una sociedad insensible. Sin embargo no manifiestan la misma compasión por la muerte de niños, que ya sienten y padecen, por causa de la pobreza, el hambre o el maltrato. Ni se muestran beligerantes por la muerte de gente en la calle a causa del frío. Gente ya formada, gente adulta, que muere como animales en medio de todos nosotros. Los grupos pro vida no son defensores de la vida, son simplemente antiabortistas por convicción religiosa. Me pregunto si no son vidas los niños de los que los curas abusaban. No veo a estos ultras hipócritas yo por esos pagos protestando.

La regulación del aborto es tan necesaria como la regulación de la eutanasia. Únicamente una sociedad cínica y cargada de prejuicios religiosos destructivos es capaz de cerrar los ojos ante estos problemas. Una legislación seria y equilibrada que regule el aborto es tan necesaria como una norma para la eutanasia. Y eso no significará en ningún caso que aumenten ni las interrupciones de embarazos ni que los hospitales se conviertan en centros de ejecución. Aunque la Iglesia y los pro vida piensen lo contrario. Un hecho incontrovertible es que en 2012 se practicaron menos abortos que nunca, aunque no se hayan atrevido a sacar los datos oficiales todavía. La ley del aborto Gallardón tendrá que demostrar su eficiencia. Veremos.

21 diciembre, 2013

La electricidad: pero qué circo es este

He dejado pasar varios días para no manifestar con demasiada contundencia mi indignación por el asunto de la electricidad y su continua escalada de precios. He querido escribir sobre esto sin la sensación de rabia, impotencia y nausea que me produce el hecho de que millones de hogares no puedan pagar la luz cada mes y tengan que pasar frío por el invierno. Pienso en especial en los niños y en las personas mayores. Cuando las estadísticas aparezcan me darán la razón, seguro: la tasa de mortalidad aumentará y la responsabilidad será de las políticas energéticas, entre otras, de los últimos 15 años. No pagarán por ello, pero los responsables tienen nombre: Aznar, Zapatero, Rajoy.

A finales de los 90 las directivas comunitarias obligaron a hacer cambios en el mercado eléctrico, a liberalizarlo en cierto sentido. Unos países lo hicieron de una manera y otros de otra; y por lo que parece aquí se han hecho las cosas de la mejor manera posible para las empresas, pero a costa de los usuarios domésticos y, en menor medida, de los industriales, aunque en muchos casos el precio de la electricidad sea tan determinante para el coste de producción que pueda llegar a restar algún punto de competitividad, cosa que al final se arreglará con más reducciones salariales. Lo dicho, al límite, pequeño consumidor es el que paga el pato.

La liberalización del sistema trajo una época de buenos precios respecto a nuestro entorno durante unos años. Sin embargo las empresas querían más beneficios y se quejaron de que sus costes de explotación superaban el precio establecido para el Kw, que, además, no podía subir cada año por encima de la tasa de inflación. El gobierno de Aznar en aquel momento respondió que no había problema, que la diferencia se apuntaría a lo que se daba en llamar déficit tarifario y que el estado pagaría en años sucesivos. Y esta es la gran trampa en la que se nos metió, porque los costes se calculaban en base al precio de producir un Kw por el medio más caro (carbón, gas o derivados de petróleo) y no por el precio de un mix en el que las nucleares y las hidroeléctricas pesaban fuertemente y tenían un precio de producción ridículo. Así pues la electricidad empezó a subir. Además la queja iba más allá al argüir que se veían obligadas a comprar los Kw provenientes de renovables a un precio más alto... Qué hatajo de caraduras.

Para darle a todo un empaque de libre mercado se organizo la pantomima de la subasta trimestral de la energía en vigor actualmente. El gobierno da una estimación del consumo para el trimestre siguiente y los productores, que en muchos casos son también los distribuidores y los comercializadores, pujan por el precio, pero no como en la rula; aquí puede pagarse sardina a precio de besugo. El truco está en que el precio de salida no lo establece el estado, sino los operadores mismos que, además conocen el precio a que los demás estarían dispuestos a pagar. Claro, las pujas son una ridiculez y la posibilidad de acuerdos y fraudes es casi total. Es decir que de precio de mercado nada: el precio que conviene las empresas.

Pues bien, esto trajo como consecuencia que entre Aznar frotándose las manos, Zapatero encantado de conocerse y Rajoy diciendo tonterías, como de costumbre, el precio de la luz aumentara cerca de un 100% en los últimos 10 años en un entorno de inflación baja. Me duele sobre todo la postura del gobierno de Zapatero, que asintió a estos manejos neoliberales y que ni pinchó la burbuja inmobiliaria ni cortó de raíz el atraco a los consumidores por parte de las eléctricas. Juro al respetable que estos dos casos de mirar para otro lado de Zapatero me hicieron prometerme a mi mismo que nunca más votaría al PSOE, ni yo ni unos cuantos millones que vieron estas cosas.

Así que ahora tenemos un déficit tarifario de 30.000 millones que es mentira, porque si se recalcula en base al precio real del Kw, casi son las eléctricas quienes nos deben dinero. Estas empresas, por otra parte tienen miles de millones de beneficios con su negocio en España y en el extranjero. No puedo imaginarme entonces que produzcan más caro de lo que venden, porque, en este caso estarían en pérdidas, ¿no? O es que soy imbécil, que también puede suceder.

Bien, pues al final Rajoy se acojonó y decidió anular la subasta porque esta vuelta de tuerca podía terminar en grave conflicto social, pero aún así seguimos pagando el Kw más caro del mundo, salvo algunos países islas (Irlanda, Chipre). Yo siempre había pensado que la libre competencia mejora el precio de las cosas. , pero va a ser que no siempre. Francia no liberalizó el mercado de esta manera. El estado mantiene el control de EDF y nuestros vecinos pagan el Kw más barato de Europa. Eso sí, tienen nucleares, pero ese es otro debate.

Total, que el consumidor paga todo y los expresidentes y exministros engordan sentados en los consejos de administración de las compañías energéticas... ¿Es, o no un robo? Pues va a ser que sí.

17 diciembre, 2013

Protección estatal: gente sin recursos y fútbol

Hoy se plantea una proposición de ley en el Congreso que quiere proteger a las familias sin recursos ante el corte de energía en invierno por falta de pago. La iniciativa parte de Izquierda Plural y, por lo que parece tiene las adhesiones de PSOE, UPyD, y puede que de los nacionalistas. Pero, como no podía ser de otra manera, el PP frenará el asunto. Faltaría más, ante todo proteger a las empresas eléctricas, que son las que mayores beneficios obtienen de Europa. Los pobres, que se jodan. De cualquier modo no son su granero de votos, incluso muchos les votan, así que, lo dicho.

Ya perdí la cuenta de los años que llevamos de crisis, pero me parece recordar que el PSOE gobernó y no pensó en esto, e IU tampoco parece haberlo hecho en todo este tiempo; sí que hubo intentos tímidos, pero no contundentes, como este, que obligará al PP a retratarse ante la sociedad y a decir no a algo que casi entra dentro de la caridad (ellos son cristianos, según dicen) más que de la protección social. Me produce una cierta náusea que IU saque esto ahora. Suena a oportunismo en un momento en que las encuestas le son favorables: no es de recibo, pero bienvenida sea la iniciativa, aunque tardía e interesada.

En el otro lado está el apoyo estatal sin condiciones al fútbol. Estos no importa que no paguen. La deuda con el estado (Hacienda, Seguridad Social, etc...) de los últimos dos años, asciende al parecer a 500 millones de euros, solo para los equipos de primera. También parece que hay deudas con las eléctricas, pero no se les corta el suministro de energía: son clubs de fútbol, no desharrapados de mierda. Desde siempre el fútbol tuvo derecho de pernada con el estado, sea el central, el autonómico o el local. En un país en que se tiende a privatizar todo hay dos tipos de empresa que si la cagan, se socializan las pérdidas: el fútbol y la banca. Pero no se puede socializar entre todas las eléctricas el perdón de la deuda de familias para calentarse por el invierno. Bonita escala de valores.

Sin embargo, Bruselas toma ahora cuenta de que en el fútbol español hay manifiestas irregularidades. Supongo que habrán sido los alemanes, cuyos clubs pagan impuestos religiosamente y no tienen apoyo estatal, quienes protestaron porque con estas ayudas los equipos españoles pueden acceder a los mejores fichajes... Pues a mi me parece bien, no porque sea proalemán, sino porque, como al final si hay pérdidas en el fútbol, se van a socializar, pues prefiero que los Messi, Ronaldos y demás madelmanes se vayan con la música a otra parte.

Lo malo de la Unión Europea es que cuando hace presa en algo no suelta. Algún club se irá al carajo, y yo me alegraré por nuestros bolsillos. Pero el gil del ministro de exteriores dice que el Gobierno los defenderá porque son marca España. Cojonudo, es lo mismo que si el ministro italiano defiende a la Camorra porque es marca Italia. Es la evidencia absoluta de que se puede ser a la vez ministro y memo. En fin, que Bruselas dirá y España, por suerte no podrá hacer nada para resguardar a nuestra mafia de cabecera. A lo mejor, con lo que tengan que devolver los clubes hay para pagar la luz de los pobres.

Veremos.

15 diciembre, 2013

Varios asuntos menores y uno mayor

Esta última semana no escribí en el bolg porque, en realidad todo lo que estaba ocurriendo no me interesaba. La actualidad estaba copada por Mandela, la cosa catalana de la consulta, flecos de lo de Bárcenas y poco más... Asuntos menores. Me interesó un poco lo del juez este que encarceló a Blesa, el de Cajamadrid, que dice que si tira de la manta el sistema no lo soportaría, vamos, que hay corrupción y contubernios por doquier: justicia, política, economía, medios de comunicación. Lo dicho, que no había nada que no fuera ya sabido.

El mundo se volcó para homenajear a Mandela. Bien, de acuerdo, se lo merecía por su inteligencia y su valentía, pero no fue más que una escenificación ridícula con líderes, llenos de valores contrarios a los del homenajeado, a los que les preocupa poco o nada lo de la igualdad de derechos de las personas, las razas, los sexos o las religiones. Lo que quiero decir es que ninguno de los que estaban allí practicaban las recomendaciones de don Nelson respecto a la igualdad de las personas. Yo creo que Mandela abandonó el poder al asomar la cabeza dentro de las élites políticas y económicas y darse cuenta de que no hay más que ratas.

Luego estuvo el aburrimiento de la consulta esa de Cataluña. En fin, pobres catalanes. Parece mentira lo fácil que se puede manipular a una población para que se centre en lo que conviene únicamente a los mandatarios para conservar su pesebre. Cataluña está empobrecida por la gestión de los sucesivos gobiernos de todo signo. Sin embargo, Mas vio ahora la oportunidad, junto con sus socios de ERC, de perpetuarse en el poder mediante la creación de un enemigo común, España. Y el pueblo, atontado como casi siempre, entra al trapo y traga. Lo peor de todo es que nos tratan, a los electores, como si fuéramos borregos, y la verdad es que nos lo merecemos. Bueno, pues, por mi que consulten lo que quieran, pero que no nos aburran, por favor.

Sin embargo, entre tanta mediocridad, si que hubo un asunto que me hizo revolverme en la silla. Se trata de la familia afectada en Sevilla por una intoxicación alimentaria. Ya murieron tres. A esta pobre gente la mató la pobreza y la falta de trabajo. Esta pobre gente murió porque tenía que comer lo que tiraban los otros, porque comían alimentos muchas veces mal conservados. Dicen que caducados, pero la caducidad no importa mucho si hay buena conservación. En los contenedores en que rebuscaban no hay refrigeración, los alimentos se alteran, como se alteran en una casa en la que, a lo mejor, la nevera está apagada por no gastar luz. Esto sí que es penoso, no que se muera alguien con 95 años o que se inflamen de amor patrio un grupo de pancistas en Barcelona.

En nuestro entorno todos hemos visto a gente rebuscando en contenedores o durmiendo a la intemperie, en los cajeros de los bancos o en los huecos abrigados de las fachadas. Igual que todos, esto lo ven quienes gobiernan. Políticos locales autonómicos y nacionales van alguna vez por las calles y estas escenas se muestran ante ellos. Luego van a los plenos y hablas de tonterías y de leyes sin mayor sentido, y si e viernes, rapidito para irse de weekend.

A menudo me pregunto para qué los queremos y rechazo la respuesta para no deprimirme. Pero cuando pasan estas cosas es cuando de verdad me digo que malditos sean por su insensibilidad y su cinismo, que ojalá la vida les depare a ellos y a toda su estirpe lo que a esos que no tienen ni donde ir ni donde dormir ni donde mear o cagar, y que tantas veces comen lo que otros desprecian... Y mueren mientras ellos, los representantes del pueblo, tienen caliente su gordo culo y llena su redonda barriga.

08 diciembre, 2013

Cuando lo chusco es la norma

Las declaraciones de Montoro en los últimos días, o de Wert, o de Rafael Hernando, ya comentadas aquí, dejan entrever una estrategia de recuperación de lo más rancio de las derechas en España: la demagogia fácil y la utilización de un lenguaje vulgar y soez para ganarse el favor de la inculta masa aborregada que los sostiene con sus votos.

Nunca he visto a un ministro de hacienda de un gobierno socialista decir en una entrevista que los mercados no son "gilipollas" o que los dos últimos años fueron duros "de cojones". Tampoco he visto a uno de educación decir que él tira la toalla solo cuando se ducha, y de manera desordenada, como un niño de mamá malcriado, que es en realidad lo que es Wert.

Tampoco es que los gobiernos socialistas se hayan lucido en lo de decir estupideces como acontecimientos planetarios o miembras variadas. No, no se trata de estupideces, sino de emplear un lenguaje chusco y soez. Desde luego que si un ministro, o ministra es tonto de capirote, dirá tonterías, sea socialista o del PP, o de cualquier otra confesión. Por ejemplo, Ana Botella va a ser difícil que diga en su vida nada inteligente sencillamente porque es una persona mediocre subida a un cargo que le viene muy grande por obra y gracia de las listas cerradas y bloqueadas hechas con arbitrariedad.

Los términos empleados por Montoro, o su tono al dirigirse a los periodistas o a los diputados de la oposición, denotan su baja extracción educativa. Montoro, como Wert, no se da cuenta del daño que hace a un electorado que, cada día más, abomina de los políticos. Declaraciones con esa música expulsan del juego político a la gente normal, que solo quiere vivir tranquila en una sociedad que le garantice un mínimo de seguridad y unos pocos derechos. Claro, que, a lo mejor esa es la estrategia: decir cuantas más estupideces mejor y en el peor tono posible para que solo acaben yendo a votar los más imbéciles y talibanes de un lado y otro.

Echamos de menos en política a gente normal, que utilice un lenguaje llano y directo que todo el mundo comprenda y que esté callada cuando no haya nada que decir. Necesitamos que los fines de semana encierren a los voceros de guardia del PP y del PSOE para evitarnos el sufrimiento de oír  52 veces al año bobada tras bobada. Paren esto, por favor.

02 diciembre, 2013

Pobre España: los empresarios

Esta mañana temprano, mientras iba en el coche, escuchaba en la radio. La carretera estaba complicada por el frío y la noticia entró en mi como un estilete en el hígado. ¡Pero cómo se puede ser tan miserable! grité exasperado a mirando al receptor. La verdad es que me sentí como un imbécil al darme cuenta de que estaba hablándole a aquel chisme, pero el lapsus estaba justificado por la gravedad de la noticia. Los trabajadores no indefinidos de una empresa de lavandería de hospitales, antes a cargo de la Comunidad de Madrid, iban a ver rebajado su salario en casi un 50%. Se iban a quedar en el salario mínimo interprofesional. Los indefinidos eran reabsorbidos en otros centros.

Al parecer la nueva empresa concesionaria ponía esa condición para mantener los puestos de trabajo. Cómo se puede ser tan miserable. Cuál es el valor del trabajo de las personas. Hace poco pasaba lo mismo con los empleados de limpieza de Madrid, que estaban en huelga por algo parecido. Pero quiénes se creen que son estos empresarios impresentables e indignos de llamarse así. Cómo se pueden poner delante de personas que tienen ya de por sí un salario bajo y decirles que se lo rebajan casi a la mitad. ¿No estaremos ante casos flagrantes de hacer negocio mediante la explotación pura y dura de las personas? Los trabajadores de la Administración no funcionarios y cuyo servicio se "externaliza" están expuestos a esta suerte de esclavitud encubierta. Ni más ni menos. Y la Administración del PP, liberal ella, dice que el servicio va a costar menos... ¡No te jode!

Está claro que no todos los empresarios son así, lo mismo que no todos los sindicalistas son vagos y comilones, pero lo que acaba quedando en la memoria colectiva es que los empresarios aprovechan la coyuntura para pagar salarios miserables sabiendo que el trabajador cederá ante la amenaza de perder el trabajo. Y de no salir la CEOE con un comunicado respecto a la inmoralidad de estos atropellos, estarán todos en el mismo saco.

Por lo general el empresario medio español (de boina y botijo) piensa que el trabajador debe ser siempre severamente castigado por el mero hecho de ser asalariado. El empresario español medio tiene casi siempre menos mano de obra de la que necesita, la hace trabajar en condiciones infames, la trata como si no fueran personas y, encima, es paternalista. No se da cuenta de que existe un contrato que las dos partes tienen que cumplir y que ambas se deben, sobre todo, respeto.

La mayor parte de la masa laboral española trabaja en la pequeña empresa y aquí está lo mejor y lo peor. Las empresas tecnológicas con personal altamente cualificado de corte moderno y relaciones laborales óptimas (muy pocas), y las empresas con paca necesidad de cualificación: pequeñas industrias de alimentación, limpieza, construcción, servicios básicos... (muchas). Es en estas últimas donde se producen la mayor parte de los abusos: salarios bajos, horas extras pagadas en negro, malos tratos, chantajes y amenazas... Me pregunto dónde están los Sindicatos y la Inspección de trabajo en estos casos.

No pretendo acusar a nadie concreto, pero me permito dudar de la honorabilidad de un colectivo cuya representación pública (CEOE) cuenta con un expresidente en la cárcel por ladrón y estafador y un vicepresidente en ejercicio que pagaba en dinero negro parte del salario de sus trabajadores. De dónde sacaba el dinero negro el tal Arturo. Por qué no se le expulsó de inmediato y actuó la inspección de trabajo. Por qué conserva sus cargos.

Necesitamos a los empresarios, pero no a estos, desde luego... Pobre España.