28 agosto, 2013

Patada en la boca al PP

Lo más importante en política es saber manejar los tiempos y dosificar las palabras. No voy a entrar en lo de las palabras porque sería estúpido por mi parte: los políticos españoles hablan tanto, tan seguido y tan sin orden (Twitter, blogs, facebook, declaraciones de fin de semana, ruedas de prensa,...) que es imposible encontrar alguna declaración brillante por su elegancia o transcendencia. Deberían pensar todos en cerrar sus cuentas de Twitter y estar callados un poco más. El electorado se lo agradecería infinito.

Lo de los tiempos ya es otra cosa. Dicen que Rajoy maneja bien los tiempos. No, no es eso. Rajoy ETERNIZA bien los tiempos y deja morir los problemas de inanición. Lo malo de esto es que los problemas son como los seres vivos, que cuando se mueren no desaparecen, quedan restos y son bastante feos. No encuentro casi ejemplos de buen manejo de tiempos desde los primeros años de democracia. Sin embargo, debo reconocer que me sorprendió Rubalcaba con la publicación de sus declaraciones de la renta.

Rubalcaba esperó pacientemente a que todos en el PP reclamasen sus declaraciones, a que todos emitieran juicios sobre por qué no las publicaba. Sí; esperó a que incautos como Floriano sacasen su lengua a pastar y llenaran su torpe boca con declaraciones grandilocuentes sobre que Rajoy era transparente y que sus declaraciones estaban a la vista de todos. Sí. Rubalcaba esperó y, de repente, ZAS: declaraciones al aire. Los datos de hacienda del jefe de la oposición dejan en ridículo a Rajoy, al PP y a su sistema de retribuciones.

Nunca llegaré a comprender como un partido puede tener tal cantidad de ineptos reunidos en su cúpula. Había llegado a creer que el PSOE de Zapatero se llevaba la palma en la época de Pajín, pero no. El actual PP supera aquello con creces, porque, además de ser absolutamente incompetentes, es que no paran de hablar. Hablan y hablan constantemente. Meten la pata en el fango y en lugar de sacarla y disimular, todavía presionan más.

Este Floriano ahora se deja decir que es una obscenidad hacer comparaciones entre las percepciones de Rajoy y de Rubalcaba. ¿Entonces para que insistió tanto en que salieran a la luz las del líder del PSOE?
Floriano al completo sí que es una obscenidad. Es casi la definición perfecta de obscenidad que un personaje como este pueda llegar a tomar decisiones que afectan a los ciudadanos.

22 agosto, 2013

La ONU y la desesperanza de los pueblos

¿Para qué sirve la ONU? No es una pregunta retórica, me lo intento explicar y, la verdad encuentro pocas respuestas, o ninguna. Le he preguntado a mucha gente y todos me miran raro, como si fuera imbécil. La ONU no sirve para nada, o para muy poco, parecen decirme. Salvo alguna cosa humanitaria en países sin mayor interés, o para amparar bajo una bandera a unos cuantos cascos azules en misiones de paz de cartón piedra.

Conocí una vez en un avión a un funcionario de la ONU. Hizo varios intentos por explicarme en qué consistía su trabajo. Tal vez mi inglés no fuese lo suficientemente bueno, porque no lo llegué a entender muy bien. Eso sí, después de unas cuantas dosis de vino me habló de lo que ganaban los funcionarios del organismo. No recuerdo cuanto, fue hace ya bastantes años, pero si recuerdo que se me pusieron los pelos como escarpias.

La ONU podría servir para mucho, pero no sirve para nada. Cuando hay un conflicto serio, como el de Siria, priman los intereses geoestratégicos de los gigantes. En este caso Rusia y China. Rusia y China se oponen a que los técnicos de Naciones Unidas inspeccionen la zona en la que se sospecha que se usaron armas químicas contra la población. Como se oponen estos dos, pues no se inspecciona. La comunidad no está por encima de sus miembros. Así pues, la ONU no sirve para nada. Es una estupidez gastarse la enorme cantidad de dinero que cuesta.

El ejercito sirio mató a niños indefensos con armas químicas, así de simple. No hacen falta inspectores de la ONU. Rusia y China quieren que ganen los que están, el resto de naciones no sabe muy bien lo que quieren porque la alternativa es incontrolable. Eso se ve sin ser muy listo. Así que, por favor: mandemos la ONU a paseo si no le queremos dar contenido ni la dotamos de autoridad. Fue un buen intento, pero no se quiere. Preferimos tomar un camino en el que en un futuro no muy lejano nos destruiremos unos a otros para mayor gloria del planeta, que se quedará más tranquilo sin nuestra especie.

21 agosto, 2013

Partidos: las juventudes...

Me pregunto cuál es el sentido de Las Juventudes de los partidos (los del PP las llaman Nuevas Generaciones, que es más fino). Por qué esa fijación por modelar la mente, todavía blanda, de los chavales. Por qué ese interés en crear esa especie de monjes ideológicos. ¿Acaso los partidos deben estar formados por personas de mentalidad inquebrantable en lugar de por personas permeables? Parece que sí.

El modelo se me asemeja al empleado por la Iglesia Católica, o por otras confesiones. Novicios, hay que formar novicios para tener un semillero que garantice el futuro. La Iglesia es una empresa que lleva funcionando más de dos mil años y algo sabe de este asunto. Y debería haberlo patentado, porque el modelo del noviciado fue imitado por todo bicho viviente en la política: Juventudes Hitlerianas, Juventudes Comunistas, La Oje, Juventudes Socialistas,... Nuevas Generaciones...

En fin que, mire usted por dónde, un sistema inventado por los grandes enemigos de la libertad de pensamiento sirve como modelo a los paladines de la democracia. Es un contrasentido, ¿no? En lugar de nutrirme de gente valiosa de la sociedad que quiera mejorarla según unos ideales, no, me alimento de una especie de piscifactoría en la que fabrico alevines que no van a preguntar ni a ser críticos, que van a decir amén a todo y que tendrán como ídolo al partido. Estupendo panorama.

Es urgente meterle mano a este problema. La sociedad civil empieza a estar harta de los partidos y de los sindicatos tal como están concebidos. Su metodología y estructura decimonónica confronta con un mundo sin fronteras, sin jerarquías y sin necesidad de intermediarios ideológicos para la difusión de inquietudes ni para la organización social. Los partidos y sindicatos deben seducir a la gente, hacerse interesantes para las personas, atractivos. Su modelo está descatalogado.

Basta ver a los novicios del PP, muchos e ellos acogidos en Nuevas Generaciones por su "entusiasmo patriótico". Quien levanta la mano como un nazi es un nazi, y un tipo así puede, y de hecho lo hace, acabar en una lista electoral y en puestos de responsabilidad. Otro día bucearé en otras juventudes, de las llamadas "radicales" que alimentan a los partidos más a la izquierda, pero hoy no toca.

Los noviciados sobran en todas las organizaciones políticas. Las "juventudes" son fábricas de personas con pensamiento recluso. Sin embargo lo del PP es más grave: los nazis piensan que no todos somos iguales, que se tienen diferentes derechos por raza, sexo o religión; que algunos deben ser exterminados... El PP es dueño de sus actos y deberá responsabilizarse de las consecuencias.

14 agosto, 2013

Lo dura que es la vida del político...

Especialmente si eres del PP en estos momentos. Si te reconocen por la calle, corres el riesgo de ser seriamente increpado. Es tanto el hartazgo de la gente, que los más sensibles se acercan hasta donde saben que vas a estar y te insultan. Esto, desde luego, es algo de mal gusto y supone un juicio previo intolerable. Sin embargo se hace. Ayer la gente que estaba esperando a la puerta de la Audiencia a Cascos y a Arenas no había sido allí enviada por la oposición, sino empujada por su impotencia e indignación. Y les insultó, como hará hoy con Cospedal.

Cuando los ciudadanos que soportan el peso de la crisis en sus bolsillos, o en su inactividad forzosa, ven las informaciones de lo que cobra cualquier cargo del PP por hacer poco, o nada, claro, se cabrean. Los electores pueden comprender que un político cobre un sueldo alto, pero no que entre en una orgía de gratificaciones y compensaciones adicionales, las declare o no. Eso es muy diferente. Es decir, que se puede entender que un ministro, o un diputado gane lo que gana, pero en absoluto se admite que luego se le compense, desde el partido o desde donde sea, por otros conceptos poco o nada claros.

Puedo imaginarme la cara de un asalariado votante del PP, que hay muchos, cuando ve que, según algunas informaciones, una Ana Mato cobro en 2010 la bonita cifra de 107.000 € del partido adicionales a los 51.000 como diputada. O Estaban Gonzalez Pons en 2011 (112.000 + 63.000) o el propio Rajoy en 2011 (200.000 + 49.000). Salarios inmorales con los que cualquiera de esos votantes viviría casi 20 años a su nivel de ingresos de hoy. ¿Consentirán los votantes este agravio? Está claro que, los que no sean manifiestamente tontos, no. No votarán al enemigo, pero se quedarán en su casa cuando sean convocados.

Y luego está la pregunta del millón. ¿De donde provienen las cantidades tan enormes de dinero del PP? Si, como ellos sostienen, todo es legal. ¿Da esto para pagar estos salarios tan disparatados? ¿Puede una organización completamente improductiva sostenerse y pagar como paga a su cúpula con los ingresos que le permite la ley? Mucho me temo que no. Y también mucho me temo que si hasta ahora al PP no se le condenó por financiación ilegal y por cohecho fue porque los jueces sencillamente miraron para otro lado o retorcieron la legalidad para no hacerlo. Basta con sumar ingresos y gastos para saber si hay algo raro. Y si resulta que todo cuadra, entonces mucho peor porque tendríamos una ley de partidos que permite que estos sean organizaciones inmensamente ricas en una sociedad extremadamente pobre.

El Partido Popular tiene un gravísimo problema de credibilidad. Está pidiendo austeridad y sacrificios a la población desde una posición inmoral. Quien demanda ese esfuerzo tiene cada mes enormes ingresos irregulares que le permiten llevar una vida muelle y despreocupada hasta el punto de, como la ministra Mato, no sorprenderse cuando de repente apareció un Jaguar aparcado en su garaje.

12 agosto, 2013

Desprestigio, sociedad civil y abstención

El reconocimiento social es una necesidad que nace en el ser humano una vez tiene satisfechas otras más básicas, que tienen que ver con lo fisiológico, con el cobijo y con la relación interpersonal básica. El reconocimiento social hace aumentar la autoestima porque lleva aparejado el respeto de los demás hacia el individuo. Llegadas a este punto, las personas comienzan a autoreconocerse y a quitarse el maquillaje para mirarse al espejo y verse tal como son. Las personas sensatas en seguida se dan cuenta de que son meros individuos pertenecientes a un grupo y de que es precisamente el bienestar del grupo el que proporciona el propio. Entonces empiezan a trabajar seriamente con esa meta.

El problema de la política en España es que no se tuvo en cuenta esto al diseñar el sistema por el que se accede a la representatividad. En una sociedad, las personas deberían estar representadas por individuos que quieren ser reconocidos y respetados por sus conciudadanos por el hecho de trabajar para mejorar las condiciones de vida del conjunto. El prestigio social es el motor que impulsa a quienes deciden postularse y dedicar su tiempo a la política. O así debería ser, porque está claro que de ninguna manera pasa eso en nuestro país. Aquí se accede a la representatividad por nada; basta con pertenecer a un partido y caerle bien a quien confecciona las listas, que a su vez tiene claro que el objetivo del partido es mantener el poder a cualquier precio, aunque este sea la destrucción de la propia sociedad madre.

Está entonces claro que quien está en política, o quien decide ingresar en un partido político al estilo español, no lo hace por ganar prestigio, lo hace para ganar y participar del poder. El prestigio importa poco. Basta ver que las personas dedicadas a la política son generalmente poco respetadas y poco reconocidas. A los políticos se les ve más como un problema que como algo necesario para que la sociedad avance. Y esto es nada más que por el poco cuidado puesto por las organizaciones en ganarse el reconocimiento de la sociedad. Esto no importa, solo los votos. Grave error.

En el sur de Europa, el área católica, la sociedad civil no es tan potente como en el norte, con otros criterios adquiridos en La Reforma. Sin embargo, los acontecimientos, y el comportamiento de la clase política durante este periodo de crisis, están modificando este antiguo axioma. La sociedad civil en el sur empieza a despertar y a darse cuenta de que necesita menos a los partidos y a los políticos del estilo prevalente y empieza a exigir competencia personal en todos ellos. El arma utilizada, además de la protesta y el desprecio por el modo en que se hace la política, es la abstención.

La sociedad, al darse cuenta de que la participación electoral juega en su contra, deja de ir a votar. Los electores están reconociendo el peligro que tienen determinados individuos cuando tienen el poder y no quieren sentirse responsables. Ni derecha ni izquierda ni centro. Ninguna sensibilidad política ha hecho nada bueno por la sociedad española una vez superada la transición. Los avances obtenidos han sido consecuencia únicamente del afán de ganar votos para obtener o conservar el poder y de la inversión del dinero llegado de Europa en infraestructuras. Pero nada para el futuro. Con todo ese dinero y los periodos de superávit debería haberse transformado el modelo productivo para hacerlo más sólido.

El ejemplo más claro es el de Aznar y Zapatero. Ambos perseveraron en el error de potenciar la construcción a sabiendas de que nos llevaba a un abismo. Por eso la abstención y el desapego ciudadano crecerán y crecerán hasta que, desde los partidos, no se tome el camino de inclinarse ante la sociedad civil y retornar a la senda del prestigio social para quien quiera dedicarse a la política. La política es un espacio para gente seria dentro de organizaciones cuyo objetivo central sea mejorar cada día la sociedad, independientemente de las ideologías. La ideología es un matiz secundario cuando está definido el objetivo central.

09 agosto, 2013

Recuperación económica: va a ser que no

Ni recuperación económica ni reducción de la tasa de paro ni crecimiento sostenido del PIB. Nada de eso va a ocurrir, y si aparentemente ocurre, será falso, como lo fue durante la fiebre del ladrillo. No hay posibilidad de un crecimiento sólido ni de un PIB bien soportado si no hay un crecimiento del sector industrial. Es sencillamente imposible. Y si volvemos a las andadas y nos inventamos algo parecido a la construcción, volveremos a darnos otro batacazo. La producción industrial española lleva casi dos años de caída sostenida.

No hace falta ser un economista avezado, yo no soy ni lo uno ni lo otro, para inferir el sentido de los parámetros económicos si no se potencia la industria. Serán negativos, seguro. Por eso, no entiendo cómo no hay nadie poniendo el grito en el cielo y exigiendo en el parlamento, en los medios de comunicación, en las comparecencias estas de fin de semana que se tomen medidas contundentes para invertir la tendencia de reducción. Los políticos están para eso, o no.

El ministro de Guindos, financiero de reconocido prestigio por su gran trabajo en Lehman Brothers, no parece enterarse de nada. Bueno, y del amigo Soria para qué hablar. Para este parroquiano lo más parecido a una industria es Aldeasa (los que venden chuches y recuerdos en los aeropuertos). Bueno, fue consejero en Initec (pobres) hace unos años. Rajoy es registrador de la propiedad, como él mismo se ocupa de decir demasiado a menudo. Todo lo cual quiere decir que de la industria en España no se ocupa nadie a nivel político. Mal vamos.

El PIB de los países potentes está basado sobre todo en su potencia industrial. Sin embargo en España estamos empeñados en los servicios y en otras bagatelas, que siendo importantes para la creación de empleo, sufren los vaivenes del mayor o menor consumo según vaya la economía general, o lo que es lo mismo, son dependientes de sectores generadores de riqueza, a la vez que de empleo: sector industrial. A que está claro.

Siendo la base de un PIB bien armado, por qué no se potenció siempre. Pues no lo sé. Tal vez porque las áreas industriales: Cataluña, País Vasco y algo Asturias, no fueron nunca bien tratadas desde los centros de poder en Madrid; lo que derivó en el problema político territorial que tenemos ahora. Parece simplista, pero es real. El caso es que la falta de desarrollo industrial hizo de España el país pobre que fue, y que es.

Aznar primero y Zapatero después inventaron y perseveraron en la construcción como relleno, a falta de actividad de la industria. Lógicamente metieron la pata hasta el corvejón. Bien, pues estamos a tiempo de hacer algo. Lo único que nos puede ocurrir es que mejoremos. ¿Por qué entonces, desde la política, no se impulsa a la industria? Esa es una respuesta que no puedo dar, pero tiene algo que ver con la falta de nivel de quienes estuvieron al frente del país desde tiempos inmemoriales.

07 agosto, 2013

Asesores y otros parásitos de confianza

Cada vez que abro los periódicos y veo que un científico pierde su trabajo o que es contratado fuera de España para que continúe sus investigaciones no solo se me produce un profundo malestar, por lo que representa esta pérdida de talento, sino que la indignación y las ganas de morder en el cuello a los imbéciles e irresponsables de tales desmanes se apoderan de mi hasta el límite de la nausea.

La política en un país la hacen quienes se dedican a ella, de eso no hay duda. La duda está en si quienes ocupan los cargos están preparados para ello o no, que creo firmemente que no. No es posible ser competente sin ser crítico, y está claro que el sistema de formación de listas de nuestro modelo electoral, ya lo he dicho más veces, fomenta la llegada a puestos de importancia de acríticos incompetentes.

No hace mucho el CSIC fue objeto de discusión. Miren, "politicos". El CSIC no se puede tocar en lo que se refiere a su labor científica. Quiten todo lo que quieran de allegados que hayan metido ahí, o de dinosaurios con despacho pero sin función, que seguro que también los hay, pero de la investigación, ni se les ocurra tocar un céntimo.

La investigación científica es sagrada. Y el país que no lo entienda así está perdido. Miren, "políticos". Mientras ustedes cobran por no hacer nada, o peor, por hacer mucho y mal, jóvenes con un salario de limosna ocupan su mente en hacer que el mundo vaya hacia adelante. Y ustedes, mentecatos de mierda, recortan salarios, puestos, vidas. Progreso científico en definitiva, avance del país, competitividad futura... Estoy convencido: ustedes son imbéciles.

Yo les voy a decir lo que pueden hacer. ¿Saben cuantos asesores y otros parásitos de confianza hay pululando por todas las administraciones? ¿Saben cuantos puestos cuyo, desempeño debería corresponder a funcionarios, están ocupados por rémoras adheridas a la barriga del estado por ustedes? Cientos de miles seguramente. ¿Saben cuanto dinero representa eso? Pues entonces qué coño están haciendo, mamarrachos.

Con el dinero tirado en dar ocupación a tanto parásito inútil podríamos estar pagando dignamente a todos los jóvenes a los que se les cortaron las alas científicas. Pero no, ustedes no van a hacer nada de eso; ustedes son sencillamente estúpidos y no llegan a entenderlo, malditos borregos. ¿Es que no se les cae la cara de vergüenza cuando oyen que un joven científico, sin trabajo aquí, retoma sus investigaciones con un contrato en Harvard, por ejemplo? No, claro que no. El sistema de listas a dedo fomenta lealtades pero también desvergüenza.

06 agosto, 2013

Distracciones

En agosto se para hasta la crisis, o más que pararse, no se mira. Por eso se deslizan sin que casi se note sesudos análisis del FMI y peregrinas soluciones. Y la sociedad, la población más en concreto, parece como dormida. FMI son las siglas de Fondo Monetario Internacional, como podrían serlo de Fenómenos de Mente Inútil, o de Filibusteros Mamarrachos Infames. Lo mismo da, el FMI es uno de esos inventos internacionales del que chupan unos cuantos miles de superfuncionarios y en el que acaban competentísimos personajes como presidentes: Rato es un ejemplo palmario.

El FMI es el único organismo con la incompetencia suficiente para decir sobre un país, España, por ejemplo, que debe reducir su gasto público, o se va al pozo, y que sin políticas de reactivación económica la crisis será más crisis. Lo que ya no explican los genios del FMI es cómo se gasta menos y a la vez se hacen políticas de reactivación económica, eso ya queda para los gobiernos del país en cuestión, por ejemplo de España. Claro, Montoro y Guindos, a guindas.

Pero somos felices. Nuestro escándalo preferido es el de un hijo de... un pederasta, quiero decir, convicto y confeso que soltó Marruecos por error o por lo que fuera. La foto de este tipo estaba en todos los periódicos y la noticia eran las manifestaciones en Marruecos. Aunque, bien mirado, esto si es noticia, porque para manifestarse en Marruecos hace falta tenerlos bien puestos, porque para el "hermano" de Juan Carlos, la gente es chusma y como tal hay que tratarla. Bien escoge los amigos el rey de los elefantes.

La otra distracción es Gibraltar. Cuando no hay nada que decir siempre tenemos a Gibraltar. Casi nadie sabe por que Gibraltar es lo que es, pero la sangre española, el ardor guerrero sale arriba cada vez que se pronuncia ese nombre. "Qué están tirando esos cabrones bloques de hormigón al mar"... Me cago en su... Nadie sabe qué ni cuánto pescan los barquillos artesanales, pero casi estoy seguro de que un arrecife de hormigón va a venir hasta bien para ellos con el tiempo. "Pero, quiénes son esos mal nacidos para tirar bloques ahí. Lo hacen para jodernos...".

En fin, que el FMI dice que hay que bajar los salarios un 10% y que hay que intervenir a las autonomías que no cumplan con el déficit. El FMI, creo recordar, es ese organismo cuyas recomendaciones tuvieron a América del Sur en la pobreza más extrema durante casi 50 años, hasta que dejaron de hacerle caso. Dios mío, y yo que creía que solo era en España donde había chupones y lameculos.

02 agosto, 2013

Rajoy no mintió... Faltaría más

Un tipo de derechas de toda la vida y registrador de la propiedad en Santa Pola no miente. No tiene necesidad porque no está en la política para enriquecerse. O es que nadie se da cuenta de la cantidad de dinero que habría ganado en los últimos años registrando propiedades en la localidad Alicantina. Una pasta, no esas limosnas que dicen "algunos" que se le entregaban en sobres. Rajoy es un tipo honorable, solo que tiene un concepto parcial del honor. Claro, así le va.

Rajoy no mintió, pero yo no le creí porque, en realidad no centró el debate en lo que debía. Lo que quiero decir se verá mejor con un ejemplo. Hace ya demasiados años, cada mes en el Instituto te daban una cartulina beige doblada como un tríptico con las notas para que tu padre, o tutor, estampara la firma y para que con aquella prueba, si había lugar, te estampara a ti. Mi padre esperaba ansioso la llegada de la jodida cartulina, a ver si alguna vez no había suspensos. Eran tantas las ganas, que como una semana antes del día D me preguntaba: "¿Qué, vas a aprobar este mes?" "Sí", decía yo... Luego llegaban 3 ó 4 suspensas. Pero yo no mentía, yo decía la verdad. Él me había preguntado si aprobaba y yo alguna sí que aprobaba.

Claro, él no opinaba de la misma manera y el bofetón era monumental, como lo será el que al final se lleve Rajoy por decir la verdad. A veces, en política, decir la verdad es un problema porque esa verdad oculta varias grandes mentiras: financiación ilegal, cobro de mordidas, realización de obras faraónicas sin sentido con dinero público, dinero negro, etc..

Rajoy dijo la verdad, pero no contestó a las preguntas, 20 preguntas, de una muy centrada ayer, Rosa Díez. No contestó porque hubiera tenido que mentir o reconocer que él y la cúpula del partido eran, son, imbéciles. De todos modos, como siempre se habla demasiado, se dejó decir que el partido no se había financiado ilegalmente: "ustedes sí, y lo dijeron los tribunales" se dejó decir a Rubalcaba. No sé para qué lo dijo, todo el mundo sabe quién es el PSOE: Filesa, ERE, y algunas cosas más; pero lo dijo y mintió, se siente fuerte porque de momento no se demostró que el PP sea igual. Tiempo al tiempo Mariano, tiempo al tiempo.

En fin que de una comparecencia de cartón piedra que no aclaró nada, el resumen es pobre: Rajoy se equivocó al confiar en Bárcenas, Rubalcaba, definitivamente, no da la talla, IU y UPyD se sienten fuertes y fueron contundentes, y el PP se impulsó con fuerza en las arenas movedizas de su gran montaje, o sea, se hundió hasta el cuello. Ahora que ya hablaron será el tiempo de Bárcenas y de la prensa sensacionalista. ¿Cuanto tardarán el tesorero y El Mundo en sacar algo jugoso? Veremos...

¡Ay! Mariano, como aparezca el recibí, te vas a caer con todo el equipo, y entonces esta España que lleváis en vuestra babosa boca si que va a tener un problema con los mercados.