09 junio, 2012

Pido humildemente perdón

No sé si solo en nombre mío o en el de los millones de ciudadanos de mi país, España. Pido humildemente perdón por no haber sabido elegir a los gobernantes, por el poco nivel de todos ellos y por su absoluta falta de seriedad en el ejercicio de sus funciones. Todos ellos, mediante su incompetencia durante los últimos quince años, han abocado a España al desastre.

El nefasto Aznar qué entre finales de los noventa y la entrada en el euro nos dotó de actividad falsa y sin base; el cándido Zapatero que no quiso ver la realidad de una economía mal cimentada; el estúpido Rajoy que se aprovechó de la crisis para desgastar a Zapatero y tomar el poder para llevarnos en unos pocos meses de gestión kafkiana a la vergüenza colectiva de un rescate.

Por qué tenemos los españoles que bajar la cabeza ante el resto de Europa y del mundo por causa de nuestros gobernantes. Por qué no salen todos en los medios pidiendo perdón y entregando sus cargos a los ciudadanos. Por qué tantos millones de electores tienen que sentirse como imbéciles por haber prestado su sufragio desde hace tanto tiempo a toda esta pandilla para que gestionaran tan a la ligera el estado central, las comunidades y los ayuntamientos. ¿Es que ni libertad de voto podemos tener en España por falta de personas honradas en política? Pues, aunque me niegue a reconocerlo, lo parece.

¿Para qué luchó mi generación para tener una democracia? ¿Para que una vez plenamente instaurada un grupo de presión (partidos y sindicatos) formasen una mafia impenetrable cuyo objetivo era, y es, la perpetuación en el poder a cualquier precio? Para qué tragamos bilis y escupimos sangre en los setenta. ¿Para que los listos se hicieran con el poder y lo sobaran en una bacanal interminable?

Pues esto que tenemos ahora es la consecuencia de lo hecho por la clase dirigente española durante muchos, muchos años, tras la etapa inicial de generosidad. Esto es lo que queda de España: un país con la cabeza agachada.

Me pregunto si no sería mejor una intervención total, una pérdida total de soberanía. Qué unos cuantos miles de técnicos venidos de Bruselas manejen nuestro sistema económico y político mientras los españoles trabajamos como podemos y liquidamos las deudas contraídas por la desastrosa gestión política pasada. España, provincia de la UE.

Ya hace años que dejé de votar por el asco que me produce la corrupción y el inmovilismo sistémico de los partidos incapaces de articular leyes justas que permitan una elección más certera de representantes y buena gobernanza económica. Por la aversión que siento al saber que al poner un papel lleno de nombres en una urna estoy legitimando el robo y la irresponsabilidad. Puede que mi acción no sirva para nada y también puede que esté equivocado, pero es lo que siento.

En fin, pobre España. Perdón, perdón otra vez. Perdón en nombre de los ciudadanos normales de mi país.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay que pedir perdon sino responsabilidades. Si el poder Judicial no estuviera en manos de los politicos, mas de uno estaria penando carcel. Asi es la unica manera de que miran con lupa en lo que se gastase el diner publico. Nuestra generacion hizo lo que pudo: sobrevivir a una dictadura; creer en una democracia futura como forma de convivir en paz todos nosotros; hacerla nacer; hacerla existir del mejor modo posible,y dejarla andar con normas que nos parecieron suficientes para no desencaminarnos del objetivo principal: la libertad, la equidad y el bienestar de todos los ciudadanos. Que depues se hicieran con ella personajes que la desacreditaron, no ha sido culpa nuestra, sino de los partidos politicos y su falta de democracia interna. No se culpe; no pida perdon; Vd. al igual que muchos -entre los que me encuentro-no hicimos mas que creer en que las bondades del sistema serian suficientes para que las maldades del mismo no pudiesen hacerlo fracasar. Craso error. (no puedo escribir con tildes).A. SI