01 mayo, 2014

Andalucía empieza a ser un problema

Incluso para los propios andaluces, Andalucía, la Comunidad Autónoma de Andalucía, es un problema de dimensiones colosales. Los mandatarios andaluces han hecho del territorio un cortijo en el sentido más insultante de la palabra y se han dedicado a ordeñar al Estado absorbiendo inversiones, fondos para empleo, para formación, para transformación social e industrial..., fondos para todo que no han producido ningún resultado, salvo para ellos mismos.

Siempre resultó difícil de entender aquello del PER, pero, si se lo metían a uno con calzador y se hacía un esfuerzo, se podía admitir el argumento de que sirviera, en cierto modo, para fijar la población agrícola y que campo andaluz no quedase baldío por falta de mano de obra. Insisto que es un argumento débil y difícilmente aceptable, pero al menos es un argumento. Sin embargo, cualquier argumento queda invalidado para explicar la gestión de los fondos destinados al desarrollo del tejido industrial y a la formación de trabajadores que dieron lugar a escándalos mayúsculos de políticos y sindicalistas metidos hasta las cejas.

No voy a entrar en lo vergonzoso que resulta para un ciudadano decir que vive en un país donde los partidos y los sindicatos juegan con el dinero destinado a mejorar la sociedad sin responder por ello. Uno ya se apuesto colorado tantas veces por estas cosas que ya está acostumbrado. Es como si tuviera una piedra en el zapato: llega un momento en que la soportas estoicamente y sigues caminando. Pero, en Andalucía el asunto toma dimensiones difícilmente soportables por cualquier persona en sus cabales.

Lo que alguien como yo, ajeno a Andalucía, no termina de entender es por qué un territorio que recibió cientos de miles de millones de euros en los últimos tres decenios en forma de cosas como infraestructuras, ayudas sociales, fondos de formación de los trabajadores, desarrollo industrial y económico, y no sé cuantas cosas más, tiene el índice de paro más alto de España. Y no solo eso. La tasa de paro en menores de 25 años es del 63% y en mayores de 55 años del 30%. ¿Es que todo ese dinero no ha servido para nada?

Si hoy se celebrasen elecciones, el PSOE ganaría otra vez. Pero hay un pequeño detalle: un 45% del electorado no participaría. Lo que indica este dato es que los andaluces tampoco ven que se les arreglen las cosas cambiando de montura (votando al PP). Los andaluces simplemente están hasta el gorro de sus mandatarios y lo único que quieren es ser bien gobernados. Por eso se van a la abstención, por algo tan sencillo como que, con las actuales leyes, no pueden escoger a sus líderes, solo al partido, y esto no les gusta, están escaldados. Siempre pierden.

3 comentarios:

Bond dijo...

Cortijo, palabra que has dicho y que describe perfectamente la situación.

Anónimo dijo...


Para mí, la palabra que mejor define la situación de Andalucía y de España, en general, es la de CORRUPCIÓN, para vergüenza de todos los que pagamos nuestros impuestos y que nos gustaría vivir en una nación con más dignidad. Saludos, Luis

Anónimo dijo...

¿Tendrán los andaluces como normal el tener señoritos de cortijo en forma de políticastros? Quizá si. A. Sierra