24 octubre, 2021

Estoy pensando en abandonar Facebook

 A PARTIR DE las íltimas noticias conocidas sobre esta red social me puse a pensar sobre la conveniencia de seguir en ella o abandonarla por simples principios.

He usado facebook durante años para difundir mi pensamiento sobre asuntos muy variados. Consideré oportuno tener una fuerte presencia durante el confinamiento por la covid-19, pues creía conveniente interpretar datos epidemiológicos y, en la medida de lo posible, explicar en términos simples lo que podían suponer. En cierto modo solo trasladaba que había que tener cuidado y que había que escuchar más a los científicos que a los políticos a la hora de tomar decisiones sobre la protección propia.

También he usado facebook como medio para dar más notoriedad a lo que escribía, pues llegaba a muchas más personas que este blog, que a pesar de contar con unas mil visitas mensuales, no era nada comparable a lo que podía alcanzar en Facebook. Una entrada llegó a ser compartida más de cien veces. Esta difusión es inalcanzable en el formato de blog, a no ser que lo cuaegues de Facebook, como muchas veces hice. Pero, claro, era mucho más cómodo escribir directamente en la red social.

Sin embargo, me fui hartando del debate, de hecho cada día intervengo menos porque las discusiones son inmanejables. Incluso llegué a aplicar "censura", tras avisar al emisor, cuando los comentarios no se ajustaban al sentido de la entrada. Facebook es un mal lugar para debatir. Siempre alguien se desvía y el hilo termina por extinguirse sin haber tenido un análisis enriquecedor por parte de las personas que intervenían.

Pero no son estas cosas únicamente las que me hacen tomarme Facebook con fuertes reservas. Mi problema real es que Facebook conoce que es dañino, de hecho Instagram lo es para la autoestima de las chicas jóvenes, y Facebook no hace nada por remediarlo, como no hace nada por evitar la violencia verbal o ideológica. Los nazis, los fascistas, los fundamentlistas religiosos, antivacunas, terraplanistas y toda suerte de extravagancias ideológicas son toleradas y mantenidas. Eso sí, si dices teta, o coño o polla, estás señalado y probablemente seas advertido de tu "pecado".

Creo que, verdaderamente, las redes son un buen invento. Whatsapp me parece fantástico si se usara bien. Pero es que, como yo debo de ser raro, me repugna que sea sobre todo un sitio de cotilleo y de difusión de videos, muchas veces estúpidos y oras muchas dañinos. Es en esta red onde se producen en su mayoría los casos de pronoamenaza a chicas que imprudentemente enviaron a alguien una foto sugerente.

Puede que sea mi ánimo tras conocer el comportamiento de Facebook. Pero, o hay una regulación seria y rígida sobre las redes sociales, o la sociedad se va al garete. Demasiada gente se traga todos los días demasiadas noticias falsas interesadas que cambian el sentido de sus ideas e influyen en sus decisiones, o en su voto. No hay otra explicasión a la expansión de las ideologías de extrema derecha o de negacionistas ultraconservadores. Si las redes son usadas para esto y sus sistemas de regulación lo admiten, entonces las redes sociales son dañinas para la propia sociedad.

Por estas razones tengo muchas dudas sobre si debo dejar de publicar en Facebook. No eliminaré mi cuenta porque forma parte de mi historia personal y porque, en realidad, me importa un bledo que se tenga información sobre mi, además tampoco es tanta. Además considero una lucha perdida esto de la privacidad. Desde el momento que internet se convirtió en algo más que correo electrónico y aparecieron los moteres de búsqueda ya no hay nada privado.

2 comentarios:

Ángel M. Felicísimo dijo...

Dado que Facebook es lo que es, la mejor forma de contrarrestar sus partes negativas es usarlo llevando la contraria, poniendo temas elaborados y pensados, aprovechando la difusión que, innegablemente, FB proporciona. En resumen, aportando un poco de luz a la oscuridad general. El que haya mucha gente que no sepa debatir es precisamente uno de los problemas que se combate desde un uso inteligente de la herramienta.

Jesús Arribas dijo...

Es posible. Sin embargo, tengo dudas. Se me ocurre que participar de un sistema desordenado para, desde dentro, tratar de ordenarlo es trabajo si recompensa, puesto que la entropía del propio sistema tira de él hacia un estado de más entropía. Probablemente no abandonaré del todo, pero limitaré mucho mi actividad, cada día me provoca más desazón abrir FB y ver la sarta de deposiciones de gran parte del personal... Y no sigo que me pierdo.