15 marzo, 2012

Fútbol y deuda

Que en una sociedad como la española se vean con buenos ojos las cifras, fuera de toda racionalidad, que se mueven en el fútbol, dice mucho del tipo de sociedad de la que estamos hablando. Una sociedad rara. Sí, rara, esa es la palabra adecuada. España es una sociedad rara.

A cualquiera por la calle le oyes hablar de la hermosura del juego del Barcelona o de la eficiencia del Madrid. Cualquier ciudad se siente orgullosa de tener un equipo en primera división, o en segunda o en tercera, depende de sus aspiraciones. Todos nos sentimos orgullosos de tener una selección campeona del mundo. Faltaría más.

Sin embargo, nadie se pregunta si los equipos (las empresas) están o no saneados, o si este país puede permitirse una liga profesional del nivel de la que tiene. A nadie le preocupa lo que deben los clubs de fútbol a hacienda o a la seguridad social. Nadie se da cuenta de que si se impidiera jugar el domingo a quienes no estén al día con sus pagos al estado, apenas unos pocos partidos podrían celebrarse.

Si cualquiera de nosotros, los ciudadanos de a pie, o cualquier pequeña empresa, no está al día en sus obligaciones de pago a algo tan serio como hacienda o la seguridad social, tendríamos un problema serio, seríamos multados y si llega el caso procesados. No entiendo que tienen los clubes de fútbol para ser inmunes a estas acciones legales.

En el fútbol anidan desde empresarios que diversifican su capital, hasta mafiosos, pasando por constructores grandes y pequeños, macarras, unos cuantos gamberros y algunos, pocos, amantes de ese deporte, que son gente honrada y trabajadora.

Hace nada, se dijo a España en Bruselas que debía reducir el déficit en otros 5.000 millones. Lo cual estaría resuelto si mañana los clubes de fútbol pagasen lo que deben al estado. Este dinero tiene que ser exigido de inmediato, y si no lo hay tendrá que dejar de haber competición. Pero ya está bien de cachondeo y de inmunidad.

Quienes pagamos nuestros impuestos estamos ya hasta el gorro de mantener a parásitos. Que paguen ya, o si no que vayan a la cárcel, que es lo que procede en estos casos. ¿Vería bien esta sociedad rara que se apretaran las clavijas a los clubes, aún a riesgo de que desaparecieran? No lo sé, pero, a riesgo de ser raro, yo no solo lo vería bien, sino que lo deseo fervientemente. A ver si nos espabilamos de una vez.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Va a ser que no. Está en tu criterio toda la razón, pero el mundo de fútbol además de mucho negocio, pertenece al área de las pasiones y del corazón. Y esa es una razón superior. jmvioleta

Anónimo dijo...

Pasion? Natural o artificial? Espontanea o impuesta? Exotermica o endotermica? No es distinto el (sin)sentido comun politico o futbolistico en tanto en cuanto sus bases son iguales, unos pagan y otros, elegidos, malgastan o se aprovechan.
bueno, escribo esto camino de san mames :-). enrique

Anónimo dijo...

Lo que pasa es facil, mañana llega un politico con dos dedos de frente y cierra cuatro clubs... al dia siguiente lo vota rita, y seamos sinceros, los politicos no son altruistas ni estan por vocacion, buscan que les vuelvas a votar para que puedan ocupar su cargo los 6 años necesarios para poder cotizar su pension maxima vitalicia jajajaj, si ... este pais esta lleno de retrasados que piensan que es mejor para todos ver el futbol los domingos que por ejemplo no tener que pagar el medico o el colegio... esto se llama crisis de conciencia y hasta que todo el mundo no tenga claro cuales son las prioridades de un pais y saquen la cabeza del culo todo seguira su curso, tal y como esta planeado por las "elites" (ricos) del pais que se enriquecen a nuestra costa