17 marzo, 2012

Reparto de cargos

Cada vez que hay un cambio de gobierno, igual da que sea a nivel estatal, que regional o que local, siempre se produce el mismo circo: el reparto arbitrario de cargos.

Esta vez es al máximo nivel, pues ha cambiado el gobierno del estado. Por eso, los cargos repartidos son más codiciados. Y por eso mismo, las críticas recibidas son acorde con la importancia del asunto. Se reparten sillas en los consejos de administración de empresas participadas por el estado, o puestos de gestión en organizaciones y entes gubernamentales diversos. Todos más que bien pagados, claro.

Siempre sostuve que la derecha gobierna con más desparpajo que la izquierda. Le importa menos adoptar medidas impopulares y también le importa menos la opinión pública una vez obtenido el poder. A partir de ese momento, van a lo suyo. La izquierda también va a lo suyo, faltaría más, pero es algo más pudorosa en algunos aspectos.

El reparto de cargos corrobora m teoría. A la derecha no le da vergüenza colocar a la familia; la izquierda no llega a tanto, coloca a amigos y conocidos. Claro que desde un punto de vista práctico siempre se controla mejor a un marido, a un cuñado o a un hijo que a un amiguete.

Nunca pude entender por qué se hace esto. Este mercadeo produce sonrojo. Tendría sentido que se colocara a personas con alto nivel competencial en los puestos en cuestión que garantizaran un buen desempeño: altos funcionarios, profesionales cualificados, etc... Pero es que no es así, ni lo es ahora, ni lo fue nunca. Los puestos ocupados ahora por familiares incompetentes, estaban antes ocupados por amigos incapaces.

Parece mentira, que con la crisis que dicen que estamos pasando, aún quede dinero para mantener, y de qué manera, a tal cantidad de parásito.

 El próximo día 25 hay elecciones en Andalucía y Asturias. Y la gente va a ir a votar... Increíble, de verdad. Yo lo siento pero no puedo. Me niego a fomentar con mi participación esta orgía de necios revolcándose entre excrementos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Modérese hombre que le va a dar un infarto. No le falta razón en nada de lo que dice, pero con la frase con la que termina su comentario: "esta orgía de necios revolcándose entre excrementos", no parece Vd. indignado sino más bien cabreadísimo. Y, repito, aunque no le falte razón en todo lo expuesto en su post, debe ser más moderado en la manera de sentir los acontecimientos que tanto le indignan con el fin de preservar una buena salud coronaria, ya que si no puede que nos quedemos sin los comentarios tan atinados que Vd. vierte regularmente en su blog.
Alberto G. Sierra.