10 julio, 2013

CSIC

Si el dinero no lo remedia, y no tiene pinta, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas desaparecerá. Unos 100 millones de € tienen la culpa. No hay 100 millones para la investigación científica en un país en el que se toleran deudas al fútbol para pasión de borregos, en el que se reflotan entidades bancarias cuyo único destino es la quiebra, o en el que la gente pone una cruz en su declaración para que los curas puedan seguir viviendo como lo que son.

No hay dinero para la investigación. Para qué. No importa que desaparezca el CSIC. Total qué mierda hacen. A qué coño van a la Antártida. En qué trabajan en esos laboratorios.Qué aportan, si ya está todo inventado... Qué inventen ellos, decía Unamuno, nuestro don es literario. Y una mierda. Nuestro don es la mediocridad más absoluta de quiénes están en política, que nunca se enteraron de hacia dónde iba el mundo y hacia dónde dirigir a España.

Como pueden ser tan insensatos Guindos, Wert, Montoro, Rajoy y toda esta banda de majaderos. Hablamos de 100 millones. Hablamos de mantener el CSIC. Hablamos de mantener un mínimo prestigio internacional. Hablamos de no pasar a formar parte del tercer mundo en ciencia. Es tal la ignorancia, es tal el daño producido en nuestra sociedad por siglos de ver cómo las cosas de la ciencia sucedían a nuestro alrededor, que cuando algo pasa en nuestro entorno cercano nos decimos: pero para qué, si ya lo inventan fuera... Y nos quedamos tan anchos.

Esta es alguna de las razones por las que me da vergüenza decir que soy español, el trato a la ciencia. No importa que España hubiera parido a los Cajal u Ochoa, ambos premios Nobel. No importa la valía y prestigio internacional de nuestros talentos investigadores. Solo importa el presupuesto. La mierda de presupuesto que tiene el CSIC se ve en este gráfico.


El Consejo Superior de Investigaciones Científicas cuesta 700 millones al año. Pero el CSIC genera ingresos en forma de patentes y avances científicos. Claro no son ingresos financieros, que es de lo que saben los inútiles de los políticos. Cómo se puede ser tan cabestro. Dios mío, qué pena de país, qué vergüenza de país. Se acaba asumir un crédito de 40.000 millones para la banca, que pagaremos todos. ¿Tendrán la osadía de dejar desaparecer el CSIC?

Tenía razón aquel amigo químico que me explicaba la diferencia entre una disolución y una solución: Una disolución, decía, sería hacer desaparecer un político en un disolvente adecuado; una solución, añadía muy serio, sería hacer desaparecer a todos.
 

2 comentarios:

Bond dijo...

No hay nada pero ni más osado que la ignorancia. Burros de solemnidad

Anónimo dijo...

Nuestros mediocres políticos precisan de la ignorancia para seguir en sus poltronas. ¿Qué les importa el futuro de España? Nada. A. Sierra