08 diciembre, 2013

Cuando lo chusco es la norma

Las declaraciones de Montoro en los últimos días, o de Wert, o de Rafael Hernando, ya comentadas aquí, dejan entrever una estrategia de recuperación de lo más rancio de las derechas en España: la demagogia fácil y la utilización de un lenguaje vulgar y soez para ganarse el favor de la inculta masa aborregada que los sostiene con sus votos.

Nunca he visto a un ministro de hacienda de un gobierno socialista decir en una entrevista que los mercados no son "gilipollas" o que los dos últimos años fueron duros "de cojones". Tampoco he visto a uno de educación decir que él tira la toalla solo cuando se ducha, y de manera desordenada, como un niño de mamá malcriado, que es en realidad lo que es Wert.

Tampoco es que los gobiernos socialistas se hayan lucido en lo de decir estupideces como acontecimientos planetarios o miembras variadas. No, no se trata de estupideces, sino de emplear un lenguaje chusco y soez. Desde luego que si un ministro, o ministra es tonto de capirote, dirá tonterías, sea socialista o del PP, o de cualquier otra confesión. Por ejemplo, Ana Botella va a ser difícil que diga en su vida nada inteligente sencillamente porque es una persona mediocre subida a un cargo que le viene muy grande por obra y gracia de las listas cerradas y bloqueadas hechas con arbitrariedad.

Los términos empleados por Montoro, o su tono al dirigirse a los periodistas o a los diputados de la oposición, denotan su baja extracción educativa. Montoro, como Wert, no se da cuenta del daño que hace a un electorado que, cada día más, abomina de los políticos. Declaraciones con esa música expulsan del juego político a la gente normal, que solo quiere vivir tranquila en una sociedad que le garantice un mínimo de seguridad y unos pocos derechos. Claro, que, a lo mejor esa es la estrategia: decir cuantas más estupideces mejor y en el peor tono posible para que solo acaben yendo a votar los más imbéciles y talibanes de un lado y otro.

Echamos de menos en política a gente normal, que utilice un lenguaje llano y directo que todo el mundo comprenda y que esté callada cuando no haya nada que decir. Necesitamos que los fines de semana encierren a los voceros de guardia del PP y del PSOE para evitarnos el sufrimiento de oír  52 veces al año bobada tras bobada. Paren esto, por favor.

2 comentarios:

Bond dijo...

Chulería de un ignorante absoluto, aunque tenga dos carreras universitarias

Anónimo dijo...


Pero qué otra cosa esperar?
Mediocridades para un país de mediocres. Ojalá esto sirva para movernos a votar otras opciones políticas cuando toque, porque sino, en vez de elecciones, acabarán poniéndonos partidos de futbol. Eso si que mueve España.
Saludos y salud mental.