05 noviembre, 2015

Albert Rivera, escucha... Franco es injustificable

Si se quiere ocupar el poder, en determinados asuntos sensibles, hay que tener una posición previa clara. De no ser así nadie te respeta. A Rajoy, por ejemplo no se le respeta porque es indefinido, porque su posición ante lo esencial no es clara y porque en lugar de afrontar los problemas, los elude hasta que ya no queda más remedio. Por eso no le respetan ni en su partido. Tampoco se respeta a Pedro Sánchez por lo mismo, ponerse de perfil ante algo que hay que afrontar: el «affaire» de los ERE. Los políticos fuertes tienen que tomar posiciones fuertes y llevar a su partido a hacer lo mismo.

Por eso fue una mala decisión de Ciudadanos de abstenerse en una votación para la retirada de la medalla de oro de la ciudad que un ayuntamiento había otorgado a Franco. La dictadura franquista es uno de esos asuntos sensibles en los que los partidos en España no pueden ser neutros. Se diga lo que se diga, lo del franquismo es algo simple: o se le condena, y se es demócrata y normal, o se mira para otro lado alegando estupideces, en cuyo caso se participa de la democracia, pero no se es necesariamente demócrata (esto se llama instrumentalizar un sistema).


Verás, Albert. Por si no lo sabías, te lo voy a decir yo. Franco fue solo un golpista y un dictador que causó un enorme daño provocando una guerra, que ganó, y tras la que millones de personas sufrieron una más, o menos, brutal represión. Así de simple. Por eso, en las cosas del franquismo no puede uno ponerse de perfil, como hicieron tus concejales. Y mucho menos tú. Tú no puedes justificar este grueso error aludiendo a que, no es bueno abrir un debate sobre la «memoria histórica».

El problema de Ciudadanos, Albert, es que está plagado de gente muy de derechas que actúan como submarinos del PP, que es en realidad a quien quieren, que se apuntaron corriendo para coger sitio. Gente que solo está en Ciudadanos porque en al PP no pudieron, o no tuvieron oportunidad de hacer carrera, y que, en realidad, son elementos del más rancio nacional catolicismo. Gente que en ese ayuntamiento no votó con el PP para no retratarse ante la dirección de su propio partido. Gente cobarde, que se escondió en una abstención para mantener su estatus.

Cuidado con estas cosas, Albert, porque mucha gente que te votaría por lo interesante de tus propuestas y por los mensajes claros que mandas, se va a inhibir. En política, además de propuestas y planes, hay que tomar posiciones. Ciudadanos es un partido con posibilidades y pretende luchar por el poder en España. Pues en España es necesario tener una posición clara con el franquismo. Tú, como Albert Rivera, ya te manifestaste claramente contra él. Pero tus concejales se abstienen y tienes que hacer mil piruetas para justificarlos.

Permíteme un consejo, pequeño saltamontes. Extirpa este furúnculo que tienes en tu surco interglúteo antes de que te afecte de verdad. Expulsa del partido a todo aquel que no sea un verdadero demócrata. Y pon orden en esto de Franco, porque te van a atacar por ahí, ahora que vieron que tienes un punto débil. Este error te va a abrir un agujero gordo por el que se te pueden marchar cientos de miles, sino millones de votos si no actúas rápido. Así que limpia ya. Porque si, así y todo llegas al poder, si no pones orden ahora, no te quiero ni contar el tipo de personal que se te va a colar en los cargos que vas a tener que repartir.

Hazme caso, no seas gil. A no ser que tú seas también un submarino del PP, que espero que no.

3 comentarios:

Bond dijo...

Esti rapaz no ye trigo limpio, dígotelo yo

Anónimo dijo...

El general Franco fue un golpista que con otros de su rango, provocó una guerra civil con muchos muertos, exiliados y represialados. Además, se erigió en el Dictador de un Regimen hecho solo para sastifacer sus intereses particulares. Muchas ciudades le concedieron reconocimientos inmerecidos pero que resultaban muy adecuados a su repugnante servilismo al poderoso. Vino la democracia y se concluyó que debería revisarse esas concesiones, en la mayoría de los casos revocadas por ciudades y provincias. Era fácil, porque el General Franco estaba muerto y su "atado y bien atado" sistema dictatorial se diluyó como un azucarillo en un vaso de agua. Vamos que es fácil ensalzar a un dictador cuando este ostenta el poder y mucho más aún si muere y con él la posibilidad de represalia poe la retirada de títulos, medallas, estatuas, etc. concedidas al General Franco mientras vivía. El Sr A. Rivera debe tener claro que alienarse con el franquismo o ser ambiguo ante él, habrá de resultarle una actitud poco convincente delante de cualquier demócrata, debiendo definirse claramente en oposición a lo que el General Franco representó en la historia de España si quiere el respaldo de la ciudadanía. Ahora bien, seamos ecuánimes, hoy importa más unir que desunir. Es decir, las medallas, títulos, estatuas concedidas al dictador en vida del mismo se debería de tomar -hasta arreglarlo definitivamente, retirándoselas- como algo que a fecha actual no es prioritario para sacar a nuestro país -España- de las difíciles circunstancias en las que se encuentra: crisis economica y el paro que ella ha producido, y el relanzamiento de los nacionalismo hasta un paroxismo cercano a la xenofobia hacia lo español. Esos, a mi modo de ver, son los verdaderos problemas a resolver hoy, lo del Dictador General Franco es algo que hay que zanjar definitivamente de una vez cuando los problemas actuales que nos acucian se resuelvan de una vez, marcando posteriormente una hoja de ruta con las actuaciones precisas para finiquitar todo símbolo del que provocó la barbarie de nuestra guerra civil.Por cierto, el Sr Largo Caballero -denominado por el Sr Carrillo como el Lenin español para despejar las dudas que sobre él pudieran recaer al organizar las juventudes del partido comunista en vez de las del partido socialista, tal como había quedado hacer a instancias del Sr Largo Caballero- amenazó reiteradamente antes de las elecciones de febrero de 1936, que de no ganar el Frente Popular y sí las derechas, estaba dispuesto a encabezar un golpe de estado aún al precio de terminar con la segunda República. Se puede comprobar en fuentes bien documentadas. Así las cosas, en aquellas fechas, España estaba dividida en dos partes irreconciliables, y la guerra les parecía a todos la solución para conseguir la victoria e imponer sus creencias. Ahora bien, el General Franco fue el que inició con otros generales el golpe de estado, y la historia nunca lo podrá eximir de las culpas de provocar semejante tragedia como lo fue la guerra civil -incivil- de 1936-1939 acaecida en España. A. Sierra

José María Rozada Martínez dijo...

Pues mira que a estas alturas de la película llevar a votación en un ayuntamiento la condena del franquismo. Manda narices, querer hacer política hoy condenando lo que está muerto y enterrado hace ya un buen motón de años. Y luego se dice que la Constitución está vieja, los políticos también, en fin, que hay que cambiarlo todo. Todo excepto, al parecer, la exhibición de un antifranquismo sobrevenido que nada tiene que ver con el que tenia que haber habido y no hubo en su momento. ¡Hurra, por el verbo haber! ¿Has visto cuánto juego da en nuestra querida lengua? No franquista, por cierto, aunque con los tiempos que corren no está de más aclararlo.