25 febrero, 2017

Qué más da

Urdangarín está feliz
Es tanto el desánimo que experimenta el ciudadano con todas estas cosas de la corrupción y de sus juicios mediáticos que casi, casi, le da lo mismo lo que salga de ellos. ¿Qué Urdangarín se libra ir al trullo? Qué más da. Cómo si se libra Rato o Blesa. Siempre va a seguir habiendo este tipo de gentuza.   Y sean, balonmanistas de buena familia; ricos de por sí, como el Rato este; o amigos de un presidente del país, como el Blesa ese, nunca va a faltar un cargo para ser ocupado por algún impresentable dispuesto a aprovecharse de su posición.

Me pregunto cual fue la razón para que el siempre enfurruñado Aznar colocase a Blesa al frente de Cajamadrid; o cómo pudo pasar Rato el filtro para ser el puto sheriff del FMI. Qué país es este. Qué tipo de mandatarios tenemos, que no solo engañan a sus conciudadanos sino que lo hacen también con las instituciones propias, e incluso internacionales, colocando al frente de ellas verdaderos golfos. Claro que lo de Urdangarín fue diferente, se ligó a la infanta por guapo, luego se pasó de listo y la cagó.

Estos dos celebran la sentencia
Qué podemos hacer. Me refiero a nosotros, al Pueblo. Pues creo honestamente que nada. No podemos hacer nada. Nos dicen que vivimos en un estado donde la ley impera, y las leyes permiten que esto pueda pasar. Los partidos tienen tanto poder que los candidatos no tienen que pasar por la garlopa del pueblo. Ellos eligen, de manera más o menos aparente (siempre sucia) unas personas para las listas. Y una vez colocado aquí, cualquier golfo puede perpetuarse en miles de cargos desde donde pueden saquear y labrarse un futuro dorado.

La Política no hace, en realidad nada para resolver este problema, como para resolver casi ninguno de los que nos afectan, la mayor parte de las cosas se resuelven con el tiempo y con la aceptación del desequilibrio como algo normal. Qué más da que vayan, o no, a la cárcel estos mentecatos, si a los cuatro días van a estar fuera y van a disfrutar de su vida. Ellos están en su mundo y el resto, o sea, los de abajo, los que pagamos sus fiestas, les importa una mierda. Condenamos a robagallinas a penas enormes y a estos bambarrias a cuatro días. Pero es la Ley, nos dicen. Pues vaya mierda de ley

Y estos, a lo suyo
Cómo les va a preocupar nada si viven en falso. Pongamos el caso de la infanta Cristina. He leído en alguna parte que por su trabajo en la Caixa cobra algo así como 238.000 euros, y por el de la fundación Aga Khan 300.000. La enorme capacidad de esta mujer le permite desarrollar ambos desde su domicilio en Ginebra. ¿No es insultante? Cómo nadie puede ganar tanto por hacer algo que ni se sabe lo que es. Para qué seguir. Los sueldos de Rato y de Blesa eran todavía mayores. Por hacer qué cosas, aparte de vivir y robar. Y a todo esto, están tan acostumbrados a vivir así, que creen que es que la vida es así verdaderamente.

Si la política no puede resolver estos problemas, para qué queremos políticos, se pregunta el común de los mortales. ¿A quién, que no sea un asno, le puede extrañar que los electores se decanten por gente como Trump? Es un mecanismo de defensa: si cada día estamos peor, que reviente todo. se dicen los más cabreados. Sin embargo hay solución, como para casi todo: bastan leyes justas y rígidas que se cumplan estrictamente y sistemas de elección que garanticen que no llegan a los sitios de poder los futuros delincuentes. Pero eso no va a suceder, antes dejan que todo reviente, porque piensan, los muy imbéciles, que ellos van a estar a salvo.

1 comentario:

Alberto Sierra dijo...

Hoy y siempre, como nos dice el romancero/ se ansía por la monarquía o la burguesía/ por el financiero o por el banquero/ por el político corrupto o el del pelotazo abrupto/ al famoso caballero/ que es Don Dinero. AG Sierra. PS: es innato a la condición humana, y a la española, más. Mi inmenso reconocimiento a la sarcástica obra poética de D. Francisco de Quevedo y Villegas, siempre tan actual.