08 febrero, 2011

Contaminación y estupidez

Madrid y Barcelona, y seguro que alguna ciudad más, presentan unos niveles de contaminación muy altos en estos momentos. Lógico, dicen, hay un anticiclón muy potente. Esta es la respuesta, resumida, de la parte política del asunto.

La prensa habla de las cosas cuando salen, y lo de la contaminación salió ahora, y entonces preguntan a los políticos. Y entonces estos comienzan a decir estupideces: que si es que no hay circulación de aire, que si es que tiene que llover, que si es que el anticiclón es de manual, que si qué se yo que bobadas más.

Parece que no nos queremos dar cuenta, y bien digo queremos, porque casi todos pensamos que el vecino debería dejar el coche en casa. La contaminación viene de la mano de la utilización excesiva de coches y de los incumplimientos en materia de emisiones de diversas empresas. Pero en las ciudades, la polución, es principalmente motivada por el tráfico.

Y vuelvo a los políticos, que constantemente nos anuncian medidas que nunca se ponen en marcha, que constantemente abren la boca para decir chorradas, pero que nunca promueven acciones reales que mejoren la situación. Acciones, claro está, impopulares, que restan votos. A ver quien tiene el valor de quitar de la circulación a los vehículos contaminantes, o de limitar seriamente el tráfico, o de gravar el precio de los coches que más emitan y de subvencionar el de los híbridos. ¡Ay!... Cobardicas.

¿Cuántas enfermedades son causadas por la exposición excesiva a determinados agentes? Nadie lo sabe, o nadie lo dice. ¿Cuánto cuesta la reparación del daño generado por toda esta orgía de combustible quemado?

Si se pregunta a los técnicos lo tienen claro. Hay que andar con cuidado y reducir emisiones. Ahora, cuando se necesita que los políticos hagan su trabajo, o sea tomar decisiones... quita, quita...

No importa quién gobierne, lo que importa es que gobierne. Al menos así es como lo veo yo.

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