22 octubre, 2011

De lo moral y lo pornográfico

El que más y el que menos está al tanto de que en algunas cadenas de televisión programan regularmente cine pornográfico. Las imágenes de sexo explícito se consideran una bajeza moral y se estima que hieren la sensibilidad de algunas personas. Además está perfectamente claro que no deben ser vistas por los niños. Por ello su exposición se hace muy tarde, o en la madrugada. Así pues, todos contentos. Hay un equilibrio: el que quiera verlas debe acostarse tarde y el que no quiera no tiene que sufrirlas a horas, digamos, más normales.

Los programas de televisión en los que aparecen personas (personajes) encerrados en una isla o en un chalet, o sin más en un estudio de televisión, en los que los protagonistas exponen explícitamente su amoralidad: se insultan, se desprecian, se amenazan, se pegan, practican sexo, exhiben su incultura, airean su mala educación, la vida de sus hijos (niños) o los cuernos que tienen, o que ponen y además se gritan continuamente hasta quedarse roncos. Estos programas se sitúan en la parrilla a horas de máxima audiencia, a las que también ven la televisión los niños y gente a la que no le gustan. 

Los telediarios y los periódicos (de internet no digo nada) exponen al público imágenes cuya moralidad es más que dudosa. Cualquier persona sensible, o cualquier niño, puede ver a cualquier Gadafi tiroteado o a cualquier Sadam ahorcado. No pasa nada. Eso es información, dicen...

Me pregunto quién determina qué es moral y qué no lo es. Me pregunto si realmente merece un premio o una patada en el trasero un fotógrafo que capte esa imagen o un medio que la difunda. De lo que sí estoy seguro es de que, no son en absoluto morales ni edificantes las imágenes, que estos días se difunden,  de un Gadafi muerto y ensangrentado. Creo que esta sociedad ya hace años que se convenció de que la muerte es casi el único momento de una persona que no hay que exponer públicamente. Sea quien sea y haya hecho lo que haya hecho.

Lo mismo que se pone freno a lo porno debería limitarse lo amoral y lo inmoral, o al menos debería tenerse más cuidado, so pena de que cualquier día nos veamos obligados a ver la televisión o a leer los periódicos únicamente a horas pornográficas.

No hay comentarios: