07 abril, 2012

No dependemos de nosotros mismos

Desde hace ya bastante tiempo España está, lo que podríamos llamar, cerrada por reformas. La Unión Europea exige austeridad presupuestaria y reducción del déficit. Esto es algo  difícil porque el PIB, debido a la austeridad, se va a reducir y, como el déficit se calcula en porcentaje sobre el PIB, pues no será posible, casi seguro, llegar al objetivo marcado. Por otra parte, cada día tenemos que pagar más intereses por nuestra deuda, lo cual hace que el dinero tenga que ser empleado en esto en lugar de ir a otras partidas más productivas y reactivadoras de la economía.

Este estado de intervención es la consecuencia de las políticas equivocadas de los últimos veinte años, centradas en el corto plazo (construcción y obra pública de todo tipo) y en el gasto, más que en la consolidación y en el crecimiento pausado y seguro. Pero de nada sirve llorar sobre la leche derramada, solo que conviene no olvidarlo para recordarles a los partidos políticos, especialmente a los grandes, que nuestra situación es consecuencia de sus decisiones, y por lo tanto, su responsabilidad.

Esto era así con ZP y es así también con RJ. Y las medidas que se le están imponiendo al gobierno actual, con toda seguridad, son las mismas que las que se impondrían a un teórico gobierno socialista. Por eso no puedo comprender por qué nadie en el PP dice la verdad: "nos lo imponen" ni nadie en el PSOE hace lo propio: "a nosotros nos harían hacer lo mismo".

El mensaje que llega de Europa es que cada país tendrá las prestaciones de bienestar que se merezca según lo que sea capaz de aportar al PIB de la eurozona. España lo pasará peor que Italia porque esta aporta más, aunque también debe mucho más, pero creo que los dos países saldrán, heridos, pero saldrán. La pregunta del millón es: ¿cuándo?

La postura actual de Alemania y Francia es más que clara: "lo de Unión y Europa está muy bien, pero lo nuestro no lo taca nadie".  Lo cual es un error garrafal, pues ellos crecen a costa de nuestro decrecimiento, lo mismo que un tumor, que se hace mayor a costa de los órganos adyacentes, a los que inutiliza para, al final, acabar desapareciendo el mismo.

Siempre digo que la crisis no la crearon los bancos, sino quienes hacían las leyes que les permitían maniobrar sobre bases falsas. Y esto es lo que está pasando ahora en Europa. Alemania y Francia se niegan a cambiar el sistema porque ellos todavía resisten, aunque sea fagocitando a sus hermanos. A ellos los respetan los "mercados" porque todavía tienen de donde sacar con nosotros.

La crisis de la deuda se frenaría de inmediato si el BCE comprara deuda de los países en dificultades. Puede hacerlo. La Reserva Federal de USA lo hace, únicamente dan unas cuantas vueltas más a la máquina de hacer dólares y ya está. Pero el BCE no es verdaderamente un Banco Central, es un fondo común sujeto a las indicaciones de los países poderosos de Europa y de quienes controlan a estos países y, aunque pueda, no lo hará si no se lo ordenan.

Por todo esto, nuestro futuro, y el de Europa, se juega en las elecciones francesas y más adelante en las alemanas. Ni en un país ni en otro están muy contentos con Nicolás y Ángela. Y los socialdemócratas tienen el hacha afilada y otra idea de cómo tiene que salir Europa de esta, que es con políticas expansivas de crecimiento, como está haciendo USA, que ya está a flote. Si a esto unimos una legislación acertada para el sector financiero, que marque bien los límites, tal vez Europa también sacará la cabeza del agua.

Así que, no perdamos el tiempo en criticar las medidas adoptadas. El gobierno de España es un mero pelele, como lo era el anterior, eliminado en las urnas porque lo hizo mal. El partido se juega en otra parte. Esperemos que el resultado nos favorezca y no bajemos a segunda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En algún sitio leí que el BCE se creó con la intención de poder prestar dinero a las entidades bancarias y no a los gobiernos de la UE. No me cuadra, porque en alguna ocasión los ayudaron comprando una mínima parte de la deuda pública que emitieron para que los intereses no llegaran a ser impagables. De todos modos, el BCE no compra deuda pública de paises de la UE en apuros en la cuantía suficiente para sacarlos del agobio de los movimientos financieros. El BCE y el euro, han sido hechos por Alemania y para favorocer a Alemania. Bien es cierto que los alemanes temen como al demonio repetir la época hiperinflacionista entre guerras que asumió la República de Weimar -una barra de pan llegó a costar un millón de marcos por lo menos-, pero con ello hizo que los paises menos dados a ajustar sus balances entre ingresos y gastos, se resintiesen más. El nuestro es uno de ellos. Un euro fuerte, como lo fue hasta hace poco, no servía para exportar, excepto para aquellos paises que tuviesen unos productos que vender de alta calidad tecnológica tal como sucede con los alemanes. Además, parece existir un ataque frontal al euro por parte de los denominados eufemísticamente como "mercados financieros" cuando no son más que corporaciones especuladoras de obtener dinero sin que su ganancia se traduzca en bienes y servicios, tal como debería ser. En cualquier caso, como muy bien expresa en el artículo, España está al dictado de los paises más poderosos de la UE, es decir, Alemania y Francia. Alberto G. Sierra