20 febrero, 2013

Qué nos importa...

Lo que nos tiene que contar hoy Rajoy no nos importa porque, lo pinte como lo pinte, no va a ser verdad. Nada más que engaño puede surgir de su mesa de trilero. Ttratará de de embaucarnos moviendo a un lado y a otro la transparencia, la corrupción y la política de estímulo. Sencillamente no lo vamos a creer porque miente desde hace un año; o dicho de otro modo menos fuerte, en poco más de un año, engañó al electorado para que le votaran; hizo un discurso de investidura lleno de promesas que no solo no cumplió, sino que actuó en sentido contrario, y llevó al país a tasas de desempleo históricas. Por lo tanto...

Está claro que no voy a seguir el debate sobre el estado de la nación hoy en el Congreso. Para qué. No sirve para nada perder el tiempo en escuchar a un presidente que miente casi tanto como habla, altamente sospechoso de corrupción, sostenido por un partido cuya cúpula está en política para enriquecerse, y que destila falsedad, cobardía y falta de concreción por todos los poros. Tampoco sirve de nada escuchar a los grupos de la oposición. La absoluta falta de líderes hará que sus intervenciones, casi siempre vacías de contenido no tengan mayor interés. Estarán centradas en críticas a las promesas rotas, a los sobres de Bárcenas y en desgastar al PP. Pero no serán interesantes porque el PP está ya deslegitimado ante la sociedad. Los ciudadanos no tenemos muchas ganas de perder el tiempo en ver a unos cuantos políticos montando un circo.

Lo más ridículo será cuando Rajoy entre en el asunto de la balanza de pagos, muy mejorada por nuestras exportaciones, como si el gobierno hubiera hecho algo para fomentarlas. Es lastimoso como una cosa tan fácil de prometer: favorecer la salida al exterior de nuestros productos y empresas, nunca fue expuesto en discurso alguno. Este hecho positivo ha sido únicamente fruto del espíritu emprendedor de nuestros empresarios que, ante la caída del mercado nacional han hecho lo imposible por vender en el extranjero como única posibilidad de supervivencia de sus empresas. Y Rajoy se apuntará el tanto con toda esa cara, dura como el cemento, que tiene.

En resumen que el debate no tiene mayor interés. Que los españoles no creemos ya en nuestros políticos. Qué lo que queremos está bien claro: avances democráticos, partidos cristalinos, ley electoral diferente, un modelo de estado más moderno y justo, menos mamones en las múltiples instituciones, y mayor competencia en un mundo político lleno de mediocridad. Sin embargo, de nada de esto se va a hablar. Por lo tanto no solo no perderé el tiempo en escuchar a ese rebaño sino que voy a permitirme parafrasear a Labordeta: Señores del Congreso, váyanse ustedes a la mierda

1 comentario:

Anónimo dijo...

La comparación del Debate sobre el Estado de la Nación con un circo, esplendoroso. Lo de que nuestros políticos no valen nada, totalmente de acuerdo. Creo que hoy el Sr Labordeta no repetiría la frase por Vd. referencia porque todos nuestros políticos ya están en la mierda. A. Sierra.