
Podemos insistía en una suma de izquierdas imposible, no solo para el PSOE, sino para cualquier intelecto mínimamente normal: se requería la presencia de ERC. Resultaría chirriante que un gobierno de España se sustentara sobre una mayoría que dependiera de los escaños de unos independentistas, que en aquel momento, y ahora, tienen como objetivo la independencia de su territorio. Por lo tanto, lo pensara Podemos como lo pensara, la suma era imposible. Partidos nacionales con independentistas. No se pueden sumar peras con manzanas.
Las elecciones del 26 J nos trajeron más lío aún. El electorado de la derecha, ante la amenaza de una radicalización de la izquierda por la absorción de IU por Podemos, salió en tromba sin importarle la penosa situación de un PP preñado de corrupción y de corruptos. Al PP le aparecieron votos que se le habían ido a la abstención y a Ciudadanos. Pero resultó que el electorado castigó a UP, en parte por no facilitar la salida de Rajoy de Moncloa, en parte porque muchos de los votantes de IU tienen otras sensibilidades diferentes al partido de Iglesias.

La situación es de emergencia nacional absoluta. Con el PP no quiere ir nadie ni a coger duros, a lo sumo, podrá conseguir, alguna abstención, pero no la imprescindible del PSOE (al menos eso aseguran en Ferraz). Por lo tanto las terceras elecciones están más que cantadas, a no ser que se haga algo. Algo como un gobierno de compromiso, sí, digo compromiso, con el país, entre PSOE, Podemos y Ciudadanos. Estos tres partidos tienen 13,5 millones de votos y reflejan perfectamente el color variado de la sociedad española. Y no hay otra solución. No la busquen.
Nota:
Hoy aparecerá un manifiesto firmado por más de 450 personas: políticos, intelectuales, artistas, activistas... Uno es un simple analista aficionado con un blog. Pero si de algo vale, aquí está también mi apoyo. A ver si de una maldita vez reaccionan estos necios.
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